EL JUEVES 4/10 el juez Baltasar Garzón dio la orden de detención a 23 integrantes de la cúpula de Batasuna, de los cuales 17 quedaron en prisión. Desde hace más de tres meses se encuentra preso Otegi, el portavoz de dicha organización, ilegalizada hace ya varios años, como parte de la ofensiva policial del Gobierno contra Batasuna. No por casualidad, toda esta acción se da después que el presidente de la Autonomía vasca anunció un proceso de negociación con el Estado Español, que terminaría en un posible referéndum de autodeterminación dentro de un año. Es que Zapatero le quiere señalar claramente su oposición al proyecto demostrando que en el País Vasco manda él.
En Catalunya la fiscalía también inició una feroz persecución judicial contra un grupo de jóvenes que habían quemado las fotos de los reyes españoles, con orden de prisión y una fianza de varios miles de euros. Estas acciones se amparan en las leyes y las instituciones del Estado. Además, el Estatut [1] hace ya varios meses que se encuentra varado en el Tribunal Constitucional con el grave peligro que sea definitivo. Y unos días antes de esto se llevó a cabo la incautación de todos los ejemplares de la revista Jueves, también por orden de la Fiscalía, porque su tapa “agredía la institución monárquica”. Como corolario, el Presidente Zapatero y sus ministros “socialistas” estaban en la primera fila en defensa del Rey y la Monarquía, en la misma sintonía que los dirigentes del PP.
Sin embargo, esta política derechista no queda sin respuesta. En diversos lugares de Catalunya se han quemado más fotos del Rey en solidaridad con los jóvenes que tienen cargos por la primera quema. También se hicieron manifestaciones de repudio en San Sebastián y las otras capitales vascas donde hubo enfrentamientos con la policía.
El Zapatero de Aznar
Tanto el Gobierno de Zapatero como el de Aznar, junto con las diferentes instituciones del Estado sólo han sabido agitar la Constitución, el Estado de derecho, su centralismo chovinista y la figura del Monarca que sintetiza la unidad de España, como forma de “dialogar” con la sociedad vasca. Más allá del “talante” de cada Jefe de Gobierno, esta estrategia centralista es la que les une. El PSOE y el PP son actores del mismo argumento: el que dicta el rey Juan Carlos I y la gran burguesía. Pero miren qué curiosidad, el Rey fue designado por el dictador Franco y la burguesía cambió de caballo en la Transición con la ayuda de los mismos partidos. Tanto en democracia como en la dictadura de Franco, nunca han resuelto la cuestión nacional. Sólo la pueden apalear o reprimir hasta que vuelva a surgir, ocultarla debajo de la alfombra o diluirla dentro de la realidad del Estado Español. Por eso la cuestión nacional estará condenada a salir una y mil veces, bajo el dominio burgués.
El denominado “diálogo de paz” entre el Gobierno y ETA terminó de manera frustrada porque el Gobierno sólo estuvo dando largas, dilatando el proceso. Ninguno de los reclamos de la izquierda aberzale fue atendido, ni hablar de los derechos nacionales. El punto del derecho de autodeterminación está muy lejos del PSOE, que hace años lo retiró de su programa y ni siquiera está mencionado en la Constitución, cuya votación en Euskadi en 1978, contó con la abstención de más del 60%. El Gobierno, obviamente, no quería ni podía ofrecer nada sobre ese tema, por eso como mucho podía hablar de los presos y la legalización de Batasuna. Pero claro, ése no podía ser el principio, sino el corolario. No sólo eso, el período de “negociaciones” fue el más “prolífico” en cantidad de presos y juicios contra los activistas y dirigentes nacionalistas.
Al terminar dicho diálogo, Zapatero, llevó adelante la política de siempre: la salida policial. Encarcelaron al portavoz y dirigente de Batasuna el 8/6, a principios de octubre otros dos dirigentes fueron encarcelados y reprimieron una marcha por la libertad de los presos.
Tampoco la burguesía vasca puede resolver la cuestión nacional. La Transición le ha dado algunos platos muy sabrosos como son los fueros especiales [2], los beneficios de entrar a la Unión Europea, el negocio de la construcción y la expansión hacia Latinoamérica. Por eso, ellos no están interesados en discutir abiertamente la autodeterminación nacional. Muchas veces lo que hacen es esgrimir estos argumentos para negociar mejores condiciones en sus tratos con la burguesía centralista o para ver si pueden ganar más votos. Con el nuevo proyecto de Referéndum, el presidente de la Autonomía vasca, Ibarretxe, trata de conseguir una mejor posición para poder arañar algo de la negociación de los presupuestos del próximo año o poder conseguir más escaños en las elecciones generales del año próximo. Algo muy similar hace la burguesía catalana a través de sus partidos políticos.
