El sindicato de Rodolfo Daer está cada vez peor en Terrabusi, y la bronca comienza a generalizarse en su contra. Algunos llegan a comentar por abajo sino habría que convocar un plebiscito en la fábrica (“como en el Subte y crear nuestro propio sindicato”); ratificar a la vez los delegados por sector y sacarse de encima a la burocracia sindical. Cambia, todo cambia

Este sentir que recorre Pacheco, es algo que se extiende en la juventud trabajadora, donde la representatividad de la vieja burocracia huele a podrido. En particular, en Terra, más del 60% de la fábrica tiene entre 20 y 30 años, y al calor de la lucha se han ido fogueando y organizando, y no piensan entregar la fuente de trabajo y sus conquistas. Una de ellas, y tal vez las más apreciada, es el Cuerpo de Delegados por Sector (CDS).

“Lo votamos en asamblea en el 2008 -comenta C.M., uno de los delegados despedidos entre las barras del portón-, y surge como una necesidad para organizarnos frente a las formas esclavistas, y viene a blanquear una representación que se daba de hecho en las líneas de producción, a causa de la brutalidad de la empresa y la limitación de una comisión interna de once miembros que no puede cubrir toda la planta, que ocupa más de 30 hectáreas y donde los problemas laborales son cotidianos”.

Tres mil galletitas por segundo

Esta forma de organización de base les permitió enfrentar métodos de producción durísimos, que multiplica accidentes de trabajo y envió a más de 150 trabajadores a tareas livianas. “Acá trabajamos a destajo -comenta C.M.-, bajo un ritmo muy intenso ya que la ganancia de la empresa está basada en la cantidad. Por día procesamos más de 3000 toneladas de harina y llegamos a sacar 3000 galletitas por segundo. Estas condiciones de trabajo junto a los sueldos bajos, más una burocracia entregada a la patronal, fue generando esta rebeldía que se extiende y refleja en el CDS”.

Porqué hay que fortalecer el Cuerpo de Delegados

“En primer lugar porque ha logrado organizar a los compañeros línea por línea -contesta-, llevando los reclamos adelante y estableciendo una forma de representación sindical profunda, adentro y afuera. Hace más de un año y medio que existe, y nunca fue reconocido justamente por el papel que cumple. Nació desde las bases, y por eso Daer nunca pudo comprarlo; y cuando lograron pintar a alguien de verde, rápidamente se los reemplazó votando a otros delegados. Viene cumpliendo su rol en silencio, pero de forma extensa. Logrando unir los tres turnos, que históricamente estaban distanciados e incomunicados” Hoy, aquel proceso desde abajo, se refleja en esta tenaz resistencia contra los despidos.

H.E.