Venezuela: Pongamos en pie ya
Un gran movimiento por un partido propio de los trabajadores
25/06/2007 En Clave Obrera N° 11
Como explicamos en el editorial de nuestro periódico, una nueva disposición de lucha se comienza a desarrollar en franjas de trabajadores y trabajadoras, siendo su máxima expresión el paro obrero regional y trancazo en el estado Aragua, en apoyo activo a la lucha de los trabajadores de la fábrica Sanitarios Maracay. Esta nueva disposición ya se venía manifestando cuando más de 6 mil trabajadores y trabajadoras, se movilizaron el 8 de febrero en Caracas, planteando la lucha por «la nacionalización sin indemnización de las empresas estratégicas y bajo control obrero», y se viene desarrollando también en sectores de otras ramas de la economía. Una gran cantidad de sindicatos se organizan en la corriente sindical CCURA expresando un nuevo nivel de organización a nivel sindical. El grueso importante de los dirigentes sindicales de esta corriente decidió no sumarse al PSUV por considerar que se trata de un partido que nada tiene que ver con los reales intereses de los trabajadores. Estos hechos plantean que es posible que sectores avanzados del movimiento obrero puedan intervenir con un programa propio y de forma independiente del gobierno.
Recientemente, el compañero Orlando Chirino, junto a otros principales dirigentes, viene manifestando que la resolución de que la C-CURA ingresara al PSUV y discuta allí su programa, tenía el objetivo de demostrar que el PSUV no era un partido de trabajadores sino uno de empresarios y políticos anti-populares. Nosotros nunca compartimos esa política tal como lo hemos expresado públicamente. Como hoy lo reconoce el propio compañero Chirino en el reportaje en Aporrea del 10 de abril, esa experiencia está agotada, manifestando ahora la necesidad de un partido de los trabajadores. Estamos a favor de un partido, de un partido independiente de las masas trabajadoras, un partido para hacer valer políticamente la voluntad de los trabajadores, que levante un programa verdaderamente anticapitalista, antiimperialista y revolucionario y que tenga como perspectiva la lucha por un gobierno obrero, campesino y del pueblo pobre. Esto no se trata de un capricho sino de una real necesidad política, pues las tendencias que comienza a expresarse en franjas de trabajadores sientan las bases hacia la acción política independiente y hacia la constitución de un partido propio. La importante fuerza sindical que es CCURA no puede quedar a merced de los pocos dirigentes de la corriente que han decidido sumarse a la creación del PSUV. Ellos luchan por llevar a los obreros y obreras hacia el partido del “socialismo con empresarios” de Chávez, nosotros debemos luchar por que levanten una política obrera independiente y una herramienta política propia. Es necesario que los sindicatos organizados en CCURA y demás sindicatos clasistas coloquen su peso en la vida política nacional y luchemos ya por un partido obrero independiente.
Al gobierno le está molestando el surgimiento de estas tendencias dentro de la clase trabajadora, ya que comienzan a destacar dirigentes combativos y formas democráticas de organización y lucha, como lo observamos en Sanitarios Maracay. Teme que la clase obrera se reorganice, coordinando las luchas y politizando sus demandas, sentando bases para que una vanguardia independiente cobre peso. Como ya hemos dicho, la perspectiva del «socialismo del siglo XXI» que plantea Chávez no pasa de un “socialismo con empresarios”, y sólo se limita a una semi-estatización burguesa en algunos sectores de la economía, pagando a los grupos parasitarios que durante décadas se llenaron los bolsillos a costa del hambre, la constitución de algunas empresas estatales en algunos ramos industriales, pero permitiendo que sectores burgueses nacionales e importantes firmas imperialistas sigan haciendo negocios millonarios en otros sectores de la economía e incluso en la principal industria, el petróleo. El “socialismo” de Chávez se expresa en lo que hace el Ministerio del Trabajo cuando negocia con los Pocaterra -dueños de Sanitarios Maracay- y apunta a derrotar la lucha de los trabajadores de la fábrica. El plan del nacionalismo burgués moderado de Chávez no va más allá de impulsar y desarrollar todo un sector de la burguesía venezolana, la no monopolista, mucho más dependiente de la ayuda y protección estatal, al tiempo que también se siguen garantizando sus negocios con el Estado a los monopolios y grandes empresarios nacionales, y a las transnacionales. Estos son los agrupados en la nueva corporación de los “Empresarios Socialistas por Venezuela”. Para concretar su programa político hoy se llama también a la construcción del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), invitando «... a los empresarios nacionalistas» a construir el PSUV, remarcando nuevamente que quiere en realidad una organización política donde estén juntos los altos oficiales las Fuerzas Armadas y los empresarios «nacionalistas» con los sectores obreros, campesinos y populares.
Decimos claramente que hace falta construir un gran partido de trabajadores que sirva tanto para la lucha en las fábricas, en las regiones petroleras, en la industria básica, entre los trabajadores públicos, en las escuelas y universidades, como también donde las experiencias más avanzadas de lucha de nuestra clase tengan su expresión política. Nuestra propuesta apunta a que las propias organizaciones obreras, que comienzan a mostrar su efectividad en la lucha económica y reivindicativa, se expresen en el terreno político. Proponemos un partido basado en los sindicatos, comités de fábrica, etc., que comienzan a mostrar su potencial fuerza social de la clase trabajadora tal como se desarrolla en la ocupación de fábrica y control obrero como en Sanitarios Maracay y se expresó en el paro obrero regional de Aragua. La propuesta de un gran partido obrero independiente basado en las propias organizaciones de la lucha de masas, es para intentar superar la tijera abierta entre lo que los trabajadores ven como sus propias organizaciones de lucha, y la necesidad de una dirección política de los propios trabajadores con independencia de los partidos patronales, incluyendo el partido del “socialismo con empresarios” que propone Chávez. La lucha por la independencia política de los sindicatos es un paso fundamental que abre el camino hacia un verdadero partido de los trabajadores. Semejante paso adelante de los trabajadores sería un hecho clave, ya que implicaría superar la conciliación de clases que viene imponiendo la política de Chávez.
La contradicción actual es que franjas de la clase obrera comienzan a expresar una combatividad y oposición al patrón en las fábricas, pero aún con una enorme confianza en la política de conciliación de Chávez. La conquista de la independencia de clase permitiría liberar la potencialidad revolucionaria que anidan en cada lucha de los trabajadores. Por eso decimos, que la clase obrera debe confiar solamente en sus propias fuerzas y métodos de lucha. Frente a la política de un PSUV es imprescindible que los trabajadores se expresen en la vida política nacional de manera completamente independiente, por eso es clave luchar por un partido propio de los trabajadores, un gran partido obrero independiente basado en los organismos de representación y lucha de los trabajadores y basado en los métodos de la democracia obrera y que levante un programa claramente anticapitalista, en la perspectiva de un gobierno obrero, campesino y del pueblo pobre como única vía real para dar pasos hacia la resolución de los principales demandas obreras, campesinas y populares, contra todo palabrerío del «socialismo del siglo XXI». Por eso, llamamos a los sindicatos clasistas, principalmente a CCURA a que luche por esta política y convoque en lo inmediato un Comité Promotor de un gran partido obrero independiente que se proponga ser la voz de los millones de trabajadores. Pongamos en pie ya, un gran movimiento por un partido propio de los trabajadores.