El triunfo que encabezó Javier “Poke” Hermosilla se explica por varios motivos
La verdad más profunda es que desde el año 2003 - cuando comienza la reactivación económica - Terrabusi, como una gran parte de las fábricas del país, comenzó a llenarse de nuevos trabajadores, en su mayoría jóvenes. Trabajadores sin experiencia sindical pero sin prejuicios. Miles de nuevos obreros sin la tradición peronista, sin respeto por la burocracia sindical, con rebeldía. Muchos pasaban de una fábrica a otra debido a los contratos que se vencían. En el 2006 estos contratados y tercerizados empiezan a pelear y cambiar el clima. Primero un quite de colaboración de 6 meses. Luego, en el 2007, saltan los molinetes cuando se les “vence el contrato” y quedaban despedidos. Hay corte de Panamericana y un día de paro contra los despidos de contratados y por aumento salarial. El conjunto de los trabajadores que saltan el molinete, quedaron efectivos. La fábrica cambió para siempre.
El sindicalismo de base en la Zona Norte
En los alrededores se empieza a respirar un clima parecido. Por ejemplo en FATE. Los obreros de la planta de Victoria - en 2007 - cortan la Panamericana. junto a los de Terrabusi. Piden aumento de salario, forman la Comisión de Fondo de Huelga donde más de 100 obreros se organizan por fuera de la burocracia. La burocracia pro-patronal de la Bordó cae y el propio Wasiejko es corrido en una asamblea por decenas de obreros. La práctica asamblearia llega a esta gran fábrica de neumáticos. A pocas cuadras de ahí, en Stani Cadbury, otra grande de la alimentación, se quiere despedir a un importante activista. Siguiendo el ejemplo de Terrabusi el compañero Cabana salta los molinetes, entra a la planta y esta se paraliza hasta que lo reincorporan. Hoy él es parte de la Comisión Interna.
Estos son sólo ejemplos de la Zona Norte del Gran Buenos Aires de lo que se llamó el “sindicalismo de base”. Ansias de participación y rebeldía, tendencias a la auto organización en el marco de una burocracia débil, una economía en crecimiento y un discurso gubernamental a favor de los derechos humanos que ayudó a la politización de esta nueva generación obrera.
Lo cierto es que los compañeros de la CCC que hegemonizaban la Interna, nunca quisieron ser parte de este fenómeno. Más aún, por lo general lo vieron con hostilidad, como si fuese un peligro para su política conservadora, más que una enorme oportunidad para desarrollar una corriente antiburocrática en el movimiento obrero de Zona Norte. El turno noche de Terrabusi fue donde más se desarrolló este fenómeno. El compañero Hermosilla fue expresión de el, y al mismo tiempo impulsor y organizador. Comenzaron las reuniones amplias fuera de la fábrica, verdaderas asambleas que contrastaban con la poca actividad sindical del resto de la fábrica donde la CCC tenía todo su peso. Los dirigentes de la Interna llegaron a hostigar al turno noche por hacer estas reuniones, por organizarse amplia y democráticamente.
La agrupación “Desde Abajo”, impulsada desde la Comisión Interna de PepsiCo dirigida por los compañeros Leo Norniella y Caty Balaguer, se extiende a Terrabusi con este proceso y busca desarrollarlo. Muchos de sus integrantes fueron de los principales activistas de este proceso profundo que se desarrolla no sólo en la Alimentación sino en otros gremios industriales y, hay que decirlo, permanece oculto para los ojos de la enorme mayoría de la izquierda.
Un ataque al ‘estado asambleario’
A principios del 2008 se organiza el Cuerpo de Delegados que fue votado en primer lugar en el turno noche. Al día siguiente lo vota la tarde. Pasando por múltiples conflictos, escaramuzas, paros se llega a la rebelión de la gripe A. La fábrica es “incontrolable”, se vive en “estado asambleario”, se queja el abogado de la UIA De Diego y se planifica el ataque. Cuando en agosto de 2009 la fábrica es atacada, no casualmente la mayoría de los despidos se dan en el turno noche. Durante todo el conflicto este activismo se destacó. Los cortes de Panamericana por la mañana, a la salida del turno noche fueron la mayoría y donde más trabajadores participaban. El estado asambleario genuino de la noche contrastaba con las “habladas“, especie de actos con monólogos, que hacían la mayoría de la Interna. En la lucha misma la base de los otros turnos se vió impactada.
