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Chile: Los más explotados entre los explotados salen a la lucha

La huelga de los trabajadores contratistas de Codelco, principal empresa minera de Chile

22/04/2006

Cronología de la lucha

Sábado 14 de Diciembre

El Consejo Provincial de la Central Única de Trabajadores (CUT) en Calama, enviaba al Sr. Juan Villarzú, presidente ejecutivo de Codelco, un comunicado declarando que “nos permitimos solicitar a Ud., a nombre de los trabajadores contratistas de Codelco Norte, y creemos que interpretamos el sentir de la inmensa mayoría de los trabajadores y de la ciudadanía, un Bono Especial (...) ascendente a la cantidad de $500.000”. Esta era una justa demanda, por los elevados precios del cobre, y porque un reconocimiento similar se había entregado a los trabajadores de planta.

Martes 20 de Diciembre

Javier Rowe, dirigente de una de las empresas contratistas de Codelco declaraba en El Mercurio que “es la primera vez que los trabajadores de empresas contratistas deciden unirse y pedir algo así. Y es totalmente justo. Ni siquiera debimos haberlo pedido, Codelco debió haberlo entregado, simplemente por el trabajo que hacemos. Habemos trabajadores que estamos en un desempeño directo en la producción. O sea, nosotros con nuestras manos, producimos cerca de cien toneladas en Radomiro Tomic, por ejemplo, donde aportamos al total de tonelajes que hace Codelco”.

Jueves 29 de Diciembre

Trabajadores realizan sus primeras manifestaciones en Rancagua y en Los Andes. No se registran ni heridos, ni detenidos. Pero los trabajadores comienzan a dar muestra de su disposición a la lucha. El gobierno, ante la amenaza de huelga, y en medio de las elecciones presidenciales, se manifiesta abierto al diálogo.

Miércoles 4 de Enero

Se declara la huelga indefinida. Según El Mercurio, la paralización de las cuatro divisiones de Codelco (El Teniente, Codelco Norte, Ventana y Andina) es total. Según Leiva, uno de los dirigentes del conflicto, “El 100% de los trabajadores contratistas paralizaron sus faenas”. (El Mostrador 05/01/06). Junto con la paralización de actividades con la huelga, se producen movilizaciones durante todo el día. 3.000 trabajadores en cada división bloquean los caminos y no permiten la llegada de los buses hacia las minas. La jornada culminaría con casi medio centenar de trabajadores detenidos y dos carabineros heridos.
Cristian Cuevas, dirigente de la división Andina y vocero nacional del Movimiento, en una entrevista publicada en El Mostrador, declaraba “Queremos bajar los ánimos”. Al mismo tiempo que la CUT y el gobierno buscan entablar una mesa de diálogo, que no se constituye inmediatamente por la negativa del gobierno que exige que antes se re- establezca el “orden público”.
El presidente Ricardo Lagos se niega rotundamente a entregar el bono a los trabajadores.
Al mismo tiempo, Danilo Jorquera, dirigente de la CNTC, y miembro del PC, declaraba su confianza en estas políticas del gobierno: “confiamos que en ésta instancia encontraremos solución” (La Tercera 04/01/06).

Jueves 5 de Enero

Leiva declara que “el gobierno suspendió la mesa y con esa decisión lo único que hizo fue echarle más bencina al fuego. Eso creó muchísima molestia entre los trabajadores” (El Mostrador 05/01/06). El Ministro de Hacienda Nicolás Eyzaguirre trata de “chantajistas” a los trabajadores que se encuentran en huelga. Los contratistas, indignados por la actitud del gobierno de la Concertación, continúan desplegando uno de sus métodos de lucha: la Huelga. Se realizan Asambleas por las cuatro divisiones de Codelco, así también como paros y piquetes para evitar la llegada de los buses a las minas, para mantener paralizada la producción.

Viernes 6 de Enero

Al proyecto de Ley que “regula” (consagra, en realidad) el problema de la subcontratación que dormía en el Congreso desde hacía tres años, el gobierno le imprime el carácter de “discusión inmediata”. Los empresarios, el gobierno, la Concertación y la Derecha se alinean todos de tras de ésta política, legislar sobre el problema de la subcontratación, para “regularla”, con el fin de consagrarla, y también, con el fin de adelantarse tomándolo en sus manos y evitando que los trabajadores intenten solucionar éste problema con sus propias manos.

Sábado 7 de Enero

El gobierno insiste en negarse a entregar el bono, por lo que la mesa negociadora nunca logra concretarse, ya que para esto, tanto Codelco como el gobierno y los empresarios intermediarios, pedían el cese de las movilizaciones. Pero los trabajadores no estaban dispuestos a aceptar las condiciones de los empresarios y del gobierno. Ésta vez las movilizaciones se concentran en la división El Teniente y en la división Andina.

