Después de años, está en curso el primer proceso revolucionario en un país árabe. El régimen tunecino de Ben Ali no sabe qué hacer para frenar la movilización de las masas - desatada por el aumento de precios de productos básicos-, que después de los anuncios de ayer exigen su dimisión. En Túnez se da un nuevo proceso revolucionario en el cual el islamismo no es la vanguardia, un proceso desde abajo de jóvenes graduados que están desocupados, abogados, obreros de las ciudades industriales y mineras, una huelga general de dos horas convocada el 14/01, entre otras acciones.

Este proceso (seguido en toda la región) va a tener enorme impacto en todo Medio Oriente y el norte de África, donde existen regímenes autocráticos y las masas sufren las mismas condiciones sociales de pobreza, miseria y explotación. En este marco, es significativo que a pesar de las medidas del régimen jordano de bajar los precios de los alimentos esenciales, este viernes 14/01 se produjeron nuevas movilizaciones. Los gobiernos corruptos y pro imperialistas de la región ven con preocupación el proceso en Túnez y temen el efecto contagio.

Tendrá también un enorme efecto en los miles de inmigrantes tunecinos y del Magreb que viven en Francia y el resto de Europa. En Francia, el 13/01 la Bourse de Travail en Paris se vio colmada en un acto de una fuerza no vista hace tiempo, con cientos de tunecinos volviendo a levantar cabeza, que no pueden creer lo que pasa en su país, orgullosos después de la independencia de volver a cantar su himno. Hay movilizaciones en Marsella y otras ciudades del país y una gran manifestación preparada para sábado 15/01 en Paris.

Gritamos:

¡Viva la revolución tunecina!

¡Por una Federación Socialista del Magreb y del Medio Oriente!