El pasado martes 23 de marzo a plena luz del día, fue asesinado en Tegucigalpa el compañero José Manuel Flores Arguijo, dirigente magisterial, miembro de la resistencia, y militante del Partido Socialista Centroamericano (PSOCA). Mientras José Manuel trabajaba en el Instituto San José del Pedregal, tres encapuchados entraron a las instalaciones del centro de estudios y le dispararon a quemarropa en varias ocasiones.

El asesinato del compañero José Manuel se suma a una larga lista de trabajadores, docentes y dirigentes sindicales asesinados desde el golpe de Estado propinado por Roberto Micheletti en junio del año pasado. La represión selectiva contra la resistencia fue la forma implementada ya desde antes de la asunción de Porfirio Lobo para desmoralizar y, en última instancia, eliminar físicamente, a los luchadores obreros y populares, con el fin de forjar la "normalización" del régimen surgido del golpe. Hoy, bajo el ilegítimo gobierno ungido en las elecciones de noviembre del año pasado, esta política continúa, llevada adelante por el Ejército, la Policía, y los Escuadrones de la Muerte “privados” instalados en Honduras con el fin de aplastar las luchas obreras y populares, y quebrar la resistencia frente a los planes antiobreros de la reaccionaria burguesía hondureña.

Esta oleada de asesinatos selectivos, torturas y secuestros contra miembros de la resistencia acaecida en los últimos meses, es dejada correr por el gobierno de Lobo, que cuenta con el respaldo abierto de la embajada norteamericana y las principales instituciones financieras internacionales, que han descongelado el giro de recursos hacia el nuevo gobierno de Lobo, en una clara señal de respaldo a las acciones llevadas adelante por este gobierno ilegítimo y criminal.

Desde la Fracción Trotskista - Cuarta Internacional, enviamos nuestras condolencias a los familiares, compañeros y camaradas de José Manuel Flores Arguijo, y nos solidarizamos con los luchadores obreros y populares hondureños que vienen resistiendo heroicamente al régimen golpista erigido a sangre y fuego desde el 28 de junio de 2009 con el golpe cívico-militar.