1° de Mayo: por la independencia politica de los trabajadores
Ni con el gobierno ni con el frente patronal agrario
Mientras todos los medios reflejan las amenazas de la justicia al ruralista De Angeli, ocultan que el gobierno mandó 400 policías y helicópteros de “la bonaerense” para desalojar a los trabajadores de Mafissa en La Plata que luchan contra un lock out y despidos masivos de la familia Curi, empresario colaboracionista con la dictadura. 18 estuvieron detenidos -entre ellos los valientes delegados que resistieron el desalojo- y continúan procesados.
El vice de Kirchner en la presidencia del PJ, el gobernador Scioli, que tan negociador se presenta con los ruralistas bonaerenses, violó hasta sus propias leyes lanzando la represión cuando hay una “medida cautelar” que dicta su reincorporación inmediata. Encima, la justicia que liberó a Patti los acusa de “coacción agravada” por resistir semejantes atropellos. El ahora disidente Felipe Solá que dice que “la gente de campo viene siendo maltratada” sostuvo que “la policía bonaerense es mejor que la federal” una semana después que la fuerza fue separada formalmente del control de la investigación de la causa de Julio López, que desapareció bajo su gestión como gobernador. Se habla de “internas en el gobierno” y “diferencias de estilo” para tratar con las organizaciones patronales del campo, pero para enfrentar a los trabajadores coinciden todos.
Este 1° de Mayo proponemos iniciar una gran campaña por el desprocesamiento de los textiles de Mafissa y para que triunfen sus reclamos. De la misma manera, levantamos la causa de todas las luchas obreras, como las demandas contra el techo salarial de la CGT y la CTA que expresan los trabajadores de Fate y la seccional San Fernando del sindicato del neumático, la defensa de los delegados del subte ante las persecuciones y las patotas de la UTA, el apoyo a los nuevos delegados que siguen surgiendo en las grandes empresas de la alimentación contra la burocracia sindical de Daer, los reclamos de los docentes que vienen de protagonizar una gran jornada nacional contra la impunidad en el asesinato de Carlos Fuentealba e inician, como en Neuquen, nuevos planes de lucha.
Pero no sería una verdadera jornada de lucha de los trabajadores si este 1° de mayo, en medio de la crisis política nacional más importante desde el 2001, abierta por la pelea entre el gobierno y las patronales ruralistas, no se definiera claramente independiente de los dos bandos patronales que polarizan el escenario nacional. Unos y otros llevan a sectores obreros y populares detrás de sus intereses contrarios a la mayoría explotada. Mientras la inflación sigue carcomiendo el sueldo del pueblo trabajador, el gobierno de Cristina Fernández quiere mayor recaudación para seguir pagando la deuda externa (16.100 millones de dólares este año), subsidiando a las grandes empresas, y avalando la superexplotación de los trabajadores urbanos y rurales. Los patrones del campo quieren seguir aumentando las fabulosas ganancias que obtienen con la producción agropecuaria, a costa de vender los productos de primera necesidad a precios exorbitantes y de mantener a la mayoría de los peones rurales en negro, con salarios de hambre y bajo una ley laboral dictada por Videla y Martínez de Hoz.
Para la izquierda obrera y socialista es una obligación señalar a los trabajadores y el pueblo la necesidad de su independencia políticas de ambos frentes y programas reaccionarios. Pero la crisis todavía abierta ha provocado divisiones y realineamientos, y la izquierda no es la excepción. El PCR y MST quedaron alineados con el reaccionario reclamo de las “entidades del campo”. Los que dicen que “siguen encendidas las brasas del argentinazo” , como el PCR, están en un frente con la Sociedad Rural cuyo entonces presidente Enrique Crotto declaraba: “No podemos aceptar en silencio que grupos de piqueteros corten impunemente las rutas argentinas y nada se haga para impedirlo”. El PCR y el MST, entre otros grupos de la izquierda que saltaron el alambrado, apoyaron el reaccionario bloqueo de las rutas que esta gente hizo contra el pueblo trabajador de las ciudades provocando el alza de precios. Es una capitulación que obedece a profundas razones sociales.
