Compañeras y compañeros, este día internacional de los trabajadores quiero empezar con un saludo internacionalista para los obreros venezolanos de Sidor que vienen de obtener un primer triunfo. Después de 9 paros durante este año contra la patronal de Sidor-Techint, obligaron a la nacionalización de la empresa. Es una vergüenza que los jefes de la UOM, como Naldo Brunelli y Antonio Caló, le hayan mandado una carta de súplica a Chávez pidiendo por la propiedad de los Rocca para que no la nacionalice. Al revés que los dirigentes de la UOM, nosotros decimos: expropiación sin pago de Sidor en Venezuela, ninguna indemnización al contrario de lo que propone Chávez, por una siderúrgica 100% estatal y administrada directamente por sus combativos trabajadores. ¡Viva la lucha de los obreros venezolanos de Sidor!
En segundo lugar, queremos denunciar una vez más a las tropas de los “cascos azules” en Haití, en donde Argentina participa junto a Brasil, Uruguay y Chile. Denunciamos que estas tropas de 500 militares de las fuerzas armadas genocidas argentinas colaboraron en la sangrienta represión de una verdadera rebelión popular contra la brutal escalada de precios de los alimentos, en la que hubo 5 manifestantes muertos a principios de abril. El “gobierno de los derechos humanos” ayuda a cubrir el lugar a los yanquis para que Bush siga manteniendo su difícil ocupación de Irak.¡Fuera los “cascos azules de Haití!¡Fuera yanquis de Irak!
Un problema del capitalismo internacional
El hecho que quiero resaltar es que esa revuelta masiva en Haití, fue uno de los levantamientos del hambre que se están produciendo en varios países, como vimos hace poco también con una enorme huelga general en Egipto. Es que los trabajadores enfrentamos un problema que es internacional: la escalada de los precios de los alimentos está empujando la inflación en todo el mundo, tanto en Haití y en Egipto donde se importan alimentos, como en Argentina donde son las principales exportaciones. No es sólo un problema de países semicoloniales, la inflación está golpeando en Europa, y desencadenando luchas por el salario también en los países imperialistas. Vimos a los ferroviarios en Alemania, y ahora en Francia hubo huelgas salariales en grandes plantas industriales como la Coca Cola o la Renault, y miles de secundarios y maestros se movilizan contra los recortes presupuestarios. En Inglaterra los docentes y trabajadores estatales protagonizan una huelga histórica. La crisis financiera internacional, que empezó con la crisis hipotecaria norteamericana, está llevando a una mezcla explosiva entre recesión en Estados Unidos e inflación en todo el mundo. Estamos asistiendo al fin del ciclo de crecimiento de la economía mundial de los últimos años, y a que esté volviendo la lucha de clases en todos los continentes.
Fíjense, compañeros, la irracionalidad del capitalismo: la producción de alimentos a nivel mundial creció más que la población, pero ¡la sed de ganancias y la especulación provocan nuevos levantamientos del hambre!
No estamos frente a un problema menor. El gobierno dice que el problema es mundial, y que por eso ellos no tienen nada que ver. Nosotros decimos, precisamente, el problema es mundial y se llama: grandes monopolios agroindustriales y financieros, que son los que manejan los alimentos en nuestro país y en el mundo. No se puede enfrentar esto con tímidas retenciones a las exportaciones como dice el gobierno, que no afectan un centavo a las grandes exportadoras. Se necesita tomar verdaderas medidas de defensa y soberanía nacional como la nacionalización del comercio exterior y la expropiación de las grandes comercializadoras como Cargill y los cinco monopolios multinacionales formadores de precios en la Argentina. Eso no sólo permitiría alimentos baratos en el país, sino también para los países que lo necesiten. Esto no lo hará este gobierno, ni los opositores como Carrió, y mucho menos Macri, ni tampoco la plantean los llamados “pequeños chacareros” de la Federación Agraria. O capitalismo y hambre, o los trabajadores damos nuestra propia salida. Es una opción difícil, pero es la única verdadera.
