Durante las últimas semanas el gobierno de Óscar Arias ha redoblado sus esfuerzos por cerrar “con broche de oro” su administración favorable a los grandes empresarios. Para esto, ha endurecido los ataques en contra de los trabajadores y el movimiento sindical, especialmente contra el Sindicato de Trabajadores de JAPDEVA (SINTRAJAP), con el fin de concretar el plan de privatizar el Puerto de Moín en la provincia de Limón, y así allanarle el camino al próximo gobierno de Laura Chinchilla. Con el fin de asegurarse una dirección sindical favorable a la privatización de los puertos de Limón el gobierno (por medio del Ministro de Trabajo) nombró una dirección sindical ilegítima, en una improvisada asamblea de trabajadores en el pasado mes de enero.
La directiva sindical desplazada de su cargo ilegítimamente (aunque cometiendo distintos errores y cediendo ante la patronal de JAPDEVA[1] en algunos momentos) ha venido resistiéndose a los planes de concesión del gobierno. Pero además ante este nuevo intento de intervención en la organización sindical, vienen colocándose como centro de un movimiento democrático en contra de la intervención del Estado en la organización de los trabajadores. Dos elementos que son bastante progresivos.
Una gran asamblea obrera en Limón
Después de semanas de debatirse a nivel nacional el tema de la concesión de los puertos al capital "privado" (transnacional), y varias convocatorias a asamblea sin resultado por parte de la directiva sindical “desplazada” en enero; finalmente el jueves 4 de marzo se realizó una concurrida asamblea con más de 550 trabajadores de JAPDEVA: allí se votó el rechazo de la nueva directiva vinculada al gobierno y reconocida por el Ministerio de Trabajo, el rechazo a la propuesta de indemnización a los trabajadores hecha por el gobierno, y se acordó también exigirle al Ministerio de Trabajo restituir a la anterior dirección sindical, que vence su período hasta el 2011. Todo esto, fue acordado en un ambiente de importante solidaridad del pueblo limonense, que tiene una tradición de lucha bastante larga, que se remonta a las últimas décadas del siglo XIX con la construcción del ferrocarril al Atlántico y a los años ’30 del siglo pasado con la Depresión de esa década, donde se desarrollaron importantes fenómenos en la lucha de clases en esta parte del país.
Pero aparte de todo, a la asamblea asistieron a solidarizarse varios representantes de organizaciones sindicales y estudiantiles del país, lo que parece ser una muestra de que existen posibilidades de torcer el brazo del gobierno -aunque con diversas dificultades- en el marco de un movimiento nacional que promueva acciones unificadas de movilización de los trabajadores de distintos sectores, avanzando más allá de acciones simbólicas entre “dirigentes” sindicales y estudiantiles; lo que único que favorecen es la pugna entre distintos aparatos sindicales, sin traducirse necesariamente en la lucha callejera.
Perspectivas. Es necesario apoyar incondicionalmente la lucha de los trabajadores portuarios, y construir un movimiento real de solidaridad obrera y popular a nivel nacional
En la asamblea del pasado jueves, se podía sentir una gran disposición a la lucha por parte de los trabajadores, que entienden sus puestos de trabajo como estratégicos por el lugar que ocupan en la economía y el comercio del país. Aunque el gobierno ha venido utilizando distintos mecanismos para consolidar a la nueva junta directiva (chantaje, persecución, una campaña de mentiras en la prensa escrita, etc) existe la posibilidad de que después de la masiva asistencia del pasado jueves, y su combinación con un movimiento de lucha real a nivel del país; Arias retroceda y reconozca a la junta directiva destituida mediante la maniobra; lo que podría ser una victoria -aunque limitada- sobre el gobierno de Arias que por todos los medios posibles está tratando de allanarle el camino a Chinchilla antes de que asuma en mayo. Sin embargo y a pesar de contar con prácticamente dos meses para concretarlo, no puede descartarse que siga adelante con los planes de privatización, y que las complicaciones en el sector, se conviertan en una herencia no muy grata para el próximo gobierno.
Independientemente de lo que ocurra en los próximos días, es una tarea urgente prepararse para revertir por medio de la lucha el resultado de la intervención en SINTRAJAP, pues además de sentar un precedente para otros gremios y organizaciones sindicales que también se enfrentan a la persecución del Ministerio de Trabajo, sería un estímulo para que la lucha contra la privatización del puerto de Limón retome fuerzas y cuente con el apoyo de trabajadores tanto dentro de Limón como a nivel nacional.
Para todo esto es necesario construir un movimiento de solidaridad real a nivel de todo el país, que no se reduzca a los aparatos sindicales y estudiantiles y a sus pugnas internas, sino que unifiquen en la acción a organizaciones obreras, populares y estudiantiles en comités o coordinadoras de apoyo a la lucha de los trabajadores portuarios, para impulsar la movilización en toda Costa Rica, y convertir la defensa de los puertos y la organización sindical independiente en verdaderas causas nacionales.
Liga de la Revolución Socialista
Lunes 8 de marzo de 2010
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