Seguidores de Al Ahmar intentan entrar en la capital para apoyar al líder tribal pero las fuerzas leales al presidente lo impidien.- Aún no se han registrado víctimas

REUTERS - Saná - 03/06/2011

Las fuerzas de seguridad yemeníes han utilizado ráfagas de fuego real para dispersar una manifestación celebrada este jueves por la noche en la capital del país, Saná, según han denunciado testigos de esta represión que, sin embargo, no han informado inicialmente de víctimas.

La ciudad ha sido escenario en los últimos días de violentos enfrentamientos, en los que han muerto al menos 135 personas, entre las milicias del dirigente tribal Sadeq al Ahmar y las fuerzas leales al presidente de Yemen, Alí Abdulá Salé. Según el Yemen Post, cientos de seguidores de Al Ahmar estaban intentando entrar en la capital para apoyar al líder tribal, pero las fuerzas leales al presidente se lo estaban impidiendo.

La violencia ha llevado a cerrar este jueves el aeropuerto de la capital, después de que los combates se extendiesen a las inmediaciones de estas instalaciones.

En este contexto, el Ejército yemení habría recuperado el control de los ministerios y oficinas gubernamentales que las fuerzas de al Ahmer, que lidera a la confederación tribal Hashid, habían tomado en los últimos días en Saná, mientras siguen produciéndose violentos combates entre ambas partes en el distrito de Al Hasaba, epicentro de los enfrentamientos, según informa el Yemen Post.

Mediación del CCG

El Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) anunció este jueves que retomará su mediación entre las partes en conflicto en Yemen para intentar lograr una "solución pacífica", después de que suspendiese sus esfuerzos en mayo por la falta de avances. Según un comunicado del organismo, el secretario general del CCG, Abdulattif al Zayani, ha confirmado la "continuación" de los trabajos para "ayudar a los hermanos yemeníes a lograr una solución pacífica que ponga fin a los enfrentamientos y la masacre del pueblo".

El CCG interrumpió su labor el pasado 22 de mayo, después de que los diplomáticos de los países miembros no lograsen que el presidente de Yemen, Alí Abdulá Salé, firmase el acuerdo planteado y que contemplaba un plan para que el mandatario abandonase el poder.