Un ataque brutal llevó a cientos de mujeres que habían estado pasivas durante años a la lucha. Las compañeras del turno mañana, durante 38 días, mantuvieron un paro de brazos caídos donde apoyaron a los despedidos dándole a los “líderes” (encargados) argumentos de todo tipo para que no puedan ser acusadas al mismo tiempo que paraban en solidaridad. La tarde, que había sido la vanguardia en la lucha por la gripe A, se mantiene organizada. Por la mañana se llegó a echar a la policía cuando quiso arrestar a los compañeros despedidos en el comedor. Los de la tarde echaron a la fiscal Capra. La enorme experiencia de la lucha cambió a cientos y cientos de compañeros. Se hizo una experiencia con la Justicia, con el Ministerio y el gobierno, con Daer, con Moyano, incluso con la embajada norteamericana, todos funcionales a los intereses de la empresa. La lucha fue ejemplar: los delegados y despedidos saltaron los alambrados para mantenerse en sus puestos de trabajo pese a que ya estaba la policía en el predio, se enfrentó la represión y aún en plena conciliación obligatoria se hicieron cortes de ruta y movilizaciones, cosa que nunca se logró en la huelga de FATE del año pasado.
Durante el largo conflicto mantuvimos la unidad con el resto de la CI, pero dando muchas duras discusiones al interior de la fábrica (y en las acciones de solidaridad afuera) para que no se impusiera un rumbo equivocado. Así impulsamos siempre el frente único para enfrentar a un monstruo como Kraft Foods y sus aliados.
Dos métodos distintos
Cuando la mayoría de la Comisión Interna decide firmar en forma inconsulta el Acta Acuerdo y dejar afuera a 53 compañeros la lucha no estaba derrotada, todo lo contrario. La misma elección del martes 3 de noviembre muestra que había fuerzas para seguir y deja en evidencia la mentira de las asambleas “masivas” en los turnos mañana y tarde que habrían aprobado el acta luego de la firma. La mayoría de la Interna que históricamente le había dado la espalda a todo este despertar de cientos de trabajadores, esta vez aparece abiertamente contra los despedidos utilizando métodos no democráticos, violando mandatos de asamblea. Sus métodos antidemocráticos de conducción chocaron con el avance de una gran parte de los trabajadores.
El compañero Hermosilla que había sido impulsor de la organización democrática del turno noche se niega a firmar el Acta y su influencia se extiende a la mañana y la tarde. Los métodos clasistas y democráticos que son característicos de la agrupación “Desde Abajo” son llevados a la práctica. Los compañeros de la noche proponen formar una lista de unidad pese a las diferencias que se expresaron ya que se había llamado a una elección condicionada y era necesario aplastar electoralmente a la burocracia de Daer. Reciben como respuesta agravios por parte de la mayoría de la Interna. Hermosilla es acusado de ser “pro patronal” por criticar el acuerdo. Sectores amplios de la fábrica repudian este método donde el que disiente es calumniado. De una Interna de 11, sólo uno se opone a la firma del Acta y a los métodos de calumnias. Cuatro integrantes de la Interna renuncian a la fábrica y se van luego de la represión. La mayoría de la Interna nunca sacó un comunicado explicando esta situación y sin embargo no dejaba de atacar a los que querían continuar con la lucha. Con la experiencia realizada, la conciencia de la amplia mayoría de la fábrica había avanzado mucho como para que una dirección conservadora y con métodos antidemocráticos, se mantuviera sin crisis. El sector de Bogado incluye en su lista a un ex congresal verde, nada menos que en el turno noche, sin darse cuenta que cientos de trabajadores luego de semejante experiencia iban a repudiar esta política.
El turno noche logra mantener una organización ejemplar que se expresa el mismo día de la elección. En dos horas y media (porque la elección debía ser de 3 a 6 y el sindicato largó a las 3 y media) votan 500 personas parando la planta. Decenas de compañeros de este turno que estaban de vacaciones van especialmente a votar. Vota casi la totalidad de los presentes y un 76% lo hace por la Lista 1. En la mañana (en 8 horas de votación) y la tarde (4 horas) cerca de un 25% lo hace por esta lista, cuando sobre todo a la mañana, la presencia de este sector de activistas y de la agrupación “Desde Abajo” era casi nula. La Lista 2 de Bogado gana los turnos mañana y tarde, aunque en ambos turnos la concurrencia es notoriamente menor que a la noche. La gran ventaja conseguida a la noche por la Lista 1, que supera a la 2 en más de 320 votos, se hace indescontable, aunque al final la diferencia es mínima. La lista de Daer queda tercera cómoda.