Escala móvil de salarios
En lo inmediato tenemos que plantear una medida indispensable de defensa del nivel de vida de los trabajadores y el ingreso de la mayoría nacional. En todo el mundo los jefes del capitalismo temen a una lucha de los trabajadores por recuperar el salario. Fíjense lo que dijo el presidente del Banco Central Europeo:“hay que evitar absolutamente los esquemas según los cuales los salarios nominales serían indexados a los precios de consumo”. Parece calcado de lo que dice el gobierno o las patronales de la UIA, y aceptan los dirigentes de la CGT y la CTA. Es al revés: lo que ellos quieren evitar es por lo que nosotros, los trabajadores, tenemos que pelear. Justamente que los salarios se indexen según la inflación. Esto es elemental, ya que el poder de compra hoy está en el nivel del 2001 ..¡tenemos los salarios reales al mismo nivel que con Menem y De La Rúa!
Las retenciones móviles a las exportaciones son una escala móvil de la recaudación del Estado, que recauda más si suben los precios internacionales de los granos, pero no para “distribuir la riqueza” sino para destinarlo a subsidios a los capitalistas y pagar la deuda. Nosotros necesitamos nuestra propia escala móvil, la escala móvil de salarios. Una cláusula de aumento automático de los salarios según los aumentos de precios al consumo. Y junto con esto tenemos que pelear por un mínimo que cubra la canasta básica ¡No puede ser que, con un crecimiento económico histórico como dice la presidenta, un 30% de los trabajadores que están en blanco ganen en promedio menos de 1000 pesos, los que están en negro menos y la cantidad de pobres haya aumentado a 11 millones!
Estas necesidades de los trabajadores, hace incompatible nuestra lucha con cualquiera de los bandos capitalistas que representan de un lado el gobierno y del otro las 4 organizaciones patronales del campo.
Los trabajadores socialistas ante el frente patronal agrario
Compañeras y compañeras, no hubo acto unitario este primero de mayo porque un sector de la izquierda se fue con el frente patronal agrario, lamentablemente. En la principal crisis después del 2001 hubo cierta prueba de fuego para la izquierda. Una docente de Río Gallegos nos recordaba que el año pasado en el predio de la Sociedad Rural de Santa Cruz, se alojaron las tropas de Gendarmería que mandó Kirchner contra la huelga docente. Ahora los docentes de Santa Cruz, como los de Neuquén, empezaron con medidas de fuerza por el salario. Fíjense que problema que tendrían los que están en la dirección del sindicato docente Adosac y apoyaran el paro agrario, como el MST...
Nos dicen que apoyan a los pequeños chacareros, ¿pero eso que quiere decir? ¿Que apoyan un reclamo de los campesinos del Norte o de pequeños chacareros que viven del trabajo de su familia? No, compañeros, apoyan el reclamo unificado de pequeños capitalistas junto a la oligarquía y la burguesía agraria.
Un programa que rechaza las retenciones para quedarse con toda la renta para acumular capital. “La defensa de la rentabilidad nos une a todos” dijo Alfredo de Angeli, y por eso están unidos los pequeños capitalistas de la Federación Agraria con los grandes de la Sociedad Rural. El programa del frente patronal agrario es la defensa de la rentabilidad creada por los precios internacionales que nos trasladan al consumo popular, y por los bajos salarios y el masivo trabajo en negro de los peones rurales. ¿Qué tiene que ver este punto de vista con el de los trabajadores y los socialistas? Cuando el MST de Vilma Ripoll o la CCC va detrás del frente ruralista están apoyando a los explotadores de los peones rurales, nada mas y nada menos, como dijo la compañera del Ajo de Mendoza.
Habíamos llegado a un acuerdo sobre esto con los compañeros del Partido Obrero, cuando en medio del lock out agrario, hicimos un acto común aquí en el Obelisco. Pero se bajaron de ese programa. Y en realidad en nuestra propuesta unitaria les planteamos un acto que dijera claramente no estar ni con el gobierno, ni con las patronales, ni con las cuatro ‘entidades del campo’. Miren lo que estamos diciendo, un socialista teniendo que aclarar que “no estamos con las patronales del campo”. Era lo mínimo para un acto de independencia de clase, cuando en realidad tendríamos que hacer un acto de toda la izquierda junto a los trabajadores y estudiantes combativos para decir, como en este acto, que estamos por “expropiar y nacionalizar las grandes propiedades de tierras que defienden tanto el gobierno como las cuatro entidades del campo”.
