Es el mayor conflicto obrero visto en años en Corea.
Lo que sigue es un informe de un obrero de una fábrica cercana muy involucrado con las actividades de solidaridad con la huelga.
Cuando terminamos el turno de la noche a las 5:30 hoy a la mañana, nos fuimos a Pyeongtaek frente a las puertas de la fábrica Ssangyong donde se están desarrollando las huelgas, al igual que ayer.
Entre las 9:00 y las 10:00 de la mañana había varios micros repletos de policías antimotines estacionados en las puertas de la fábrica, también se apostaron aproximadamente 20 camiones contra incendios.
Mientras los 2,000 policías antidisturbios estaban tratando de acercarse a la sección de pinturería de la planta, los trabajadores respondieron con hondas y a veces con cócteles molotov. Las hondas eran tan grandes que usaban tornillos y tuercas, y su distancia es lo suficientemente larga (200/300mm) para atacar al enemigo seriamente. Se quemaron cubiertas con el fin de defender la planta y el humo negro que emanaba cubría el aire encima de la fábrica.
La compañía cortó el suministro de agua y gas e impuso un bloqueo de todos los materiales para los trabajadores provenientes del exterior, incluso la provisión de medicamentos. Pareciera ser que la compañía tiene como primera estrategia desgastar a la gente para que los trabajadores se vayan de la planta de pinturería de la fábrica de manera espontánea.
Luego de regresar de ese lugar de batalla para el turno de la noche escuché que había helicópteros lanzando gases lacrimógenos contra los trabajadores que estaban luchando en los techos.
Para el 21 de Julio la KCTU (Confederación Sindical Coreana) convocó una huelga general para los días 22 a 24 de julio, principalmente para apoyar la huelga de Ssangyong y a una marcha nacional para el sábado 25 de julio. El KMWU (Sindicato de trabajadores metalúrgicos), el principal sindicato afiliado a la KCTU, llamará a la realización de huelgas parciales para los días 22 y 24 de julio en apoyo a esta huelga y a las negociaciones en curso.
Por lo tanto, mañana, más de 5,000 miembros se concentrarán en las puertas del Ssanyong y habrá otra pelea.
Continúa la huelga de Pyeongtaek en Corea del Sur
Loren Goldner (19 de Junio)
En el momento en el que escribimos estas líneas sigue la pulseada en la huelga en Ssangyong Motors en Pyeongtaek, corea del Sur, que ya lleva cuatro semanas de lucha. Muchos aspectos de la huelga recuerdan la dinámica vista en la reciente lucha de los trabajadores de Visteon en el Reino Unido y de las luchas a raíz de la reestructuración en el sector automotriz que se está dando en todo el mundo. Por otra parte, se llevó adelante la toma y ocupación de la fábrica y la preparación de una defensa violenta de la planta de ser necesario. Es la primera lucha de este tipo en Corea del Sur en años.
La compañía fue comprada hace más de tres años por la Shanghai Automotive Industry Corporation de China, que posee el 51% de la misma. En ese momento la planta Pyeongtaek empleaba a 8700 trabajadores; esa cifra se ha reducido ahora a 7000. En febrero la compañía presentó una solicitud de declaración de quiebra, proponiendo un plan de reestructuración y ofreciendo la planta de Pyeongtaek como garantía para futuros préstamos para salir de la quiebra. La corte aprobó el plan de quiebra quedando pendientes los despidos necesarios para que la compañía vuelva a ser rentable.
La estrategia de la gerencia pareciera ser un recorte del personal a largo plazo combinado con la adquisición de tecnología para operaciones en China. Desde la compra de Shanghai Automotive, no hubo nuevas inversiones en el Ssangyong Motors ni tampoco se ha lanzado ningún modelo nuevo de coche. (Los querellantes coreanos han planteado el problema sobre la legalidad de la tecnología transferida a China, ya que la tecnología en cuestión ha sido desarrollada con subsidios del gobierno coreano, pero hasta la fecha no se ha tomado ninguna acción legal.)
Los trabajadores de la planta respondieron con huelgas frente a los despidos pendientes en abril, lo que precipitó una huelga general, la toma de la planta y la ocupación por parte de 1700 trabajadores el 27 de mayo, cuando se anunció la lista de los trabajadores que iban a ser despedidos. La huelga se concentró en tres demandas principales: 1) no a los despidos 2) seguridad laboral para todos y 3) no a la externalización de la empresa. La compañía quiere obligar a que 1700 trabajadores acepten una jubilación anticipada y despidió a 300 obreros eventuales.
