A más de dos meses del golpe de Estado en Honduras, el gobierno de facto de Micheletti sigue en el poder y en un intento por legitimar el golpe y desarticular la resistencia popular, ha abierto el proceso electoral en vistas a las próximas elecciones presidenciales del 29 de noviembre. A pesar de que el imperialismo norteamericano se puso a tono con la OEA y anunció la semana pasada que no reconocería el resultado de las elecciones convocadas por Micheletti, su política ha sido naturalizar el golpe por la vía de la negociación con los golpistas, apelando a la mediación de Óscar Arias, aceptada no sólo por Zelaya sino también por todos los gobiernos latinoamericanos, incluidos Chávez y el bloque del ALBA. Las elecciones son una farsa para legitimar al régimen que en su conjunto avaló el golpe cívico-militar, la represión al pueblo hondureño, las horrorosas violaciones a los derechos humanos y la instalación de una dictadura a favor de los intereses de la burguesía hondureña y del imperialismo norteamericano. En el seno de la resistencia se ha abierto un debate sobre cómo actuar frente a esta maniobra de Micheletti y el régimen golpista. Desde la Fracción Trotskista, hacemos nuestro el llamado de miles de trabajadores, jóvenes, estudiantes, campesinos y sectores populares, a organizar el boicot activo a las elecciones y a redoblar la lucha por derrotar el golpe y por una Asamblea Constituyente Revolucionaria. La política de Zelaya de negociar con los golpistas con el aval de Washington y su llamado a la resistencia pacífica se demostró impotente, dejando a las masas inermes frente a la represión estatal y permitiendo que se asentara el golpe. Es necesario profundizar la movilización, organizar la huelga general hasta que caiga el gobierno de Micheletti, poner en pie comités de base de la resistencia para organizar el boicot, las acciones y la autodefensa contra la represión. A la vez llamamos a la más amplia unidad de acción a todas las organizaciones obreras, estudiantiles, de derechos humanos, de izquierda y a todos aquellos que se reivindican antiimperialistas en toda América Latina, en solidaridad con la lucha del pueblo hondureño contra el golpe de Estado. A continuación entrevistamos a Sandra, de la LTS Contracorriente de México, organización hermana del PTS, que se encuentra en Honduras.
¿Cuáles son las acciones que viene desarrollando la resistencia hondureña frente al golpe?
En estos días las marchas vienen siendo tranquilas, aunque se mantiene la vigilancia policial y militar constantes. Existe un movimiento organizado en todo el país para mantener las calles con consignas y sin propaganda electoral, las pintas más comunes son “Fuera golpistas”, “No vote”, “Elecciones golpistas”, entre otras.
La resistencia ha mantenido movilizaciones todos los días desde que inició el golpe, se hacen recorridos a diario de 3 a 5 horas en las principales ciudades del país, en los que se movilizan decenas de miles. Esto es muy significativo porque se ha desarrollado un movimiento permanente en las calles que no permite al gobierno golpista imponer la “normalidad”. Las manifestaciones tienen un enorme respaldo social, las personas salen de sus casas para recibir las marchas, gritan consignas y ofrecen agua a los manifestantes. En el interior del país también se vive una situación muy politizada, hay comunidades que vienen de procesos de luchas por la defensa de sus tierras desde hace años, que con sus propios métodos de lucha se han incorporado a la resistencia, comunidades armadas históricamente, donde hoy no entra el Ejército. En San Pedro Sula, donde participan de la resistencia al menos 75.000 personas, se mantienen movilizaciones también a diario. En Choluteca, el domingo 6/9 hubo enfrentamientos durante el acto electoral del candidato a gobernador del Partido Liberal, Elvin Santos, que fue recibido a huevazos por los pobladores. Santos respondió con un grupo de matones que dispararon a la población, que se defendió durante más de una hora hasta echar al candidato.
La participación de las mujeres ha sido fundamental, con la incorporación a la lucha de distintas organizaciones de mujeres y feministas, como Feministas en Resistencia, entre otras, junto con la masiva participación de las trabajadoras del magisterio, la salud y las amas de casa. En cuanto a los medios de comunicación, estos han sido comprados o tomados por el régimen golpista, que hoy controla casi todo, mientras la gente los repudia. Aún se mantienen dos radiodifusoras en Tegucigalpa y un canal en Choluteca, que aunque han sufrido represión, censura y atentados siguen al aire. Cuando Cholusat Sur del Canal 36 fue bombardeada por los golpistas, el dueño del canal llamó al pueblo de Choluteca a defender la señal, la respuesta de la gente fue impresionante y sólo por eso sigue al aire ahora. Estos se han convertido en los canales de máxima expresión de la resistencia.
Son conocidas las denuncias de persecuciones y represión en Honduras, ¿qué nos podés contar sobre esto?
