El Gobierno afirma que el rechazo popular se encuentra en un punto de inflexión después de que uno de los grandes sindicatos haya anunciado su disposición de dialogar
Los estudiantes franceses quieren salir hoy de nuevo a la calle para mostrar al Gobierno que no han perdido músculo a pesar de que las protestas han entrado en una fase crítica después de la aprobación el pasado viernes de la reforma de las pensiones en el Senado. Los síntomas de cierta pérdida de fuelle comenzaron a aparecer en las últimas horas, con los trabajadores de tres refinerías que han votado volver a sus puestos y la recuperación gradual del suministro en las estaciones de servicio. A lo que se suma la disposición mostrada por la Confederación Francesa de Trabajadores (CFDT) de abrir una vía de diálogo con el Ejecutivo.
La nueva deriva ha hecho que el Elíseo respire con cierto alivio después de la delicada situación vivida la semana pasada. En una entrevista recogida por Efe, la ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, ha asegurado esta mañana que "el ánimo de las movilizaciones está cambiando". Y ha añadido: "Saludo tanto la vuelta de la razón como del diálogo".
La quiebra de la unidad sindical es la mejor noticia para Sarkozy y se escenificó anoche en un debate televisado. Mientras François Cheréque, secretario general de CFDT, pidió anoche "una negociación sobre el empleo de los jóvenes y de los mayores", el líder de la Confederación General del Trabajo (CGT), Bernard Thibault, aseguró que la protesta "continuará" aunque con "otras formas". Aún así, se mantiene convocada una nueva huelga general para el jueves.
Los incidentes en la primera parte de la jornada han sido muy puntuales. Esta mañana un grupo de manifestantes bloqueó durante algo más de una hora un depósito de carburante en Grigny, en la región de París, y seguía bloqueado el de Brive la Gaillarde (centro), pero más allá de estas acciones puntuales, el Gobierno había anunciado ayer que los camiones podían abastecerse en las alrededor 230 instalaciones de este tipo que hay en Francia. El Gabinete francés espera que cuatro quintas partes de las gasolineras puedan funcionar.
En los ferrocarriles, la compañía SNCF ha programado en torno al 90% de los trenes de alta velocidad de un día habitual, el 70% de los regionales y cercanías, y una mejora en la circulación de los trenes de noche, pero lejos todavía de la normalidad. La pasada noche siguieron sin circular los trenes que comunican París con Madrid y Barcelona.
El proyecto de ley de reforma de las pensiones, que retrasa en dos años la edad de jubilación (de 60 a 62 años para la voluntaria y de 65 a 67 para tener derecho a una pensión completa si no se ha cubierto el periodo de cotización) será sometido al voto del plenario del Senado en su versión definitiva. Mañana esa misma versión, consensuada ayer por una comisión mixta de senadores y diputados, será objeto de la votación de la Asamblea Nacional, lo que cerrará la tramitación parlamentaria.
El ministro de Trabajo, Eric Woerth, ha asegurado que "la situación tras el voto de la ley no puede ser la misma" y ratificó que pase lo que pase "no cambiará nada en la reforma del sistema de pensiones".
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