Pero no quisieron ni nombrar el tema del campo en la convocatoria. ¡Un acto en el día de los trabajadores que no se refiere en su convocatoria a semejante crisis política nacional! Para nosotros es una cuestión estratégica el problema del campo. ¿Cómo puede pensarse un gobierno de los trabajadores sin terminar con la parasitaria clase de los grandes propietarios de la tierra, directamente ligada a las grandes empresas multinacionales y a los bancos extranjeros? Nuestra perspectiva es lograr la unidad de la clase trabajadora de la ciudad y el campo para atraer como aliados a los campesinos y chacareros pobres, para expropiar a la burguesía agraria. Por ello hay que decir con total claridad política que no apoyamos ningún frente con las entidades de esa clase social enemiga. Y por eso una de las principales tareas del PTS en la crisis fue denunciar la situación de superexplotación de los peones rurales y la ley esclavista de la dictadura que regula el trabajo en el campo, y desenmascarar que esto es consentido por este gobierno y aplicado por todos los capitalistas del campo, grandes y pequeños.
Los costos de “la tregua”
Ahora los Kirchner están negociando con “la oligarquía”, concediéndoles compensaciones y subsidios. Se pueden poner de acuerdo porque, en definitiva, es una puja por distribuir una parte de la renta dentro de la misma clase dominante. Le liberan las exportaciones de carne y al pueblo nos bajan la calidad de los alimentos con los “cortes populares” y encima caros. Con la caja del Estado le van a dar subsidios a los monopolios de la leche como Sancor y a los molinos harineros, para que estos les paguen precios más altos a los productores. Una demostración más que no había que estar con ningún bando: los costos de esta “tregua” entre ellos lo pagamos los trabajadores y el pueblo, con inflación y aportando con los impuestos al consumo como el IVA, el 60% de la recaudación del Estado de donde el gobierno saca para subsidiar a los capitalistas.
Todavía los trabajadores se mantienen en la pasividad ante esta crisis de los de arriba y la influencia la ejercen las clases medias que van detrás del frente del campo. Esto explica cierto aislamiento de la izquierda obrera y socialista en este momento. Pero, compañeros y compañeras, esta crisis política que se abrió es una expresión del agotamiento del esquema económico en el que se apoyó el kirchnerismo, y está anunciando crisis mayores en el mediano plazo. Entre la misma clase dominante discuten que hay “problemas en el modelo”, y ya se empiezan a debatir alternativas patronales.
Perspectivas de crisis nacional y luchas más duras
Algunos, como los sectores financieros, dicen que la salida es “enfriar la economía”, es decir menos producción y consumo, para que la plata vaya al “ahorro”, es decir a los bancos que estafaron en el 2001. El gobierno dice que esta en contra pero, de hecho, el enfriamiento ya lo aplican imponiendo los techos salariales por debajo de la inflación, y dejando correr a algunas patronales textiles como Mafissa, donde se aplican planes de reducción de personal y el gobierno les pone la policía para desalojar la planta.
Otros, como los industriales de la UIA proponen devaluar para subir el dólar, porque dicen que necesitan “mas competitividad”. Es decir tirar más abajo el poder de compra de nuestros salarios como ya hicieron en el 2002. El gobierno quiere hacer un poco de cada cosa, cuando anuncien este 25 de Mayo el Pacto Social que intentan hacer y tiene un punto en que coinciden todos: los techos al salario por debajo de la inflación.
Es decir, no estoy planteando que se viene una lucha fácil por el salario, relativamente pacíficas como en el 2004 cuando comenzó un proceso de recuperación salarial en telefónicos o en el subte. Hoy las patronales se ensañan con los nuevos delegados y activistas, y quieren barrerlos de las empresas. A la burocracia sindical la han fortalecido con mas prebendas y poder. En todo los convenios meten una cláusula que le dicen “contribución solidaria”, del 2% de los sueldos de todos los laburantes que va directo a la caja del sindicato. Las patronales que se la pasan quejándose de los costos salariales no se quejan de ese “aporte”, porque es indispensable para ellos tener un ejército de burócratas mantenidos. Cuando los trabajadores pueden optar, votan nuevos delegados, como en las tres principales fábricas de la alimentación, donde perdieron las listas de Daer: Terrabusi, Pepsico y ahora Stani. Pero fortalecida por el gobierno y los empresarios, está envalentonada alistando grupos de choque, como la UTA que organiza el matonaje contra los delegados de la Línea 60 y el subte. O como los grupos de UPCN que hostigan a los compañeros del INDEC, o como lo vimos con la patota del SOMU y Aleara en el Casino. Y esta santa alianza entre las patronales, los jefes sindicales y el gobierno viene triunfando contra importantes luchas como fue en el Casino, en Lavadero Virasoro de Rosario, en la autopartista Dana de la zona norte.
