Tegucigalpa.- En el día de hoy, se realizó una movilización de la Resistencia, partiendo de la Universidad de Pedagogía, con una asistencia masiva. El gobierno ha decidido rodear las movilizaciones con cientos de militares armados, policías y tanquetas, así como camionetas y autos de civil, que anuncian la represión en cualquier momento.
Este amenazante despliegue policíaco, es a lo que ha recurrido el régimen golpista, en un intento por derrotar a la resistencia durante el día acosando, deteniendo y golpeando activistas, mientras en las noches invade las colonias, dispara a la juventud y gasea las casas.
Además el día de ayer se hicieron denuncias desde la embajada de Brasil, de gases químicos que estaban afectando la salud de los funcionarios, prensa y Zelaya en el interior, aunque los golpistas han negado todo.
Hoy llegó un grupo grande de periodistas brasileños y un funcionario del gobierno de Lula enviado especialmente para verificar cuál es la situación dentro de la embajada. A su llegada estuvo gestionando junto con la prensa por más de 5 horas para que le permitieran ingresar y ésto no fue posible, hasta que los militares retiraron 2 calles de retenes en un intento por disimular el hostigamiento que mantienen en la zona. En tanto el gobierno no deja de llamarle a la embajada "el local prestado a Brasil", en una franca descalificación con la relación diplomática y su autonomía. Al ingreso de la delegación brasileña, como en todos los casos, les fueron retirados la mitad de los víveres que pretendían ingresar, así como la ropa y medicamentos.
Sobre esta base Zelaya sigue llamando a la negociación con el régimen golpista, cosa que un sector importante de la resistencia no comprende, cómo puede haber negociación mientras no cede la militarización, los asesinatos y las detenciones ilegales.

Es que el gobierno tiene una profunda crisis y busca cómo salir lo mejor librado de su pronta caída, no escatima en la represión que de última hora le de un aliento que le permita recomponerse, apoyado en la tibieza de la OEA, la ONU, Obama y del apoyo que siempre ha mantenido de un sector del imperialismo.

La resistencia ha sido contundente en su demanda, que caigan los golpistas y cese a la represión. Por ello, es fundamental que ahora que el régimen está debilitado, en vez de fortalecer una salida negociada impulsada por el Plan Arias, que sólo permitirá la subsistencia de los mismos políticos golpistas en el poder, reciclados, sin un juicio por todas las violaciones a los derechos humanos y asesinatos. Es fundamental que se imponga una huelga general que incorpore a todos los trabajadores del país a la lucha que flaquee a los golpistas. Además, es clave fortalecer la autodefensa que se ha generando en los barrios, formando comités por colonia y centralizando la resistencia contra la represión, que planifiquemos y sigamos los mejores métodos con los que se ha impedido la entrada de militares en los barrios, que formemos listas de detenidos y desaparecidos, para iniciar una campaña nacional por su aparición con vida y la liberación de todos los presos políticos.