El 17 de diciembre, en el marco de las masivas protestas durante la Cumbre del Clima en la ciudad danesa de Copenhague, fue detenido el dirigente de Greenpeace – España, López de Uralde por colarse en la cena de gala de los Jefes de Estado y desplegar una pancarta con la leyenda “los políticos hablan, los líderes actúan”.

La policía danesa resaltó por la desproporcionada brutalidad contra las manifestaciones mayormente pacíficas y realizar más de 1.000 detenciones.

Junto a otros tres activistas de la misma organización, López continúa preso y ha denunciado malos tratos como mantenerlo en aislamiento con las luces encendidas de forma permanente y mezclarlo con los presos comunes. Su esposa y hermano recién pudieron visitarlo en 4 de enero y manifestaron que lo vieron mucho más flaco e indignado por las condiciones de su detención. “Nos tratan como a perros”, definió.

Exigimos la inmediata libertad sin cargos para los activistas presos.