Lunes 9 de Enero

Si bien la política del gobierno es desviar la discusión hacia legislar para lograr “regular” (consagrar, en realidad) el problema de la subcontratación y negarse a ceder frente a la petición de los trabajadores, lo cierto es que comienza a levantarse polvo sobre el tema mismo de la subcontratación en Chile. Las editoriales de los diarios patronales intervienen reflejando cómo la clase trabajadora comienza lenta y sostenidamente a ponerse sobre la mesa de la discusión nacional. Para poner sólo un ejemplo, La Nación decía “La preocupación de los empresarios no da cuenta de una situación moral, sino de los problemas que puede genera la irrupción de descontento social”.
Como un proyecto de ley no logrará solucionar el problema de la subcontratación, sólo los trabajadores, con sus métodos de lucha, con una política de clase independiente, podrán (y esta es nuestra próxima tarea) erradicar definitivamente las condiciones precarias de trabajo y explotación en Chile.

Martes 10 de Enero

Codelco envía una propuesta para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores contratistas, pero negándose rotundamente a la entrega del Bono. La propuesta es bien aceptada por los dirigentes sindicales.

Miércoles 11 de Enero

Se realizan Asambleas en todas las divisiones del país, en las que se rechaza categóricamente la propuesta enviada por Codelco, se anuncia a su vez la radicalización de las movilizaciones.

Jueves 12 de Enero

A pesar de intentar llevar todo al terreno de la discusión parlamentaria, se intensifican las movilizaciones en El Teniente y la división Andina, multiplicándose los cortes de ruta para evitar que suban los buses a las minas. Cerca de 40 trabajadores resultan heridos en manos de la represión policial, y 40 son detenidos entre Rancagua y Los Andes. Mientras, Danilo Jorquera insiste en constituir una mesa de diálogo con el gobierno.

Viernes 13 de Enero

El gobierno insiste en que el Bono por $500.000 es “inaceptable”, mientras en Codelco se dice que la producción no se ha visto afectada. Sin embargo, Lagos le indica a Yerko Ljubetic (según El Mercurio en Internet del 13/01/06) que convoque a una mesa negociadora para el lunes o martes.
La CUT declara que dejará de ser una simple mediadora en el conflicto y que se sumará a la huelga de los trabajadores (aunque nada llegó a concretar). En El Teniente, 5 contratistas inician una huelga de hambre luego de tomarse la Iglesia La Merced.

Sábado 14 de Enero

La Confederación de Trabajadores del Cobre, que agrupa a los mineros contratados o de planta de Codelco, anuncia que intervendrá como mediador en el conflicto.
La fuerza de los trabajadores contratistas de Codelco, que se expresó cuando recurrieron a los métodos de lucha propios de la clase trabajadora, como la paralización de la producción, en este caso mediante la huelga, quiso ser debilitada por el gobierno, la Concertación, la derecha y los empresarios, que intentaron dividirla y hacerla retroceder para derrotarlos. Para esto, recurrieron a la represión y provocación patronal. Mandaron a sus funcionarios ministeriales a las asambleas de los trabajadores para presentarse como amigos del pueblo (al mismo tiempo que Lagos los ninguneaba), ocasión en que fueron presentados por dirigentes sindicales del PC como Danilo Jorquera. Propusieron mesas de diálogo que nunca concretaban para desgastar la lucha. Chantajearon a los trabajadores, oponiendo sus justas demandas a otras necesidades sociales (como la construcción de campamentos escolares para los niños del pueblo trabajador). A su vez, desde los dirigentes mayoritarios de la lucha en el sindicato, se introdujeron elementos de confusión, al impulsar y dejar correr, por ejemplo, actividades de lucha yéndose a las poblaciones, en lugar de discutir cómo fortalecer los métodos propios de la clase trabajadora, la paralización de la producción, que es lo que verdaderamente afecta a las empresas, sean privadas o públicas.

Martes 17 de Enero

Se instala una mesa negociadora tripartita entre el sindicato minero, el gobierno y Codelco. Las marchas continúan. Dos días más tarde se llega a un acta de preacuerdo.

Sábado 21 de Enero

Se ratifica el acta de preacuerdo. Los mineros detienen las movilizaciones, sin embargo el documento acordado no incluye bonificaciones directas, sólo promete la revisión de los contratos de cada trabajador además de legislar en función del problema de la subcontratación, por lo que las divisiones de El Teniente y Andina rechazan el acuerdo.

Jueves 7 de Febrero

Se presentó una contrapropuesta de los trabajadores, con la que la mesa tripartita llega a negociar un bono mensual de $15.000 (30 dólares) y el beneficio del lavado de la ropa. El descontento por este acuerdo se dejó sentir entre los trabajadores, sin embargo las movilizaciones no se vuelven a iniciar y la huelga se dio por finalizada.
El proceso de acumulación de experiencia y la mayor disposición a la lucha se vio a los pocos días: el miércoles 1° de marzo dos mineros de la división El Teniente mueren por las pésimas condiciones de trabajado de la mina. Al día siguiente 800 mineros de la División El Teniente bloquean el acceso al mineral en el sector Los Maitenes. Los buses no logran subir a las minas y durante cuatro horas los mineros muestran la fuerza de su lucha y su solidaridad de clase.