Siguen el giro de las clases medias, rurales y urbanas, que se oponen al gobierno, pero detrás de una alianza con la gran burguesía agraria. Como definió el líder De Angeli: “nos une la defensa de la rentabilidad”. Adicionalmente, hemos visto a Vilma Ripoll del MST y Raúl Castells concurrir al llamado de la Coalición Cívica de la gorila clerical Elisa Carrió al “foro por la reforma política” junto a toda la derecha “republicana”, el PRO de Macri, el empresario De Narváez junto a desencantados kirchneristas como Luis Juez, todos por “la transparencia y las elecciones limpias”. Así como el MST termina aliado a la Sociedad Rural hablando de “reforma agraria” y “apoyo a los pequeños chacareros”; aquí lo hacen bajo el lema de “democratizar” el sistema electoral y “defender a los partidos chicos”. El resultado es parecido, ganan los grandes: “desde la UCR, el PRO y la Coalición Cívica plantean imponer condiciones más duras para el reconocimiento legal de los partidos” (Página/12, 23 de abril).
Ante este panorama desde el PTS, junto al MAS y otras organizaciones propusimos la única política realista y unitaria. Hicimos todos los esfuerzos por lograr un acto unitario de independencia de clase, pero lamentablemente el Partido Obrero se negó. Fracasó en su intento de conciliar un acto con el MST... que no se pronunciara sobre la crisis nacional en momentos en que los ruralistas amenazan con nuevas medidas de lock out y bloqueos de alimentos. Terminó optando por hacer un acto sólo con pequeñas organizaciones que apoyaron el lock out patronal agrario, sin ninguna delimitación clara respecto a las cuatro entidades “del campo”. Es decir, con un valor político menor a cero en la actual crisis nacional (ver “Rupturismo oportunista del PO”).
El PTS junto a los compañeros del MAS convocamos al único acto de independencia política de los trabajadores, el 1° de Mayo en el Obelisco desde las 15 hs, en que hablarán luchadores de Mafissa, Fate y otras organizaciones, junto a los partidos de izquierda convocantes.
Convocamos a los luchadores
Ponemos a discusión un programa de lucha para un gran acto de independencia política de la clase trabajadora
• Rechacemos los techos salariales pactados por el gobierno y la burocracia sindical con las patronales, y exijamos un aumento de emergencia para todos los ocupados y desocupados, en el camino de un salario igual a la canasta familiar con ajuste automático por la inflación para los trabajadores de la ciudad y el campo. Por la reapertura de las paritarias, con delegados electos en la base.
• Trabajo para todos y fin de trabajo precario. Blanqueo inmediato de todos los trabajadores rurales y anulación de la ley que rige su actividad dictada por Videla, que los Kirchner mantienen vigente desde su asunción. No al saqueo de las cajas jubilatorias para pagar la deuda externa: 82% móvil ya.
• Proponemos el control obrero y popular de precios, y la confiscación de los capitalistas que acaparan alimentos básicos para especular con los precios.
• Frente a la demagogia del gobierno en su “lucha” contra la oligarquía, decimos no al desalojo de los pueblos originarios y pequeños campesinos de sus tierras por parte de la “patria sojera”, y proponemos la expropiación de los grandes terratenientes y de los grandes empresarios del agro, y también los de la minería, el petróleo y la pesca. Frente a los grandes pulpos exportadores, es necesario establecer el monopolio estatal del comercio exterior y la estatización de los puertos bajo el control de los trabajadores.
• Apoyo a las luchas obreras contra los despidos, como MAFISSA, por aumentos de salarios, como FATE, contra las persecuciones y las patotas del gobierno y la burocracia sindical como en el Subte, el INDEC, o el Casino. Defensa de las comisiones internas, sindicatos y delegados combativos.
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