El inicio del curso en Europa ha empezado caliente. Aunque los planes de la burguesía para privatizar la educación pública ya venían gestándose desde la declaración de Bolonia de 1998, hoy en día la crisis del capitalismo a nivel mundial obliga a acelerar y endurecer estas medidas.
La huelga del 13-N: un paso más contra el Plan Bolonia y la crisis capitalista
En el Estado español el Gobierno de Rodríguez Zapatero, a tono con el resto de las burguesías europeas, hace un regalo cuantioso de 150 mil millones de euros a la Banca, con el consiguiente vaciamiento de las arcas del Estado que está precipitando, entre otras cosas, el recorte del presupuesto a las universidades.
La financiación universitaria está descentralizada, corresponde a las Comunidades Autónomas. Así por ejemplo la Comunidad de Madrid hizo un recorte del 30% o la Comunidad de Valencia que recortó un 25%, y en ambas no se podrá garantizar el pago de los salarios de trabajadores y docentes universitarios si la cosa sigue igual. Este recorte de presupuesto va parejo a un endeudamiento de las Comunidades Autónomas con el gobierno central.
El primer paso en el Estado español fue la huelga del día 22/10 contra la privatización de la educación. Las movilizaciones han venido creciendo y la última del 13/11 ha sido una de las más masivas. En Madrid salieron 20.000 personas, en Barcelona una cifra algo superior en una manifestación a la que se sumaron los docentes de enseñanza secundaria en lucha contra una ley privatizadora impulsada por el Govern Catalá, 5000 en Salamanca, 2000 en Valencia y 1000 en Zaragoza. Las movilizaciones no han sido las únicas manifestaciones del ánimo de lucha entre los estudiantes, también se han tomado facultades como Madrid, Barcelona y Valencia con la posibilidad de que se extiendan a otras ciudades. Estos procesos pueden significar los primeros pasos en este curso de organización de un sector de vanguardia.
Hace falta un movimiento estudiantil combativo, masivo, democrático y de base
La lucha no ha hecho nada más que empezar: es necesario masificar las asambleas. El movimiento estudiantil debe ser de base y democrático, con delegados revocables. Es necesario tomar como ejemplo luchas como las de Francia del CPE. Hay que rescatar estas experiencias para potenciar la ofensiva contra la actual crisis y todos sus planes privatizadores de la educación pública, que ya estaba muy degradada.
Por un Pacto obrero-estudiantil que luche contra la crisis capitalista
Los capitalistas y sus gobiernos quieren hacernos pagar esta crisis no solo a nosotros, sino todos los trabajadores, especialmente los inmigrantes, con o sin papeles. Es más necesaria que nunca la unidad obrero-estudiantil.
Coordinar y unificar nuestras demandas junto a las de los trabajadores permitirá que estemos más fuertes, retomando las enseñanzas del Mayo del 68, o la del Estado Español en el 86-88, en la que obreros y estudiantes fueron los protagonistas. Debemos de solidarizarnos con las actuales luchas de los trabajadores, como la de Nissan en Barcelona, y apoyarlas activamente en la medida de nuestras posibilidades.
¡Abajo el Plan Bolonia!
¡Ni un Euro para los banqueros!
¡Que la crisis la paguen los capitalistas!
¡Contra los despidos y la precariedad!
¡Por un curro digno al acabar los estudios!
¡Por una educación al servicio de la clase obrera!
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