Se vive una fuerte represión a manos de la policía y el ejército todos los días. Se consolidan las labores de inteligencia y represión bajo la nueva dirección de Billy Joya, un repudiado asesino y torturador de la época de la “guerra sucia” en Honduras bajo el mando de la CIA, formado en la Escuela de las Américas y fundador de los escuadrones de la muerte. El clima de impunidad y represión sistemática está endureciendo los ataques contra la resistencia, como es el caso del asesinato del militante de la Resistencia Ismael Padilla el 29/8. También aumentan los testimonios, no presentados ante autoridades judiciales, de abusos y violaciones a mujeres en lucha a manos del ejército por el miedo a sufrir mayor represión, y ha quedado en evidencia que se intenta dar un escarmiento a las mujeres que se encuentran en lucha. Otro hecho importante es que muchos manifestantes ubicados cuando finalizan las marchas son detenidos y golpeados con el objetivo de que abandonen la lucha. Muchos docentes han sido capturados y ultrajados en el norte del país, a otros los están llamando a juicios por cargos ridículos como sedición con amenaza de cárcel. Muchos son juzgados a 3 horas de sus casas para desgastarlos, a otros les están cambiando sus centros de trabajo, enviándolos a colonias lejanas. El ejército en Honduras actúa con un especial odio contra la Resistencia, como lo demuestran las persecuciones, represión y asesinatos durante los meses que siguieron al golpe.
Sabemos que se está intentando imponer la campaña electoral, y por esta vía, la consolidación completa del régimen golpista, ¿qué nos podés decir sobre esto?
La represión que describo más arriba es parte de la política con la que se buscan imponer las elecciones, intentando alinear a la resistencia antes de noviembre. Los noticieros todos los días hacen “grandes” análisis sobre lo beneficioso que sería para toda la población asistir a votar el 29 de noviembre, cerrando así la crisis actual. Al régimen golpista le preocupa la Resistencia porque es un elemento real que puede impedir la realización de las elecciones. Algunos analistas llaman al gobierno a dialogar con la Resistencia si quiere llegar a las elecciones con cierta armonía, pero la gente responde: “¿y qué nos piensa ofrecer?, ¿la vuelta de Zelaya o más represión?”. Los principales candidatos del Partido Liberal se han enfrentado a movilizaciones de repudio y una mayoría de la Resistencia viene planteando el boicot, por eso desde los medios ya se están lanzando amenazas de represión si se intenta impedir la elección. Ni siquiera los sectores más moderados de la población ven en las elecciones la salida a la crisis política actual.
Mucha gente ve en la realización de una Asamblea Constituyente la vía para regresar a un régimen democrático. Mientras los golpistas intentan avanzar con la campaña, hay un sector al interior de la Resistencia que mantiene la presentación de candidaturas independientes como la de Carlos Reyes, aunque algunos candidatos plantean que si continúa el golpe para el momento de las elecciones renunciarían al cargo. Lamentablemente esta posición, a pesar de declarar su renuncia si continúa el golpe, en los hechos hoy alimenta las expectativas electorales contra una salida independiente, de extensión de la lucha mediante la huelga general hasta que caiga el golpe y una Asamblea Constituyente Revolucionaria sobre las ruinas del régimen golpista. Hay además un pequeño sector que plantea como posibilidad que Zelaya o su familia llamen a votar por los independientes para fortalecer la posibilidad de su regreso a Honduras. Y el sector que plantea más abiertamente el boicot discute los términos del mismo si sigue el golpe para el momento de las elecciones.
¿Cómo se encuentran hoy los golpistas y la resistencia a más de 2 meses del golpe militar?
A más de 70 días los golpistas siguen jugando a consolidarse con el financiamiento externo, la legitimidad que le brinda la vía de negociación y constante diálogo impulsados por el gobierno de EE.UU. y la OEA y una mayor represión interna. Por otra parte, deja que transcurran las marchas como medida de desgaste mientras arma sus elecciones.
Como parte de la resistencia, se han incorporado al paro de labores los trabajadores de las empresas estatales como: la ENEE (de Energía Eléctrica), el Servicio Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA), la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (HONDUTEL) y otras empresas más del Estado, cuyos empleados están afiliados a las tres centrales obreras que hay en el país. En semanas pasadas los controladores aéreos y los médicos participaron también en el movimiento paralizando labores.
¿Qué perspectivas ves hoy?
Es muy importante que la lucha de la resistencia se extienda en términos de organización, extender una perspectiva independiente y avanzar en una convocatoria de los sindicatos y organizaciones obreras del país a una huelga general hasta que caiga el golpe.
Ante la represión es necesario fortalecer las acciones de autodefensa contra las desapariciones, persecuciones y asesinatos. Frente a la trampa electoral del 29 de noviembre es necesario plantear claramente el boicot, para desenmascarar esta política que no hace más que consolidar el régimen golpista.
Los trabajadores y los pueblos de toda América Latina tenemos que redoblar la movilización en solidaridad con la resistencia en Honduras hasta terminar con el golpe.
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