Decenas de miles de jóvenes y trabajadores en todo el Estado nos hemos empezado a rebelar contra las consecuencias de esta crisis, contra los planes de ajuste y recortes y contra una falsa “democracia”, una “democracia” para los ricos, una “democracia” que ya nadie se cree porque sin ningún disimulo nos están demostrando que quien Gobierna son las grandes empresas y la banca, a la cual responden tanto el PSOE, el PP o CIU.
Ya somos más de 70 acampadas en todo el Estado español, y su eco se extiende en diferentes grados por Europa, en decenas de ciudades de Italia, Francia, Alemania, Portugal... La “primavera de los pueblos” que arrancó en Túnez definitivamente ha cruzado el Mediterráneo.
Ya no hay vuelta atrás de aquí en adelante nos van a tener en frente. Vamos a luchar hasta tirar abajo su Reforma Laboral, su Pensionazo, sus recortes en sanidad y educación, sus intentos de devolvernos a la época del Sindicato Vertical... La mayor ofensiva contra los trabajadores y los sectores populares desde la Dictadura tendrá que derrotarnos primero si quiere pasar. Pero nuestra determinación es fuerte y como decían nuestros abuelos en 1936 ¡¡NO PASARÁN!!, ¡¡PASAREMOS!!.
No queremos pagar su crisis. Queremos acabar con el futuro desastroso que éste sistema nos “ofrece” a los jóvenes, las mujeres y los trabajadores. Por ello se hace necesario luchar por empleo para todos, que se repartan las horas de trabajo sin reducción salarial, que se nacionalicen bajo control de los trabajadores todas las grandes empresas y aquellas que cierren o despidan, que se expropien todas las viviendas de los especuladores, que se acabe con las políticas racistas de las leyes de extranjería, con las ETT´s y las subcontratas, que se nacionalice la banca bajo control obrero... Lo queremos todo.
Pero esta falsa “democracia” no nos va a dar nada. En este régimen gobierna la misma clase social que gobernaba en la Dictadura. Su “transición” puso a salvo los muebles de la burguesía, y nos vendieron una democracia en la que todo el aparato del Estado y las grandes familias no sólo sobrevivieron, no sólo se impuso la más absoluta impunidad, sino que fueron los principales ganadores. El mejor ejemplo es la negación del derecho a decidir para las nacionalidades o el mantenimiento del heredero de Franco en la Jefatura del Estado, Juan Carlos I, “Rey de España por la gracia de Franco”.
En la acampada de Sol ya se han concretado algunas demandas democráticas radicales que saludamos, como la eliminación del Senado, la Ley de Partidos, la Audiencia Nacional o el fin de la Monarquía. Y es que la democracia nacida de las entrañas del franquismo es cada vez más cuestionada; los privilegios y corrupción de la casta política, la ley electoral bipartidista... están totalmente deslegitimados. Estas demandas, junto con otras contra los rescates a la banca, en defensa de los servicios públicos, por el empleo o el derecho a una vivienda, son una muy buena base desde donde poder avanzar.
Contra este Régimen “democrático” - solo en el nombre- debemos imponer un proceso constituyente de todo el Estado español, una Asamblea Constituyente formada por representantes elegidos en circunscripción única (un delegado por cada cierto número de habitantes), que abra un proceso donde discutamos como resolvemos todas las cuestiones democráticas y todas nuestras necesidades económicas y sociales. Pero esta salida democrática de fondo que miles ya estamos reclamando en las calles la deberemos obtener solo con nuestra lucha. Los partidos patronales y sus instituciones, como la Junta Electoral que prohíbe las manifestaciones del sábado, harán de todo para que no lo logremos.
Por eso, para conseguir derrotarlos tenemos que seguir masificando las acampadas y a la vez confluir con todos los sectores en lucha. Vayamos a los institutos, las universidades, los barrios y sobre todo a los lugares de trabajo para organizar comités de base y asambleas para ampliar y solidificar el movimiento. Es fundamental que la clase que controla todos los resortes fundamentales de esta sociedad, los trabajadores, intervengan con sus propios métodos para darle la “puntilla” al Gobierno, al Régimen y a la burguesía. Para ello solidaricemonos y llamemos a que se sumen a todos los trabajadores que están luchando contra cierres y despidos, por que se desbloqueen sus convenios, a los sanitarios que luchan contra los recortes, a los estudiantes que luchan contra la mercantilización de la universidad... La izquierda sindical y los sectores combativos y de base de los mayoritarios deben también sumarse a este combate. Coordinemos y extendamos las luchas a todos los centros de trabajo y estudio, y de esta manera poder imponer una Huelga General y un Plan de Lucha a los dirigentes sindicales traidores que se pegan la vida en el “pienso” de las mesas de negociación vendiendo nuestro futuro.
Extender y fortalecer la lucha en todos los sectores, emprender una lucha revolucionaria para enterrar este régimen podrido, son las únicas vías para poder imponer las reivindicaciones de todos los jóvenes y trabajadores que hemos dicho BASTA.
Clase contra Clase 20 de Mayo de 2001
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