El 7/2 se realizaron las elecciones en Costa Rica, en las que triunfó la candidata oficialista Laura Chinchilla, apoyada por el actual presidente neoliberal Óscar Arias. El triunfo de Chinchilla no sorprendió a nadie, ya que era la favorita en las encuestas. Lo que si sorprendió fue ver a algunos grupos que se reclaman trotskistas llamando a votar por una variante de centroizquierda como el Frente Amplio (FA). Con distintos argumentos, tanto el MAS de Costa Rica (parte de la Liga Internacional de Trabajadores-LIT) como el PST (vinculado al “Nuevo MAS” de Argentina), llamaron a votar por quienes apoyaron en 2009 la Ley Antiterrorista, y quienes fueron los principales responsables de haber llevado las masivas movilizaciones contra el TLC con EE.UU. al callejón sin salida del referéndum.
El grupo de la LIT llamó a votar al FA con el argumento de que esto va en la dirección de “construir un partido conscientemente clasista y socialista que enfrente consecuentemente a la burguesía” (sic!). Por su parte, los amigos del MAS argentino llamaron a un voto crítico por el candidato José María Villata, por sus posiciones “progresistas” dentro del FA. Esta política de seguidismo a la centroizquierda sólo siembra confusión entre los trabajadores alejándolos de una política independiente y subordinándolos a alguna variante burguesa. Así lo demostró el FA, cuyas principales figuras, Merino y el “progresista” Villata, ya prometieron ser una oposición “responsable” al gobierno de Chinchilla, con quien se reunieron la semana pasada.
La LRS, organización hermana del PTS en Costa Rica, llamó a no votar o votar nulo y a forjar un gran polo de independencia política de la clase obrera.
Puede leerse su declaración en lrscostarica.blogspot.com.
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