Este Primero de Mayo, la LTS marchó en un nutrido contingente junto a las agrupaciones Pan y Rosas, Barricada de Ecatepec, Corriente Clasista de Trabajadores y la agrupación estudiantil Contracorriente, las cuales impulsamos cotidianamente junto a compañeras y compañeros independientes.
Más 120 trabajadores, jovenes y estudiantes nos movilizamos bajo cánticos y consignas contra la reforma laboral, en solidaridad con SME y Cananea, por los derechos de las mujeres y la libertad de los presos políticos, y en solidaridad con los pueblos de Haití y America Latina.
Con banderas y mantas, los y las jóvenes de Ecatepec, expresión de la juventud oprimida y explotada de una de las mayores concentraciones obreras de México, marcharon junto a las compañeras de Pan y Rosas y otras luchadoras feministas, que, como decía su canto, mostraba que “Pan y Rosas está junto a la clase obrera”. Destacó la participación - como parte de la Corriente Clasista de Trabajadores- de varios compañeros electricistas que, junto a trabajadores precarizados y de otros centros de trabajo, levantaron bien alto las banderas del clasismo y la recuperación de los sindicatos para los trabajadores.
Los jóvenes de la universidad, organizados en Contracorriente, se sumaron también tras las banderas de la unidad obrero estudiantil, y marcharon junto a varios compañeros independientes de la Asamblea Nacional Estudiantil.
En las últimas semanas, las organizaciones que impulsamos esta actividad, realizamos importantes reuniones de discusión y organización en los lugares donde intervenimos, en donde definimos un programa y una política socialista y revolucionaria para participar de este 1° de mayo.
El amplio proceso de discusión previa y la participacion lograda en esta jornada, fue un verdadero avance político, que se expresó en organizar el único contingente de la izquierda en este Día Internacional de las y los Trabajadores, desde el cual levantamos una política socialista y revolucionaria en esta jornada de la clase obrera.
Esto en un contexto donde la marcha del 1° de mayo recibió escaso impulso de parte de las direcciones sindicales opositoras (como la UNT), que lamentablemente se rehusaron a poner toda la fuerza de sus organizaciones en las calles para soldar una verdadera alianza obrera y popular en defensa del SME y de los mineros de Cananea.
Esta intervención mostró además, la incorporación, a las filas de nuestra organización, de nuevos y entusiastas trabajadores y estudiantes que adoptan como propia la causa del marxismo revolucionario. Así como el haber alcanzado acuerdos nuevos y superiores con muchos compañeros/as con quienes actuamos conjuntamente en Ecatepec, en la Universidad, en Pan y Rosas y en distintos centros de trabajo.
Ahora la tarea es redoblar el empuje de estas agrupaciones, invitando a nuevos compañeros y compañeras a sumarse a las mismas. Al mismo tiempo, desde la LTS queremos proponerles un nuevo paso en común a quienes participaron de este contingente y a todos los que militan cotidianamente con nosotros en escuelas, facultades, colonias y centros de trabajo: organizarse en círculos de discusión y de acción de la LTS. El objetivo: avanzar firmemente en la construcción de una gran y nueva organización revolucionaria en México.
Una vez más, llamamos a las organizaciones que se reclaman marxistas y socialistas, a discutir las bases programáticas y estratégicas de un partido de trabajadores revolucionario. Ningún sectarismo ni auto-proclamación puede impedir abrir esta discusión.
Hoy que la patronal y el gobierno atacan con fuerza a los trabajadores y el pueblo, y que no hay un verdadero partido que agrupe a miles de obreros y estudiantes revolucionarios, es una obligación que pongamos nuestros esfuerzos en explorar acuerdos y diferencias. Desde la LTS, no dejaremos de considerar para estas discusiones a ningún grupo, ni por su tamaño ni por la inserción que hayan logrado hasta el momento en el movimiento real; pero lo que sí vemos como fundamental es la voluntad de empalmar con los trabajadores y la juventud combativa, con una práctica revolucionaria –que no se adapte a las direcciones reformistas-, así como los acuerdos principistas, programáticos y estratégicos, a los que podamos llegar. Esa es, además, la via para superar -en clave revolucionaria- la lamentable experiencia de otras organizaciones que, en el pasado, se adaptaron teorica y políticamente a las direcciones reformistas y burguesas.
En función de ello, es que adelantamos una primera propuesta de discusión, concentrada en el folleto “tomar partido”.
|