Ojo que “el gobierno de los derechos humanos” cada vez más muestra la hilacha, como cuando aprobó las leyes “antiterroristas” por orden de Bush. La corte acaba de dictar la falta de mérito en el procesamiento a De la Rúa por los asesinatos del 20 de diciembre del 2001. La desaparición por más de 24 horas de Juan Puthod es otra muestra que las bandas de la bonaerense de los Camps, Echecolatz y Patti siguen impunes, después de la desaparición del compañero Julio López. Y Scioli envió contra los obreros de Mafissa, 700 de esos policías. Contra la centroizquierda y los que dicen que la clase obrera no puede convertirse en el sujeto que transforme la sociedad... ¡Miren que cantidad de recursos! Jueces, policías, ministros de trabajo, burócratas sindicales, todo para aterrorizar a los trabajadores y que no pongan en pie nuevas organizaciones de lucha como en el subte, en Zanon, en Mafissa, como las internas de la alimentación, de Jabón Federal, como la seccional San Fernando del neumático y el cuerpo de delegados de Fate.
Forjar una dirección para el combate
A los que estamos convencidos que la clase trabajadora con una dirección revolucionaria y sacándose de encima a esa lacra burocrática, puede enfrentar y derrotar a los capitalistas, nos ha tocado un tiempo difícil, de luchas duras. Pero ¡qué orgullo sentimos de poder compartir este tiempo con esas valientes compañeras y compañeros jóvenes del Casino, con trabajadoras rurales como las compañeras ajeras de Mendoza, con los heroicos jóvenes de MAFISSA, como ayer fueron los de Jabón Federal! Nuestro partido está orgulloso de ser parte de esos combates que está dando nuestra clase, de compartir no sólo los triunfos sino también las derrotas, aprendiendo juntos como combatir al enemigo. Estamos seguros que eso nos hará más fuertes, mejores organizados, más conscientes. Hay algunos que dicen que sólo hay que luchar cuando tenés el triunfo asegurado ¡Qué fácil! Hay luchas que no se pueden elegir, que es preferible perder con honra a rendirse sin lucha. Ojo con esa gente porque esos son los que aflojan cuando la cosa se pone difícil.
Dos campañas políticas
Tenemos planteada una tarea de preparación para luchas mas duras, reagrupando a todas las fuerzas y luchadores clasistas y socialistas, para ello proponemos dos campañas políticas. La primera es realizar juntos una fuerte tarea de esclarecimiento, de agitación y propaganda, por la escala móvil de salarios, la primera demanda de defensa del nivel de vida de los trabajadores ante la inflación, empezando por un aumento de emergencia y la exigencia de reapertura de las paritarias con delegados elegidos por los trabajadores. Desde sindicatos como el SUTNA de San Fernando y el Sindicato Ceramista de Neuquén se podría poner esta moción en todo el movimiento obrero y llamar a reagrupar a los cuerpos de delegados y comisiones internas combativas de todo el país, para ir gestando una corriente de la clase trabajadora que sea una alternativa a las actuales direcciones de los sindicatos.
La segunda propuesta es una campaña nacional e internacional para defender a los nuevos delegados y trabajadores combativos de las persecuciones judiciales, las patotas sindicales y la represión, empezando por reclamar el desprocesamiento de los 18 obreros de Mafissa y la defensa de los delegados del subte. Para terminar, los invito a luchar por un gran partido revolucionario como parte de la lucha por la reconstrucción de la IV Internacional. Ya hemos hecho una propuesta a los compañeros del MAS, del PO y otros grupos en diciembre. Será un pelea lenta y dura, pero nos llena de confianza que grandes luchadoras y luchadores como muchos que están acá, que son parte de las principales luchas de la clase trabajadora de este país, no sólo sean valientes frente a la patronal, la burocracia y el estado, sino también se propongan aprender de la historia de la lucha de clases, con las herramientas del marxismo, para construir la organización que nos permita vencer.
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