Después del triunfo electoral, las próximas tareas
La idea que había que “cambiar para mejor” fue calando. El surgimiento de un sector combativo diferenciado de la Interna aumentó las aspiraciones de gran parte de los trabajadores a la participación, a sus derechos democráticos, al respeto a su voluntad. La campaña de la Lista 1 que hacía hincapié en la necesidad de recuperar el Cuerpo de Delegados llegó a la base y consiguió simpatía. La lista de Bogado no hizo referencia alguna al Cuerpo de Delegados que había sido destruido en el conflicto y es necesario volver a poner en pie.
Estas son las razones del triunfo ajustado de la lista 1. La elección estuvo condicionada fuertemente como explicamos en el número anterior de LVO, con 53 compañeros afuera, sin padrones, con urnas volante, con policías en los alrededores. La idea de votar por Bogado para derrotar a Daer, odiado por la mayoría, también fue un condicionante en estas elecciones. Así y todo se ganó.
Luego del escrutinio, el Ministerio y Daer intentaron una maniobra desesperada para organizar un fraude. Horas después del recuento hicieron aparecer una urna que cambiaba el resultado de la votación. Se trataba de una urna de repositores externos que había sido impugnada por la Lista 1 y la 2, al igual que los votos de los administrativos.
Correctamente Bogado dijo que no iba a aceptar que se sume una urna que él mismo había impugnado y reconoció el triunfo de la Lista 1.
Ahora se necesita recuperar la unidad de la fábrica. En primer lugar volver a poner en pie el Cuerpo de Delegados por sector. Siempre dijimos que 11 personas no pueden resolver los problemas cotidianos de 2700 compañeros en 3 turnos. La nueva Comisión Interna debe estar abierta a todos los trabajadores, en primer lugar a los compañeros de la Lista 2 de Bogado, sobre todo en los turnos mañana y tarde. Se tiene que lograr que con las diferencias exista una verdadera libertad para todas las opiniones y tendencias. Se necesita una Comisión de Mujeres para que sean escuchados los reclamos de las compañeras, la mayoría de la fábrica y su sector más explotado. Y por sobre todo, un plan serio para luchar unificadamente por la reincorporación de todos los despedidos, viendo las medidas que en este momento se pueden realizar. Los delegados ya se proponen coordinar con las comisiones internas y organizaciones de lucha de la zona y a nivel nacional, en especial con las del gremio de la alimentación. Se vienen grandes desafíos, quizás históricos, para los luchadores. Lo que pasa en Terrabusi no es para nada un fenómeno único e irrepetible. Fenómenos similares, más o menos desarrollados se dan en muchas fábricas y talleres, y la posibilidad de ayudar a organizar por parte de las corrientes de izquierda a sectores de la vanguardia obrera, está al alcance de la mano. No hay más que proponérselo y tener confianza en la fuerza y la inteligencia de la clase trabajadora, que será capaz de muchísimo más. El PTS viene tomando desde hace tiempo este desafío que hoy con este avance, nos proponemos profundizar.
Es más oportuno que nunca el lanzamiento de la corriente político-sindical que se realizó desde el hotel Bauen, a propuesta de los ceramistas de Zanon, con el ala izquierda del Cuerpo de Delegados de Subte y con varios de los que hoy ganaron la Interna de Terrabusi.
Las elecciones gremiales en Kraft: de 1993 a 2009
Resultados desde el año 1993 de las elecciones a Comisión Interna en las que siempre ganó la lista encabezada por Ramón Bogado-hasta ahora*:
Año 1993: 890 votos (Lista única de Bogado)
Año 1995: 904 votos (Lista de Bogado) a 395 (Lista de Daer)
Año 1997: 725 votos (Lista de Bogado) a 285 (Lista de Daer) y 219 (Lista organizada por la empresa)
Año 1999: 944 votos (Lista de Bogado) a 572 (Lista de Daer)
Año 2001: 952 votos (Lista de Bogado) a 598 (Lista de Daer)
Año 2003: 1064 votos (Lista de Bogado) a 445 (Lista de Daer)
Año 2005: 1124 votos (Lista 1 de Bogado y Hermosilla) y 394 votos (Lista 2 de Daer) y 125 (Lista 3 organizada por la empresa)
Año 2007: 1106 votos (Lista única de Bogado y Hermosilla)
Año 2009: 676 votos (Lista 1 de Hermosilla) a 660 votos (Lista 2 de Bogado) y 390 votos (Lista 3 de Daer)
* Los datos sólo cuentan los votos positivos. Los votos en blanco y/o impugnados son en todos los casos marginales.
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