Al menos cinco muertos es el saldo que dejó la represión ordenada por el presidente peruano Alan García contra los mineros que bloqueaban las rutas en el sur de Perú. La huelga de los llamados mineros artesanales, que comenzó el 5 abril, fue convocada por la Federación Nacional de Mineros Artesanales del Perú (FENMARPE) y la Federación Minera de Madre de Dios, contra el Decreto de Urgencia O12-2010 que declara ilegal la minería artesanal en la región sureña de Perú para encuadrarla en la “minería formal”. La extracción de oro en el sur emplea a más de 40.000 personas y representa un negocio que supera los 600 millones de dólares por año.
Muchas organizaciones, entre ellas la FENMARPE y la Federación Nacional Minera, denunciaron que el decreto, detrás de cínicos argumentos de protección del medioambiente, derechos laborales y la “formalización” del sector, sólo busca entregar el millonario negocio a las trasnacionales, en el marco del Tratado de Libre Comercio con EE.UU. y la política abiertamente neoliberal del gobierno de García.
Vale recordar que Alan García es el mismo que durante la década de 1980 cosechaba simpatías entre sectores del peronismo y la centroizquierda, que con la consigna “Ay patria mía, dame un presidente como Alan García” embellecían su primer mandato y le exigían a Raúl Alfonsín un poco de audacia “antiimperialista” frente al problema de la deuda externa. Treinta años después, en una reciente visita oficial, la presidenta resaltó el papel solidario de Perú durante la guerra de Malvinas, dándole así un espaldarazo a un gobierno de García, que ha reprimido desde su asunción protestas de comunidades indígenas, paros de trabajadores y ha despertado la bronca entre amplias franjas del pueblo peruano. En la misma visita, se estableció el Consejo Empresarial Binacional con el apoyo de grandes empresas de ambos países, entre ellas las mineras peruanas (que serán importantes beneficiarias del Decreto en discusión y de las inversiones que promueve el Consejo). Del lado argentino será Franco Macri (padre de Mauricio) quien encabezará el consejo para hacer negocios en el Perú del crecimiento económico (que se mantuvo una tasa del 6% del PBI durante los últimos años), donde se profundizan, sin embargo, la desigualdad social y la pobreza.
Hace menos de 1 año, organizaciones sociales y políticas de la Amazonía cortaron rutas y tomaron instalaciones petroleras contra medidas similares sobre bosques y ríos. Como hoy, en junio de 2009 el pueblo y los trabajadores peruanos sufrieron la represión, que culminó en lo que se conoció como la masacre de Bagua, donde 40 personas fueron asesinadas y un número todavía impreciso siguen desaparecidas. Una vez más, el gobierno de Alan García utiliza la represión para garantizar los negocios de las grandes empresas.
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