“Se siente, se siente, la planta permanente”. Es el grito de los más de 1.000 compañeros tercerizados que se dirigen hacia el Ministerio de Trabajo y amenazan con un nuevo corte de vías si su reclamo no se cumple.

Las patronales y el gobierno no tienen alternativa y están obligadas a ceder lo que la asamblea de los tercerizados había resuelto por unanimidad: reincorporación de todos los despedidos y pase planta para todos los tercerizados que realicen tareas comprendidas en el convenio colectivo de trabajo. Mantener la antigüedad y la especialidad de las tareas que realizan cada uno de los trabajadores.

La Comisión Negociadora de la Asamblea de Tercerizados “Mariano Ferreyra” integrada por los referentes de los tercerizados votados en cada empresa, Maximiliano Parra y Fabián Martínez de Herso, Pablo Giupponi de SGC; Andrés Padellaro de Ecocred, Eliseo Coronel de Unión del Mercosur, Marcelo Archanco, Sebastián Guerra y Diego Cardías de Comfer, Omar López de Mapra, Fernando Ferreyrola de Aumont y Jorge Sánchez de SAP, junto a sus abogados asesores Matías Aufieri, Gabriela Campos y Agustín Comas, sube a entrevistarse con las autoridades. Abajo, en la calle, nadie paraba de cantar y saltar. Mientras tanto, Pablo Villalba, Ricardo Orellana y Walter Quinteros de la Comisión de Prensa atendían a los medios periodísticos presentes.

En la reunión con los representantes del Ministerio de Trabajo y la Secretaría de Transporte y de la empresa UGOFE se ratifica lo suscripto en el acta del 8/11: que los más de 2000 tercerizados pasan a planta permanente. Se discute un cronograma de reuniones para revisar los listados por especialidad y cumplimentar todos los trámites para que antes del 20 de diciembre se complete el traspaso.

Este triunfo rotundo ya les pertenece a todos. Pero es indudable que se pudo lograr por la unidad conquistada, por la organización y por la lucha que cientos de trabajadores llevaron adelante en todo este tiempo.

El proceso profundo de la tercerización salió a la luz cuando a principios de año la empresa Ecocred y el sindicato de maestranza proscribió al compañero Andrés Padellaro -no permitiéndole ser candidato a delegado - y despidió a Walter Quinteros, porque ambos peleaban por el pase a planta permanente de los trabajadores de Ecocred. Entonces comenzó la campaña. Se hicieron actos en Constitución, se realizaron pintadas, se pegaron afiches y se repartieron volantes. En todas estas actividades pudo distinguirse claramente una frase. Y esa consigna fue calando en las vías y en los andenes, allí donde había un trabajador en condiciones precarias: ¡reincorporación de los despedidos y pase a planta permanente de los tercerizados!

Los compañeros de diversas empresas empezaron a sumarse. Se fueron conociendo y descubriendo que todos eran víctimas de una misma injusticia y que juntos podían combatirla. Eso entendieron los de SGC y los de Mapra, los de Unión del Mercosur y los de Ecocred, los de Herso y Confer, y así los de otras tantas empresas.

Unos y otros constituyeron la Asamblea, y el local de ATE Sur de Lomas de Zamora se convirtió en el lugar emblemático donde los tercerizados fueron construyendo el camino de su lucha. En esas asambleas los trabajadores discutieron y votaron las medidas a llevar adelante.

El 21 de julio por primera vez esta lucha tomó repercusión nacional. Ese día más de 400 trabajadores tercerizados cortaron las vías en Avellaneda mostrándole a todo el país el fraude laboral del que eran víctimas y enseñando también la manera de enfrentarlo.

Los hechos trágicos del 20 de octubre –con el cobarde asesinato de Mariano Ferreyra a manos de la patota de la Lista Verde- abrió una crisis política no solo en la UF, la UGOFE sino también en la CGT y el propio gobierno. La movilización obrera y popular del día siguiente inclinó a la “opinión pública” abiertamente en repudio al crimen del joven militante y a favor del reclamo de los tercerizados. Los trabajadores se vieron fortalecidos y masivamente volvieron a volcarse a la asamblea para redoblar la lucha por el pase a planta y por el castigo a los responsables. La decisión ya estaba tomada. No se pensaba parar hasta conseguir el objetivo trazado.

“Se siente, se siente, la planta permanente”, fue el grito multiplicado en las puertas del Ministerio de Trabajo y el gobierno ya no pudo desoírlo. El triunfo también se hará extensivo para los compañeros tercerizados del ferrocarril Belgrano Sur y San Martín.

El festejo es inagotable. Sin embargo, otro grito se reitera una y otra vez: Mariano Ferreyra ¡presente! ¡Ahora y siempre! De este modo, queda expresado el compromiso de luchar hasta el final por el juicio y castigo a los asesinos materiales e intelectuales. ¡Cárcel a Pedraza!