Los obreros de Ssangyong están organizados en el Sindicato de Obreros Metalúrgicos de Corea (KMWU por sus siglas en inglés) y tienen un promedio de 15-20 años de trabajo en la fábrica. Un trabajador promedio gana un básico de aproximadamente unos 30,000.000 won por año (aproximadamente unos 25.000 dólares canadienses, o unos USD 23.000), un obrero con contrato eventual tiene un salario de cerca de 15.000.000 won, por el mismo trabajo. (En Corea, la paga básica es sólo parte del salario, que incluye beneficios – para los trabajadores regulares – como también una paga significante de horas extras a un índice más alto, a menudo 10 horas por semana, lo que es aceptado o incluso deseado, por la mayoría de los trabajadores como un suplemento necesario para sus ingresos.)
A mitad de junio, cerca de 1.000 trabajadores seguían con la ocupación, con sus esposas y familias proveyéndoles comida. Cerca de 500 trabajadores, que no estaban en la lista de los que iban a ser despedidos estaban en sus casas y cerca de 1,000 de supervisores estaban carnereando, manteniendo las máquinas principalmente, mientras que desde la ocupación no se produjo ningún coche.
Hasta la fecha no ha habido una presencia policial generalizada en Pyeongtaek. Esto se debe en parte a la actual crisis política que se vive en Corea del Sur luego del reciente suicidio del ex presidente No My Hyeon y las subsecuentes manifestaciones en gran escala expresando la creciente indignación contra el gobierno de extrema derecha en este momento, Lee Myong Bak, se espera que las marchas ganen un mayor impulso en julio. La profunda indignación que se expresaba en las manifestaciones, que llegaron a movilizar a un millón de personas, tomó por sorpresa al gobierno de Lee, que había sido elegido en diciembre de 2007 con un programa de alto crecimiento económico y ahora desacreditado por la crisis mundial. Luego de la violencia desatada por la policía, que provocó una indignación aún mayor y llevó a más personas a las calles, el gobierno no está dispuesto a arriesgar y crear una desilusión aún mayor reprimiendo a la fábrica Pyeongtaek.
El 16 de junio, en las puertas de la fábrica se realizó una importante concentración contra la huelga que reunió a 1.500 personas. Unos 1,000 supervisores carneros, 200 matones contratados y 300 trabajadores que no figuraban en la lista de despedidos y que no apoyan la huelga asistieron a este mitin. Había unos 400 policías ahí parados, que no hicieron nada, y finalmente la asamblea de carneros fue declarada ilegal.
Durante el mitin de los carneros entre 700 y 800 trabajadores de fábricas vecinas, como la Kia Motor Company, se acercaron a defender la planta Ssangyang, en parte como respuesta a la cadena de mensajes de texto del KMWU
Los trabajadores en ocupación han hecho planes de defensa armada contra cualquier intento de la policía para recuperar la planta, almacenan tubos de hierro y cócteles molotov. Como plan de defensa piensan concentrarse en el departamento de puntura, donde los materiales inflamables disuadirán a la policía de lanzarles gases lacrimógenos y dar lugar a una explosión.
Según un activista crítico del rol de sindicato, pareciera que el KMWU permanece en control de la huelga. En contraste con el rol de los sindicatos en la huelga de Visteon en el Reino Unido y el desmantelamiento de la industria automotriz in EEUU, el KMWU hasta ahora ha apoyado las acciones ilegales de toma de la planta y la preparación de la defensa armada. Por otra parte, se ha concentrado en las demandas de no a los despidos y le han restado importancia a las demandas por la seguridad laboral para todos y contra la externalización.
El centro de la ocupación está impulsado por 50-60 grupos de base de 10 trabajadores cada uno, quienes a su vez eligen un delegado (chojang) para coordinar las acciones. De acuerdo al mismo activista, estos delegados son los más combativos y de mayor nivel de consciencia.
El resultado de esta huelga permanece en el aire. Se beneficia de un clima favorable momentáneo, que ha puesto al gobierno coreano a la defensiva, pero se enfrenta a una profunda crisis económica del sector automotor y una crisis mundial general. La planta vecina de Kia Motor Company está en el medio de negociaciones críticas de medidas de crisis, y GM-Daewoo está siendo golpeada por la reorganización mundial de GM. La estrategia de la compañía, como en el caso de Visteon, pareciera ser, en el mejor de los casos, un lento desgaste (implementado desde 2006) o incluso directamente un cierre de la planta. La lucha de la Ssangyong Motor puede que encienda la mecha en la industria automotriz en Corea y en el resto del mundo, o lo que puede ser más factible, que sea sofocada, lentamente o no tan lentamente, en su actual aislamiento.
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