Significado e importancia de la lucha en Codelco

Los mineros contratistas del Cobre, recurriendo a sus métodos propios de lucha como clase, la paralización de actividades en este caso con la huelga, muestran el inmenso poder objetivo de la clase trabajadora. Muestran que son la única clase productiva de la sociedad. Y muestran que esto es lo que más temen los patrones porque los afecta en dónde más les duele: el acaparamiento de ganancias. Muestra también que la clase trabajadora viene recorriendo un camino de recomposición, lenta pero persistente, política, organizativa y de lucha en Chile. Desde el Paro Nacional de agosto del 2003 a la huelga de los trabajadores contratistas hoy, desde el paro de los tripulantes pesqueros de Iquique, a las huelgas de los trabajadores de la industria privada. Un proceso de recomposición, lento y persistente, que viene avanzando en toda América Latina. Un proceso de recomposición de las fuerzas obreras, que es también el resultado de una tendencia al agotamiento lento y controlado del neoliberalismo en Chile, y de tendencias al declive en los partidos políticos patronales.

De una huelga tan importante como la del cobre, es necesario destacar algunos elementos. Uno, que la clase trabajadora va avanzando en recuperar sus métodos de lucha -como la paralización de actividades, en este caso con la huelga-. Y en uno de los sectores decisivos de la economía nacional, dándole más peso objetivo. Otro, que avanzan con sus luchas y organizaciones uno de los sectores más explotados de la clase trabajadora (aunque la clase patronal los constituyó para dividir sus filas). También, que comienzan a intentar ponerse en la discusión nacional algunas de las demandas de la clase trabajadora.

Debemos destacar además algunos límites. Cuando intentan debilitar los métodos propios de los trabajadores, como la paralización de actividades, sustituyéndolos por actividades de lucha fuera de los centros de producción. Cuando se mantienen divididas las filas obreras en vez de agotar los máximos esfuerzos para unirlas, logrando que los trabajadores contratistas, uno de los sectores más explotados de la clase trabajadora, se ganen a los trabajadores de planta (al menos porque el trabajador de planta debe mirarse en el trabajador contratista como su más probable futuro, o al menos, porque el patrón usa al trabajador contratista para eliminar derechos de los trabajadores de planta). Cuando las mesas de negociación se transforman en mesas de diálogo. Es decir, cuando se hacen a espaldas de los trabajadores y para dialogar sobre largas agendas que “propone” la patronal y que buscan hacer creer al trabajador que debe confiar en los patrones y sus políticos patronales la solución de sus derechos e intereses.

¿Pero cómo potenciar esta fuerza de la clase trabajadora, y prepararse para solucionar estos límites? La puesta en práctica de los métodos de la clase trabajadora es el primer paso para avanzar a fortalecer sus organizaciones, como por ejemplo los sindicatos, u otras formas de organización que el trabajador construya. Pero es necesario que forjen una nueva política sindical. Es necesario hacerlos herramientas para la defensa de nuestros derechos e intereses. Que dejen de ser herramientas del diálogo social, de la confianza en sectores de patrones y políticos patronales que se presentan falsamente como amigos del pueblo. Que, recuperando las mejores tradiciones de la clase trabajadora, con las Declaraciones de Principios de la CUT del ’53 y de la FOCH del ’18, se plantee actuar bajo los principios de la lucha de clases.

Porque es necesario una CUT clasista y combativa, que agrupe tanto a los trabajadores de planta que lograron conquistar con sus luchas un trabajo más estable y digno, como a los trabajadores precarizados y contratados que lograrán conquistar sólo con sus luchas estas mismas condiciones. A los ocupados y desocupados. Superando todas las divisiones que los patrones nos imponen a la fuerza a la clase trabajadora. Porque para combatir el problema de la subcontratación, es necesario una CUT, clasista y combativa, y todos los organismos que la propia clase trabajadora vaya construyendo en su lucha, para avanzar en erradicar esta forma de explotación a la clase trabajadora, para avanzar en recuperar el derecho efectivo a huelga en Chile, sin las represalias que los “despidos por necesidad de la empresa” permiten después de un paro o huelga, para que no existan los reemplazantes.

Para recuperar una CUT así, herramienta de defensa y de lucha de los derechos e intereses de los trabajadores como clase, bajo los principios de la lucha de clases. Para la construcción, desarrollo e impulso de todos los organismos que la clase trabajadora vaya construyendo en su lucha, bajo los métodos de la democracia directa de la clase trabajadora. Para volver a los métodos de lucha propios de la clase trabajadora. Para todas estas luchas, es necesario organizarse y prepararse para construir un partido revolucionario de los trabajadores marxista e internacionalista, con una política de clase independiente de toda variante patronal, que no llame a los trabajadores a confiar en los políticos patronales que se presentan falsamente como amigos del pueblo, que se prepare para avanzar en la lucha por los intereses históricos de la clase trabajadora.

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