La izquierda a la derecha
Hay corrientes de izquierda intermedias que oscilan entre un sector burgués u otro, entre el nacionalismo opresor de Zapatero o Rajoy y el nacionalismo burgués de Ibarretxe. Izquierda Unida (IU) e Iniciativa per Catalunya (ICV) participan en los gobiernos burgueses en Euskadi y Catalunya y, a su vez, apoyan las iniciativas del PSOE en el Gobierno central. IU apoya el proyecto de negociación de Ibarretxe e ICV se sumó a las condenas que hacen las fuerzas del Gobierno tripartito catalán. Y, Llamazares (Secretario General de IU), llegó a afirmar en relación a las detenciones “Hay que estudiar los argumentos que han llevado a tomar una decisión de esta índole, que debe estar muy fundamentada, para evitar falsos victimismos de los dirigentes de Batasuna”, poniéndose claramente del lado del nacionalismo opresor.
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Los trabajadores podemos resolver la cuestión nacional
SOLO LA clase obrera de todo el Estado Español puede dar una respuesta satisfactoria a la cuestión nacional. Esta debe empezar por el más firme rechazo a la política policial de encarcelamiento e ilegalización de Batasuna y todo el Movimiento de Liberación Nacional Vasco. Quieren ilegalizar a Acción Nacionalista Vasca y al Partido Comunista de las Tierras Vascas.
Debemos luchar por la libertad de los presos políticos vascos, y anular los juicios que son una farsa que busca sepultar la cuestión nacional en Euskadi. Como parte de la lucha por los derechos democráticos, el proletariado del Estado Español deberá terminar con todo el aparato político heredado del franquismo, comenzando por la misma corona, convertida en Jefe del Estado.
Al mismo tiempo, los revolucionarios de Clase contra Clase, aunque defendemos a ETA frente a la represión del Estado burgués, somos profundamente críticos de su estrategia. Con sus atentados hace imposible la organización y lucha común de los trabajadores de todo el Estado Español, y con sus bombas atenta indiscriminadamente, no sólo contra el Estado sino también contra trabajadores e inmigrantes como en el atentado de Barajas donde murieron dos inmigrantes en diciembre, o el último atentado del 9/10.
El proletariado del Estado Español debe hacer suya la bandera por los derechos de las nacionalidades, el derecho a la autodeterminación, y hasta la escisión si hubiera una mayoría que así lo expresara. Debe luchar contra el centralismo del PP y el PSOE. Estos representantes del más rancio españolismo tratan de dividirnos del resto de nuestros hermanos trabajadores de Catalunya y Euskadi Por eso debemos pelear contra el centralismo burocrático al servicio de las multinacionales españolas, vascas, catalanas, entre otras, y pelear por la unidad del proletariado de toda la Península Ibérica.
El proletariado de Madrid, Andalucía, Aragón, Valencia y las otras autonomías, debe pelear contra estos representantes burgueses y ganarse la confianza del proletariado vasco y catalán peleando por el derecho a la autodeterminación.
Los trotskistas de Clase contra Clase luchamos por el derecho de autodeterminación contra la burguesía y el Estado Español que se lo niega. Sin embargo, no somos separatistas: por el contrario, peleamos por la unidad de la clase obrera y la formación de un partido revolucionario de todas las nacionalidades que conforman el Estado Español en la perspectiva de una voluntaria Federación Socialista de Repúblicas Hispánicas (o Ibérica si incluimos Portugal), como parte de la Federación Socialista de Europa.
Desde Clase contra Clase sostenemos que la lucha democrática del pueblo vasco por su derecho a la autodeterminación está indisolublemente ligada a la revolución obrera y socialista en el Estado Español. Sólo un Gobierno obrero y popular, producto de una revolución que desplace a la burguesía del poder podrá acabar con toda la opresión nacional
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CLAVES
– Euskadi: en lengua euskera, País Vasco.
– Batasuna: brazo político de ETA.
– Izquierda Aberzale (nacionalista): agrupa a ETA y organizaciones políticas (Batasuna, ANV, PCTV, Seguí), sindicales (LAB) y sociales(Gestoras pro-amnistía) de su entorno.
– Partido Popular (PP): partido derechista fundado por sectores del franquismo.
– Partido Socialista Obrero Español (PSOE): de tendencia socialdemócrata, fue una pieza clave en la transición (entre 1975 y 1978) luego de la dictadura, pactada entre el aparato franquista y las direcciones del movimiento obrero.
– José María Aznar: ex presidente del Estado Español y miembro del PP
– José Luis Rodríguez Zapatero: actual presidente del Estado Español y miembrodel PSOE
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