Hubo un muerto y decenas de detenidos en las primeras marchas en más de un año; EE.UU. saludó el "coraje" de los manifestantes
TEHERAN.- Como un eco que se expande en toda la región, las rebeliones de Egipto y de Túnez inspiraron ayer manifestaciones de protesta en varios países de Medio Oriente, entre ellos Irán, Yemen y Bahrein, donde miles de personas salieron a las calles para pedir mayores libertades.
La marcha más significativa fue en Teherán, donde los organizadores intentaron evocar y solidarizarse con el reciente levantamiento popular en Egipto, que acabó con el gobierno de 30 años de Hosni Mubarak.
Una persona muerta y decenas de heridos fue el saldo de las manifestaciones, las más significativas en un año, cuando decenas de miles de opositores desafiaron la prohibición del gobierno y se enfrentaron con la policía en la plaza Enghelab (de la Revolución), en el centro de la capital, así como en la plaza Imam Hossein, y en otras ciudades de Irán.
Las fuerzas de seguridad reprimieron a los manifestantes con golpes y gases lacrimógenos y, según los testigos, hubo numerosas detenciones, entre ellas la del cónsul español, Ignacio Pérez Cambra, que estuvo retenido en una comisaría durante más de cuatro horas y luego fue liberado.
"Te apoyamos Moussavi", dijo uno de los manifestantes, en referencia a Mir Hossein Moussavi, uno de los líderes de la oposición y ex candidato presidencial. "Un iraní muere pero no acepta la humillación" y "Muerte al dictador", decían otros, refiriéndose al presidente Mahmoud Ahmadinejad.
Al igual que en las protestas de hace poco más de un año, las fuerzas policiales y de seguridad, que se habían instalado alrededor de las principales plazas de Teherán desde las primeras horas de la mañana, perseguían y golpeaban a los manifestantes en motocicletas.
"Hay miles de personas marchando, no están gritando eslóganes. Las fuerzas de seguridad les lanzaron gases lacrimógenos", afirmó un testigo, y añadió que para protegerse de la nube de gas los manifestantes encendieron tachos de basura.
Kaleme.com, el sitio web de la oposición, informó que hubo protestas similares en Isfahan, en el centro del país, y en Shiraz, en el Sur, y denunció que las fuerzas de seguridad utilizaron también la fuerza en esos lugares y arrestaron a decenas de manifestantes.
La movilización de ayer había sido convocada a través de Internet por los mismos líderes de la oposición reformista, Moussavi y Mahdi Karrubi, que en junio de 2009 denunciaron la "fraudulenta" reelección de Ahmadinejad. La semana pasada, ambos dirigentes opositores habían pedido permiso para salir a la calle en apoyo a los exitosos levantamientos populares en Egipto y Túnez, aprovechando el respaldo oficial de Irán a las protestas callejeras en el mundo árabe, que las autoridades quisieron asimilar a la revolución islámica.
Sin embargo, las autoridades iraníes rechazaron la solicitud. A pesar del veto, la oposición desafió la prohibición y renovó la convocatoria. No obstante, ni Moussavi ni Karrubi pudieron presentarse en la protesta, ya que según indicó Kaleme.com ambos fueron recluidos e incomunicados en sus domicilios, rodeados por efectivos de la fuerza de seguridad que cortaron las calles y las líneas telefónicas.
"Varios móviles de la policía cortaron los accesos en la calle. Las líneas telefónicas están cortadas desde el domingo", denunció la web.
El gobierno ordenó también censurar páginas web de noticias internacionales y trató de generar interferencias en la emisión de los canales por satélite. Además, la oficina encargada de prensa comunicó a los periodistas extranjeros que no tenían permiso para informar desde la calle, porque la protesta no estaba autorizada.
Las medidas tomadas ayer por las autoridades iraníes recordaron las de 2009, cuando cientos de miles de personas salieron a la calle para protestar por los resultados electorales y fueron reprimidas masivamente por las autoridades. Unas 30 personas murieron, según cifras oficiales, y más de 70, de acuerdo con la oposición.
Las protestas de ayer en Irán, igual que las de Yemen y Bahrein, son una clara muestra de cómo los manifestantes en cada país están absorbiendo el mensaje de El Cairo y adaptándolo a sus propias aspiraciones.
Estados Unidos no quiso quedar al margen. La secretaria de Estado, Hillary Clinton, saludó el "coraje" y las "aspiraciones" de las manifestaciones de ayer contra el régimen de Teherán y llamó a Irán a seguir el ejemplo de Egipto y "abrir" su sistema político. "Apoyamos los derechos universales del pueblo iraní. Merecen los mismos derechos" que los exigidos por los manifestantes que ayudaron al derrocamiento de Mubarak, dijo Clinton.
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