En la madrugada del 4/8 se desató una brutal represión, que duró hasta entrada la tarde, contra los trabajadores cuando 2.500 policías asaltaron la planta ocupada por sus operarios. Las fuerzas especiales usaron escaleras giratorias para llegar al techo donde se habían apostado guardias de trabajadores para controlar la ocupación y enviaron 3 helicópteros para reforzar el ataque policial.
La policía logró desmontar las barricadas en las puertas de la fábrica, a 5 metros del departamento de pinturería (el núcleo de la ocupación). Los trabajadores se defienden en una lucha cuerpo a cuerpo y con bombas molotov.
La brutal ofensiva logró atrincherar a los trabajadores en la planta de pinturería. Esta planta -el único sector que permanece ocupado por 500 obreros- parecía un campo de batalla, la sección está cercada por fuego, helicópteros y cañones de agua con el fin de aislar y desalojar el lugar. El resto ha sido controlado por la policía. Varios operarios resultaron heridos en los ataques y 30 de ellos debieron recibir tratamiento médico. Este ataque se da luego de una semana en la que los trabajadores sufrieron un bloqueo total, casi sin acceso a comida ni agua. Muchos operarios heridos no pudieron recibir asistencia médica debido al bloqueo.
Como informamos en La Verdad Obrera N° 336, luego del anuncio de la patronal de un drástico recorte de un tercio de la fuerza laboral, 1.000 trabajadores decidieron ocupar la planta de la automotriz. Después de 2 meses y medio, la lucha permanece aislada, principalmente por la política de las direcciones sindicales que a pesar de apoyar las medidas se niegan a extender y hacer activa la solidaridad. A la fecha, 500 trabajadores permanecen en la ocupación en una heroica resistencia enfrentando métodos brutales de represión y bajo amenaza de desalojo constante. Durante el fin de semana hubo negociaciones con la patronal pero no se llegó a ningún acuerdo -porque la empresa pone como condición el abandono de la planta-. Se trata de una huelga testigo: de lograr imponerse las demandas de los trabajadores, sentaría un precedente ante los próximos ataques de que se puede enfrentar los planes de recortes. Quieren disciplinar a futuro al resto de los trabajadores automotrices y de otros sectores.
Al cierre de esta edición nos informaban que el enfrentamiento ha cedido un poco y que algunos trabajadores han dejado la ocupación. Ahora, luego de comandar la represión, el jefe de la policía promete “sentencias más leves” para aquellos que se entreguen antes del 6/8. Los trabajadores que mantienen la ocupación están dispuestos a seguir peleando y se preparan para responder a futuros ataques. En las paredes de la sección de pinturería se lee una pintada de los trabajadores que resisten: “¡Si no quieren hablar con nosotros, les conviene matarnos a todos!”
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