1.- La catástrofe nacional surgida con el terremoto de un día atrás, generó una crisis social de magnitudes históricas que están sufriendo los trabajadores y el pueblo pobre. Ante eso, ya hemos empezado a ver los primeros focos de saqueos donde sectores obreros y populares, ante la nula respuesta de abastecimiento de alimentación y servicios básicos por parte del gobierno y ante la desesperación de estar totalmente desamparados, están reaccionando con saqueos para poder acceder a los niveles mínimos de alimentación. Ante eso, la derecha encabezada por Piñera ha salido reaccionando para exigir nuevos ataques a la población trabajadora: exigieron que las Fuerzas Armadas se hagan cargo de restaurar el “orden público” ante estos focos de saqueos. El gobierno hace algunas horas anunció “Estado de excepción” en la región del Maule y Bio-Bio durante un mes, esto es, que se suspenden las libertades democráticas y las Fuerzas Armadas se hace totalmente cargo de la situación, de la administración de las regiones, del abastecimiento y de la seguridad nacional, además de haber un toque de queda desde las 21 horas. Este es un ataque a los trabajadores y el pueblo pobre, que ya preanuncia la entrada de la derecha al gobierno con mayor represión y la entrada de las Fuerzas Armas como un protagonista activo en la situación nacional.
2.- Rechazamos toda criminalización y represión hacia el pueblo trabajador que solamente se vio empujado a responder a sus dramáticas necesidades.
3.- El gobierno ha reaccionado totalmente a favor de lo que pedía la derecha. A la vez que decretó el estado de excepción constitucional en estas regiones, intenta junto los empresarios del comercio como Cencosud, garantizar niveles mínimos de asistencia social a las familias trabajadoras damnificadas, que ya se contabilizan en 2 millones. Con ello, intentan encubrir demagógicamente la palabra de los empresarios: que les garanticen que no hayan saqueos para cuidar sus empresas. La Concertación por su parte, fuera del gobierno, no ha dicho ni una sola palabra ante esta situación de crisis social, y le ha cedido políticamente totalmente a la derecha y a las concesiones hacia ella desde el gobierno.
4.- ¿Era necesario llegar a esta situación de crisis social de las familias trabajadoras? ¿Era necesario que el ejército se haga cargo de la situación bajo el régimen de estado de excepción constitucional? No. De haberse garantizado inmediatamente los servicios básicos de alimentación y de salud para todos los damnificados de parte del gobierno, poniendo a disposición edificios públicos, escuelas, hospitales, y los distintos servicios públicos para garantizar el abastecimiento a la población que está sufriendo estas calamidades, la crisis social, desgracia y desesperación de las familias trabajadoras no se hubiera producido, y con ello tampoco los focos de saqueos.
5.- Ante esta situación, se hace necesario que la CUT, las organizaciones obreras, los sindicatos de la salud, las organizaciones estudiantiles como la FECH y CONFECH, las organizaciones de mujeres y organizaciones sociales, solidaricen con la situación que viven los trabajadores y el pueblo pobre. De nuevo, ¿era necesario que el ejército se haga cargo de la situación? No. Como alternativa debemos discutir un plan para la distribución de los alimentos y servicios básicos, y cobertura de salud, bajo la gestión de las organizaciones obreras, estudiantiles y populares, como la CUT y la FECH, con financiamiento estatal y de los empresarios, y constituyendo comisiones de apoyo con las familias damnificadas y llamando a la solidaridad y la acción del conjunto de los trabajadores. Sólo así se puede terminar con estas calamidades sociales, con una solución obrera y popular ante la crisis nacional.
Clase contra Clase
28 / 02 / 2010
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