Sarkozy anuncia el fin del embargo internacional para las autoridades rebeldes.- La OTAN mantendrá los bombardeos mientras Gadafi siga siendo una amenaza
ANTONIO JIMÉNEZ BARCA - París - 01/09/2011
Casi seis meses después de que Nicolas Sarkozy anunciara solemnemente desde el Elíseo el comienzo de los bombardeos aliados para neutralizar las defensas de Muamar el Gadafi, París ha acogido de nuevo una conferencia internacional, convocada para perfilar la Libia del futuro sin el dictador, aún escondido y sin rendirse. El presidente francés ha anunciado que el conjunto de países reunidos reclamará el desbloqueo de los fondos libios almacenados en bancos y en propiedades en el extranjero. De forma inmediata serán liberados 15.000 millones de dólares (unos 11.000 millones de euros), de un total de 50.000 millones, que se estima intervenidos o bloqueados en el extranjero. Además, se ha acordado que la OTAN mantendrá los bombardeos mientras Gadafi sea una amenaza.
Será la ONU la que deba dar el permiso para que los fondos requeridos terminen en manos de los representantes del Consejo Nacional de Transición (CNT), el órgano político de los rebeldes libios que se han hecho con casi todo el territorio del país. Por lo pronto, Francia, Estados Unidos y Reino Unido ya han asegurado haber recibido el visto bueno para enviar 1.500 millones de euros cada uno a fin de que el CNT pueda iniciar cuanto antes la reconstrucción de un país devastado tras más de seis meses de guerra, con falta de agua en las ciudades y con los hospitales en una situación alarmante, como ha asegurado el secretario general de la ONU, también presente en París, Ban Ki-moon. El dinero también servirá para pagar a los funcionarios, que llevan meses sin cobrar, y para que comience a funcionar la maquinaria estatal. En una palabra: para que el país eche a andar.
Antes será preciso liquidar la guerra, que aún da coletazos. Sarkozy y David Cameron han añadido que los ataques de la OTAN a las defensas y a las instalaciones militares de las bolsas de resistencia pro-Gadafi proseguirán hasta que desaparezca la "amenaza para el pueblo libio". "Decenas de miles de vidas han sido salvadas gracias a la intervención", ha afirmado Sarkozy. "La OTAN y nuestros aliados continuarán las operaciones mientras sea necesario proteger a los civiles", ha añadido el primer ministro británico, que junto al presidente francés impulsó la operación militar occidental para apartar a Gadafi del poder.
La Conferencia de Amigos de Libia estaba preparada para procurar, de paso, al Consejo Nacional de Transición los medios económicos necesarios para iniciar la reconstrucción. Al lado de Sarkozy y Cameron se ha podido ver a los dos principales líderes del nuevo Gobierno libio. De forma que esta conferencia mundial ha servido también para procurar por primera vez a este organismo, reconocido ya internacionalmente casi de forma unánime -Rusia también lo ha hecho, poco antes de que comenzara la cumbre-, una tribuna planetaria. El presidente del CNT, Mustafá Abdel Yalil, ha asegurado que el pueblo libio es un pueblo musulmán comprometido con la libertad y con la democracia. Y ha apelado al perdón y a la reconciliación entre las dos facciones enfrentadas. La secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, también ha insistido, antes de reunirse con el resto de las delegaciones, en que el futuro del país pasaba por desterrar las represalias. Toda la comunidad internacional parece decidida a evitar una transición sangrienta como la que asoló Irak. Cameron, el otro vencedor diplomático de la jornada, junto a Sarkozy, ha subrayado, por su parte, que es el pueblo libio "el que se ha liberado por sí mismo".
De este modo ha terminado una cumbre que venía precedida por el anuncio, desde Bruselas, del levantamiento del embargo por parte de la Unión Europea a los puertos y las empresas petrolíferas, energéticas y bancarias libias. Este embargo, según ha especificado la alta representante para Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Catherine Ashton, quedará sin efecto a partir de hoy. De este modo, la economía paralizada de Libia también podrá comenzar a rodar en breve.
La cumbre ha levantado especulaciones sobre quién se hará con el pastel petrolífero de un país rico asentado sobre un territorio que atesora las mayores reservas de África, que actualmente es el cuarto productor de este continente y que, antes de la guerra, exportaba el 80% de su producción a Europa.
Francia, el país que primero reconoció al CNT y que ha jugado un papel clave y determinante en el desarrollo de la operación militar, va a forzar su papel de aliado de primera hora de las nuevas autoridades. El diario francés Libération, además, reproduce una supuesta carta del CNT fechada el 3 de abril de 2012, esto es, 13 días después de que comenzaran los ataques aéreos de la OTAN contra las fuerzas de Gadafi, en la que se reconocía que, tras la victoria de los rebeldes, Francia contaría con el 35% de la producción de petróleo libio. La razón está clara: "[Este acuerdo se establece] en contrapartida por el reconocimiento de Francia de nuestro Consejo como representante legítimo de Libia". Tanto el Ministerio de Asuntos Exteriores francés como el CNT han asegurado "desconocer" ese acuerdo. Un portavoz del organismo libio ha añadido posteriormente, poco antes de que comenzara la cumbre, que "no habrá favoritismo político" a la hora de conceder contratos petrolíferos.
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