Por Diana Assunção, Dirigente del Sindicato de Trabajadores de la USP (Sintusp) y dirigente de la LER-QI
El viernes pasado, en la USP, explotó una revuelta de los trabajadores y trabajadoras tercerizadas de limpieza contra el retraso en el pago de sueldos y las pésimas condiciones de trabajo. Esta revuelta ocurre en medio de un escenario nacional marcado por las impresionantes rebeliones de trabajadores de la Construcción Civil, que destaparon en todo el país las condiciones semi esclavas de trabajo a las que miles de trabajadores son sometidos precisamente en las obras del PAC (Programa de Aceleramiento del Crecimiento), pieza clave en el Brasil potencia de Lula y Dilma, que muestra que las bases del milagro brasilero recuerdan más bien la esclavitud. El discurso del aumento del empleo que el ex presidente Lula sostuvo durante sus 8 años de mandato, ahora declamado por Dilma, buscaba esconder el hecho de que muchos de los empleos generados se daban bajo la semi esclavitud y pésimas condiciones de trabajo, normalmente llamada tercerización.
Es en este escenario que se da la revuelta de los tercerizados y tercerizadas de la USP, ya conocida como “la insurrección de las escobas”. Más de 300 tercerizados, en su gran mayoría mujeres, demostrando que la precarización del trabajo tiene rostro de mujer, levantaron sus cabezas para exigir sus derechos. Hicieron una experiencia política con la burocracia sindical (hay un sindicato patronal de las empresas tercerizadas), que recién en el primer día de huelga apareció para engañar a los trabajadores, y pasaron, a partir de ahí, a ver la necesidad de que fuesen los propios trabajadores los que se organicen, con la ayuda fundamental del Sindicato de Trabajadores de la USP.
Comenzando por aprender a organizar asambleas, tomar decisiones, votar propuestas y de forma organizada implementar las decisiones de la mayoría, los tercerizados que hace 5 días andaban por los rincones de la universidad de cabeza baja, pudieron sentir el papel político que pueden cumplir: se transformaron en sujetos de su propio destino. Por primera vez, se metieron en las aulas, no para limpiar, sino para hablarle a centenares de estudiantes, que escuchaban atentos el drama de cada trabajadora y trabajador. Aquellos que aprenden sobre la esclavitud en la clase escuchaban en los pasillos los gritos unísonos de estudiantes y tercerizados en lucha “¡No! En la USP está volviendo la esclavitud”.
Tomando los pasillos de la Facultad de Filosofía, Letras y Humanidades, los tercerizados se juntaron con cientos de estudiantes e hicieron una emocionante marcha, gritando por el fin de la semi esclavitud, por el fin de la tercerización, por el fin de la humillación. La limpieza, que es el resultado de su trabajo, se transformó en basura, para demostrar que la universidad no puede funcionar si está sucia, y que por lo tanto la limpieza es un servicio esencial de la USP. De ahí que la única medida efectiva para terminar con esta situación, que llegó al extremo de la suspensión de las clases por “falta de condiciones de higiene” es que el Rectorado incorpore a todos los tercerizados y tercerizadas a planta permanente como trabajadores efectivos de la USP, sin necesidad de concurso público, ya que la misma realización del servicio demuestra que están aptos para cumplirlo.
Nosotros, de la Liga Estrategia Revolucionaria, que integramos la Dirección del Sintusp, actuamos en el sentido de poner en práctica el programa que desde hace años llevamos en nuestro Sindicato, que es la defensa intransigente de estos trabajadores como parte de una misma clase, no aceptando la imposición de la burguesía de dividirnos. Al mismo tiempo, consideramos necesario construir la mayor movilización con inumerables aliados, integrando a estudiantes, profesores, intelectuales y todos los sectores que se ubiquen en contra de este verdadero escándalo dentro de una universidad considerada de “excelencia”. En estos momentos se expresa la “USP profunda”, la de la segregación de los negros y de la super explotación.
Es la misma USP que necesita perseguir al Sintusp y a sus dirigentes sindicales, como Claudionor Brandão, despedido político no solo por luchar contra la privatización de la universidad sino por luchar en defensa de los trabajadores tercerizados. Además de las persecuciones a los estudiantes que sufren la posibilidad de expulsión por haber luchado contra la quita de la autonomía en la universidad y participado en toma estudiantil. Mientras luchamos contra la represión en la USP, y por terminar con esta estructura de poder antidemocrática y lograr poner fin al filtro social del “vestibular” (prueba de ingreso), ponemos nuestro Sindicato al servicio de aportar a la lucha de los sectores más explotados de la clase, que son los trabajadores y trabajadoras tercerizados. En el movimiento estudiantil, impulsamos una corriente más consecuente con la lucha de los tercerizados, que lograron votar en Asamblea de curso de Ciencias Sociales el programa de efectivización de los tercerizados sin concurso público, además de poner en pié, junto a los trabajadores tercerizados y efectivos un Comité de Lucha Contra la Tercerización, luego de una gran actividad con más de cien estudiantes donde los trabajadores tercerizados tuvieron voz. También el curso nocturno de Historia votó el paro hasta el viernes en defensa de los tercerizados.
Queremos, como parte de este proceso, contribuir para forjar una vanguardia que levante bien alto la bandera de la efectivización de los tercerizados, como una forma estratégica de encarar el problema de la tercerización en la universidad –una de las vías para privatizarla. También, queremos ayudar a construir un ala combativa y clasista entre los tercerizados, que puedan organizar y cuestionar los frenos y límites de la burocracia sindical, buscando arrancar los sindicatos de las manos de los burócratas y ponerlos al servicio de los trabajadores, como verdaderas herramientas de lucha. Al servicio de esta perspectiva ponemos nuestra organización revolucionaria, entre trabajadores, estudiantes e intelectuales, a aportar para llevar esta lucha hasta el final y sacar lecciones que sirvan de ejemplo en cada levantamiento de los superexplotados, en el sentido de exigir que la izquierda en Conlutas (Coordinadora Nacional de Luchas) tome de una vez por todas una campaña nacional por la efectivización de todos los tercerizados y precarizados, con salarios y derechos iguales a los efectivos, en todo el país, necesidad concreta que los peones de las obras del PAC y los tercerizados de la USP ponen a la orden del día.
“La precarización tiene rostro de mujer”
En medio de esta revuelta de las tercerizadas, Ediciones ISKRA y la agrupación de mujeres Pão e Rosas publicaron el libro “La precarización tiene rostro de mujer” (en portugués) que cuenta justamente la historia de lucha de las trabajadoras tercerizadas de la USP en 2006. Cinco años después la historia se repite como continuidad, y esta vez más profunda, ya que se sacaron las lecciones de la lucha anterior –no comenzamos de cero. Hoy es necesario entender la necesidad de que toda la energía volcada a esta lucha, para arrancar estos derechos, también sea canalizada en organización de los hombres y mujeres que decidan ser dueños de sus propios destinos. Las mujeres, en ese camino, pueden siempre cumplir un papel de línea de frente si se hacen concientes de la opresión y de la necesidad de combatirla como parte de la lucha contra este sistema de explotación.
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