La represión supone una advertencia para evitar protestas en Ramadán.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó con dureza la actuación del Ejército que, dijo, le había "horrorizado"
AGENCIAS - Ammán - 01/08/2011
El Ejército sirio entró ayer a sangre y fuego en la ciudad de Hama, uno de los símbolos de la resistencia al régimen de Bachar el Asad. Grupos de derechos humanos y de la oposición cifran en un centenar los civiles muertos ayer por disparos de los militares que, según los testigos, cortaron la luz y el agua al amanecer para entrar con tanques y disparar indiscriminadamente sobre la población. El régimen pretende así machacar cualquier intento de protesta durante el Ramadán -un mes sagrado de ayuno diurno en el mundo musulmán-, que este año se celebra en agosto.
Los testigos cuentan que el Ejército entró con tanques y disparó a civiles
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó con dureza la actuación del Ejército que, dijo, le había "horrorizado". En un comunicado, aseguró que la presión para aislar al régimen iba a continuar, y afirmó: "Una vez más, el presidente Asad ha mostrado que es completamente incapaz y que no tiene voluntad de responder a las aspiraciones legítimas del pueblo sirio. Siria será un lugar mejor cuando salga adelante una transición democrática".
La versión sobre lo ocurrido que ofreció el régimen se hizo saber a través de la agencia estatal de noticias, Sana, que publicó que grupos de hombres armados se habían colocado en los tejados de la ciudad y estaban "disparando intensamente para aterrorizar a los ciudadanos". En su página web, la agencia informó de que esos "grupos armados" habían "prendido fuego comisarías, destrozado el mobiliario público y privado" y habían colocado "barricadas y ruedas quemadas a la entrada de la ciudad y en las calles". Esta es la causa y no las protestas, según Sana, de que el Ejército tuviera que entrar a poner orden.
Hama, de unos 700.000 habitantes, es uno de los principales focos de oposición al régimen, y ha sido duramente reprimida, ahora y en el pasado. En la memoria de la ciudad está la brutal matanza que llevó a cabo en 1982 Hafez el Asad, padre del actual presidente, para sofocar una rebelión liderada por los Hermanos Musulmanes. Las estimaciones más conservadoras calculan que hubo al menos 10.000 civiles muertos. Los grupos de derechos humanos elevan la cifra hasta 30.000.
Los embajadores en Siria de Estados Unidos y Francia también escogieron Hama para solidarizarse con la población siria que pide la caída del régimen. El pasado 10 de julio, viernes, se unieron a la manifestación de protesta, lo que provocó la indignación de las autoridades sirias y dio pie a que, por primera vez, Estados Unidos contemplara la posibilidad de una Siria sin El Asad: "No es indispensable", afirmó la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton.
La represión alcanzó también ayer a la capital, Damasco. El régimen lanzó allí explosivos con metralla que hirieron a 42 personas en una manifestación en el barrio de Harasta. Dos testigos dijeron a Reuters que en ese suburbio se había desplegado la Cuarta División del Ejército sirio, una de las más próximas al régimen, para aplastar la protesta. Las organizaciones de derechos humanos aseguraron que había un centenar de detenidos.
El régimen arrestó ayer en Damasco al líder de la tribu de los baqqara, Nawaf al Bashir. Más de un millón de personas pertenece a esta tribu, y la mayoría viven en la provincia de Deir al Zor, uno de los bastiones de la oposición. Poco antes de su detención, Al Bashir había dado una rueda de prensa para explicar que había pedido a los habitantes de Deir al Zor que emplearan métodos pacíficos en su protesta contra el régimen sirio.
Varios testigos dijeron a Reuters que entre el sábado y el domingo habían muerto en Deir al Zor 11 civiles. "Hay tanques del Ejército en las calles, pero la mayor parte de las muertes se han producido por la actuación de los servicios secretos", explicó un vecino.
Los llamados Comités Locales de Coordinación informaron de que en esta misma ciudad 57 soldados habían desertado para pasarse al bando de la oposición, incluidos dos lugartenientes y un capitán. Los ciudadanos levantaron barricadas y colocaron obstáculos en las calles para impedir el avance de los tanques. En otras ciudades, como Latakia e Idlib, también hubo protestas, según estos comités.
Las manifestaciones para acabar con el Gobierno de El Asad duran ya cuatro meses y han dejado 1.583 muertos civiles, según el Observatorio sirio de derechos humanos, que cifra en 12.600 el número de detenidos y en 3.000 los desaparecidos.
Cuatro meses de desafío a El Asad
– Marzo. Prende la ola de las protestas árabes en la ciudad sureña de Deraa. El día 23, el Ejército mata a seis manifestantes y dispara sobre cientos. El Asad destituye al gobernador de la provincia. Un día después, el Ejecutivo promete subir el sueldo a los funcionarios y revisar la Ley de Emergencia tras la muerte de 37 personas por disparos de la policía. El 25 es el primer Viernes de la Dignidad, que se ha repetido cada semana.
– Abril. El Gobierno deroga la Ley de Emergencia, vigente desde 1963, pero las protestas, la represión y los muertos se extienden por todo el país. El día 22 de abril 88 personas mueren en protestas en distintas ciudades. El 25 de abril el Ejército cerca Deraa con tanques. El 29, viernes, fallecen otras 60 personas en manifestaciones, y en Deraa, sitiada, el niño de 13 años Hamza al Jatib fallece torturado por el régimen. Su imagen será uno de los iconos de la protesta.
– Mayo. El Ejército aplasta las revueltas en Banias y en Homs. La UE incluye en su lista negra de sanciones a 13 miembros del régimen. Días después incluye a El Asad.
– Junio. La oposición siria se reúne en Antalya (Turquía) y pide a El Asad que deje el poder. En Hama mueren 54 personas. El día 6 el régimen anuncia que 80 policías han muerto en Jisr al Shughur y culpa a terroristas de ello. La versión de los opositores es que esos soldados se negaron a disparar a civiles y que por eso fueron asesinados por sus compañeros. Miles de refugiados cruzan a Turquía.
– Julio. El día 10, los embajadores de Estados Unidos y Francia visitan Hama en señal de solidaridad con los ciudadanos. El régimen lo interpreta como una provocación y al día siguiente una turba asalta las Embajadas de ambos países en Damasco. Hillary Clinton declara que Bachar El Asad ha perdido su legitimidad y no es "indispensable". El Observatorio sirio de Derechos Humanos cifra en 1.583 los muertos civiles desde marzo.
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