Una nueva crisis en Haití, esta vez por el cólera. Más de 1.000 muertos y 15.000 hospitalizados en apenas un mes en la mitad de las 10 provincias del país, la ONU estima que los infectados podrían llegar a 200.000 personas. No hay agua potable para la población ni asistencia médica, lo que eleva la tasa de mortalidad. Toda esta situación desató una ola de protestas contra las tropas de ocupación y una revuelta popular y las tropas no dudaron, abrieron fuego contra la población que se manifestaba, con un saldo de dos muertos y decenas de heridos.
Las manifestaciones populares se produjeron luego de filtrarse una información divulgada por laboratorios norteamericanos de que la cepa del virus sería similar a la encontrada en Nepal, país que participa de las fuerzas de ocupación de la ONU (Minustah), dirigida por las tropas brasileras. Tropas represivas de ocupación, encubiertas bajo una supuesta “ayuda humanitaria” de las que son parte Argentina, Bolivia, Canadá, Chile, Ecuador, España, Francia, Uruguay. Además desde el terremoto de comienzos del año, se incorporaron millares de efectivos militares norteamericanos.
El cipayo gobierno de René Preval declaró cínicamente que “los disparos, los lanzamientos de botellas, las barricadas de neumáticos en llamas no eliminarán el cólera. Por el contrario, evitarán que los pacientes reciban atención médica, remedios o lo que sea necesario”.
La ONU, en una tentativa de encubrir que la revuelta es causa de la situación de miseria y opresión que las tropas sólo hacen aumentar, ha divulgado que no pasaría de una manipulación de grupos contrarios a la realización de elecciones presidenciales, previstas para el 28/10.
El imperialismo norteamericano, la ONU y los gobiernos cipayos que componen la Minustah, demuestran su carácter profundamente reaccionario. Lejos de enviar médicos para atender a la población, o proveer asistencia médica, aumentaron el contingente militar que ocupa el país, demostrando que su política es reprimir y asesinar a la población haitiana. Mientras el pueblo de Haití sucumbe, Lula estaba reunido en el G20 elogiando la “madurez” de los gobiernos imperialistas para tratar la crisis capitalista internacional, en una muestra más de su servilismo al imperialismo. Mientras, Obama, el primer presidente negro de la historia de EE.UU gasta U$S 600.000 millones de dólares en un paquete que busca garantizar la competitividad de los productos norteamericanos internacionalmente, el pueblo negro de Haití, primera nación independiente de América Latina, está inmersa en sufrimientos inauditos.
Los únicos aliados del pueblo haitiano son los trabajadores y la juventud latinoamericana. Es necesario redoblar la campaña en solidaridad con el pueblo haitiano y en apoyo a la revuelta popular contra las tropas asesinas:
¡Alto a la represión del pueblo haitiano!
¡Retiro inmediato de las tropas de ocupación de EE.UU. y la Minustah! ¡Que las ganancias de los grandes monopolios y toda la ayuda humanitaria sean utilizados para la atención médica y social de la población! ¡Que todos los recursos sean controlados por los sindicatos y las organizaciones populares!
|