por Natalia Cruces

La madrugada del viernes 26 de agosto, Manuel estaba junto a su hermano y un amigo, cuando recibió una bala en el pecho. Varios testigos, vecinos y su propio hermano, denuncian que las balas se dispararon de un furgón de carabineros. Manuel tenía sólo 16 años y estudiaba en el Liceo Técnico industrial Saint Lawrence. El gobierno y carabineros han negado cualquier relación con el hecho, rechazando incluso la posibilidad de realizar una investigación interna, diciendo que es la justicia la que tiene que investigar, la misma justicia que encarcela a los mapuche y a los luchadores obreros y populares. La democracia para ricos de la derecha y la concertación, ha sumado otra víctima, como ayer fue el estudiante Daniel Menco en Arica, el obrero Rodrigo Cisternas o los jóvenes mapuche como Alex Lemún.

La muerte de Manuel no es un hecho aislado. Desde que comenzó la lucha de los estudiantes, cientos de denuncias y videos demuestran la brutalidad de carabineros y fuerzas especiales, que golpean, amenazan, persiguen y torturan a estudiantes, como es el caso del estudiante Fernando Andrés Zurita de Valparaíso, detenido y golpeado por varios carabineros al interior de un bus de carabineros “Primero me tiraron del pelo por todos lados los cinco, luego vinieron los combos en la cabeza” (Diario El Ciudadano). Fernando terminó con fractura en la nariz y daño en uno de sus ojos. En Santiago, otro estudiante detenido en una marcha denuncia la golpiza que recibió por carabineros, que mientras lo golpeaban, le preguntaban “¿no te gusta salir a marchar?”, amenazándolo también de muerte. En Concepción, el dirigente de la Federación de Estudiantes Recaredo Gálvez, de 21 años, fue detenido y torturado al igual que Cristian Andrade, de la Universidad de Valparaíso, que cuenta como en un bus policial carabineros lo torturaba “saltando sobre su cuerpo, golpeándolo con palos en piernas, torso y cabeza. Luego de aquello, restregaron limón en sus heridas abiertas de la cara, para posteriormente abrir una lacrimógena que le obligaron reiteradas veces a inhalar. Durante todas estas torturas, los funcionarios policiales lo agredieron psicológicamente mediante amenazas de violar a su madre, dándole a entender que conocían su condición de ex-dirigente estudiantil”. (Declaración de la JJCC).

Día a día los estudiantes movilizados han recibido amenazas del gobierno, las querellas de Zalaquett, los desalojos de los distintos alcaldes, el constante acoso de carabineros – llegando a cualquier hora, tirando lacrimógenas dentro de los colegios y facultades -, guardias contratados por los sostenedores para amedrentar a los estudiantes, entre otras cosas. Además de la represión constante en las marchas, los gases y el agua, los cientos de golpeados con las lumas y patadas de los pacos. La represión y la impunidad con la que actúan carabineros y Fuerzas Especiales es otra más de las herencias de la dictadura, que la democracia para ricos de la Concertación y la derecha mantuvo en pie, que cobró ahora la vida de Manuel Gutiérrez. La misma represión que viven los mapuches, los trabajadores cuando salen a luchar, los sectores populares en las poblaciones con la criminalización de la pobreza.

La represión de carabineros y del régimen de la democracia para ricos es un intento más para frenar las luchas de los estudiantes. Hay que fortalecer la movilización, las tomas, los paros, las marchas y enfrentar la política represiva del gobierno de Piñera y los empresarios.

Tenemos que levantar un gran movimiento contra la represión.

Por una comisión nvestigadora independiente, conformada por los familiares, organismos de derechos humanos, federaciones estudiantiles y sindicales. Ninguna confianza en la justicia de la derecha y la concertación Basta de represión a los que luchan. Libertad inmediata a todos los presos por luchar.

01/09/2011