Después de 9 paros en lo que va del 2008 y de sufrir la dura represión de la Guardia Nacional los obreros venezolanos consiguen un primer triunfo
En la madrugada del miércoles 9/4, el vicepresidente de Venezuela, Ramón Carrizales, luego de las frustradas discusiones sobre las demandas de los trabajadores por un convenio colectivo justo, anunció frente a los representantes de Ternium Sidor (del grupo argentino Techint) y del Sindicato de los trabajadores de la planta, que la empresa sería nacionalizada. Aunque aún no se especificó la modalidad, mediante la cual Sidor (privatizada en 1997), pasará nuevamente a control del Estado, el hecho parece indicar que se trataba ya de una decisión tomada por parte del gobierno de asumir las riendas de la empresa. Pero de lo que no cabe duda, es que esta medida es producto y consecuencia directa de la lucha que han venido librando los trabajadores sidoristas en los últimos meses por mejores condiciones laborales y salariales, entre cuyas demanda se destacaba la reestatización de la empresa. Es decir, un triunfo de los trabajadores, y una medida que se le ha arrancado al gobierno.
Es que la lucha de los trabajadores de Sidor venía siendo el centro de un conjunto de conflictos obreros en Venezuela. Entre las más importantes empresas privadas y estatales, suman más de 55.000 trabajadores y trabajadoras que realizan huelgas, protestas y otros tipos de manifestaciones obreras del sector industrial. Se trata de luchas en empresas privadas como Bridgestone Firestone, Mitsubishi Automotriz, Toyota, Coca-Cola Femsa o en empresas estatales como Cadafe (electricidad) y la Corporación Venezolana de Guayana (aluminio), entre otras. Y es justamente con este telón de fondo, que Chávez decide intervenir directamente en el conflicto, diciendo que Sidor debía respetar los derechos de los trabajadores, luego de fracasar el trabajo sucio que venía desarrollando el gobierno a través del ministro del Trabajo. Luego de venir actuando claramente del lado de la transnacional, y de 23 días de silencio cómplice con la represión contra los obreros el pasado 14/3 por parte de su propia Guardia Nacional. La lucha de los sidoristas se venía transformando en una pelea emblemática, y la solidaridad nacional venía creciendo, como se demostró en la importante movilización el 27/3 de más de 5.000 personas, y un importante festival solidario con más de 1.000 asistentes. Como se demostró también en el Encuentro Intersindical el 29/3, donde representantes de casi un centenar de sindicatos y organizaciones obreras y políticas se hicieron presentes. En dicho encuentro se votaron importantes resoluciones: una movilización nacional y el indicativo de propuesta de un paro de actividades a nivel nacional en solidaridad.
En lo que va del año, los trabajadores de SIDOR realizaron 9 paros, frente a la negativa de la transnacional a la exigencia de los obreros de una convención colectiva justa, tras más de 15 meses de discusiones dilatadas por la patronal. En toda esta lucha, los trabajadores siempre demostraron un impresionante empuje que en muchos casos han pasado por encima de la directiva del sindicato. Y lo más importante fue el reciente referendo consultivo organizado por el Sindicato SUTISS y los trabajadores donde participó el 83,8% de los sidoristas y resultó en un contundente apoyo a sus medidas de fuerza. Se desnudó así la maniobra orquestada por la empresa y el ministro del Trabajo de Chávez, de realizar un referéndum, como una nueva maniobra para desmontar el conflicto a espaldas del Sindicato. Es esta lucha y las movilizaciones de apoyo lo que empezó a romper el cerco mediático contra los sidoristas en los medios del propio Estado para aislar la lucha, mientras se difundía la política de la patronal sin ningún tipo de limitaciones. Y fue esta lucha la que terminó obligando a Chávez a responder a las demandas de los trabajadores.
El gobierno de Chávez hasta el momento, cuando ha tenido que retomar el control de empresas que fueron privatizados en la década de los ‘90, lo hizo con indemnizaciones millonarias, incluso al valor de las acciones de la bolsa como en el caso de la CANTV o ELENCAR. También estableció empresas mixtas con las transnacionales como en la industria petrolera de la Faja del Orinoco. O como plantea hacer ahora con sectores de la industria privatizada cementera, proponiéndoles asociación mixta a transnacionales como CEMEX de México o la LAFARGE de Francia, adquiriendo las acciones a precios exorbitantes, cuando fueron rematadas a precio “de gallina flaca”.
El gobierno aún no ha establecido el mecanismo para Sidor, aunque todo apunta a proponerle a Techint una sociedad mixta, con mayoría accionaria del Estado, pagándole a Paolo Rocca las acciones a precio de mercado (los dueños de Sidor mantienen actualmente el 59,7% de las acciones, 20,3% el Estado y 20,1% entre trabajadores y jubilados). De ser así, no se trataría más que de una “seudonacionalización” como nos tiene acostumbrado Chávez.
Los trabajadores de Sidor deben exigir a Chávez, de manera inmediata, que apruebe el contrato colectivo, asumiendo sus exigencias salariales y socioeconómicas, así como la incorporación inmediata de todos los trabajadores tercerizados a la planta permanente.
Desde la Juventud de Izquierda Revolucionaria siempre estuvimos en la primera línea de solidaridad activa para el triunfo de los trabajadores sidoristas. Por eso hoy sostenemos que la lucha no puede parar, y se trata de exigir la reestatización 100% de Ternium Sidor, sin indemnización alguna, y bajo gestión obrera directa.
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