Después de 83 días de lucha y ocupación los obreros de la metalúrgica Tecnoluce resolvieron en asamblea comenzar con la gestión obrera retomando la producción de máquinas envasadoras. El pasado lunes 26 realizaron un pequeño pero emotivo acto que contó con la presencia de otras organizaciones obreras solidarias, organismos de DD.HH., vecinos y algunos medios de comunicación que dieron cuenta de la firme decisión de los obreros de defender su fuente de trabajo y de generar los ingresos que les permitan mantener a sus familias ya que hace más de cuatro meses que no cobran sus haberes.

El Frente Amplio beneficia a los patrones y abandona a los obreros

En tiempos en que la empresa se encontraba en poder del patrón fue beneficiada por subsidios y facilidades como por ejemplo la refinanciación en varias oportunidades de la deuda contraída con el Banco República. En cambio ahora que la quieren administrar los obreros la respuesta del gobierno frenteamplista es dejarlos librados a su suerte y sin ninguna posibilidad de reclamar los más de U$S 100.000 de deuda de haberes impagos desde el año 2008. Frente a situaciones como estas el gobierno desvía el reclamo obrero y los empuja a contentarse con lo “posible”: una indemnización o a lo sumo formar una cooperativa (con el proceso burocrático que implica) sin ningún tipo de compromiso o responsabilidad estatal: si el proyecto de cooperativa sale mal la culpa la tienen los obreros y las consecuencias las pagan ellos, y el único que sale indemne es el patrón.

Estos obreros están haciendo una experiencia con el Frente Amplio en el poder, enfrentándose con su verdadero rol, el de gobernar a favor de la burguesía. La salida de la cooperativa, por su parte, tampoco les convence mucho: no les asegura un futuro en la competencia del mercado capitalista, además supone la autoexploración del obrero o la explotación de otros trabajadores, y ellos no quieren convertirse en patrones.

Comienza la gestión obrera

La lucha que vienen dando los obreros, y que hoy ha dado un paso importantísimo al comenzar a producir bajo su control, pudo sostenerse gracias a la solidaridad de los vecinos de la zona y de otras organizaciones obreras que apoyaron desde un principio la ocupación, donaron alimentos para la olla popular, aportaron al fondo de huelga e hicieron el aguante en las guardias y en otras actividades. Juan Carlos “el peluca” Asencio, dirigente del conflicto, reconoce que “la solidaridad recibida nos permitió aguantar estos 83 días”.

Distinta fue la respuesta que han recibido de su propio sindicato, la UNTMRA, que boicoteó la lucha poniéndose en contra de su organización democrática, el comité de base de la fábrica que actúa a partir de lo que se resuelve en asamblea. Estos dirigentes traidores apostaron desde un principio a la desmoralización y a que los obreros agarren lo que se les da y que se vayan a su casa. Pero los trabajadores de Tecnoluce demostraron que van a sostener la lucha en defensa de su fuente de trabajo y ahora están dispuestos a mantener la ocupación y la producción obrera. ¡Ese es el camino!

Rodear de solidaridad a Tecnoluce

Es necesario la solidaridad activa, en especial en estos momentos donde la patronal, el gobierno y la burocracia intentarán por todos los medios atacar la gestión obrera, ilegalizándola, persiguiéndola y condenándola al fracaso.

Desde el grupo de simpatizantes de la FT-CI en Uruguay nos encontramos apoyando activamente a los obreros desde el inicio de la ocupación. Con ellos hemos intercambiado experiencias y reflexiones sobre el curso de la lucha. Hemos propuesto abrir el debate sobre una salida de fondo, que solo vendrá del conjunto de la clase trabajadora que se proponga sacarse de encima a la burocracia sindical y que luche decididamente contra la burguesía y su gobierno, ayer blanco o colorado, hoy frenteamplista. Un movimiento obrero que encare un curso de independencia de clase.

Pensamos que la salida en Tecnoluce pasa por pelear por la estatización sin pago y bajo control obrero. Pero esto no es una consigna abstracta y vacía: la estatización sí es posible y podría darse porque los trabajadores tienen la disposición de conservar su fuente de trabajo y ellos mejor que nadie sabrán cómo administrarla. Además, en este caso el Estado es uno de los acreedores mayoritarios de la endeudada fábrica por lo que la estatización estaría más que justificada, y se podría garantizar su viabilidad poniendo su producción al servicio de abastecer a las empresas estatales como por ejemplo OSE (Obras Sanitarias del Estado). Sin embargo, es una decisión política que el Frente Amplio no está dispuesto a tomar, salvo que los obreros se lo impongan con su lucha y movilización y con un movimiento solidario que lo respalde y que defienda la ocupación y la gestión obrera.

¡Viva la lucha de los obreros de Tecnoluce!

¡Defendamos la gestión obrera!

¡Que la crisis la paguen los capitalistas!

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