¡Educación gratuita ahora!

¡Cárcel para los asesinos de Manuel Gutiérrez y para los represores de ayer y hoy!

11 de septiembre de 1973: los milicos allanan fábricas, poblaciones, universidades y fundos, sembrando el terror, asesinando a trabajadores, violando a mujeres, encarcelando a militantes de izquierda. Cumplen la orden de la derecha y la DC, de los empresarios y el imperialismo: acabar con las tomas de fábricas, con los Cordones Industriales, con la alianza obrera y popular. A 38 años del golpe, gobiernan los herederos de Pinochet: RN y la UDI, con Piñera a la cabeza. La obra de la dictadura continúa intacta, gracias a ellos y la Concertación. Pero el movimiento estudiantil, con firmeza y energía, ha comenzado a cuestionarla.

Se han cumplido tres meses de lucha. Tomas de colegios y facultades, marchas multitudinarias en todo el país, un paro nacional de la CUT, lucha callejera, barricadas. La educación neoliberal que la Concertación administró y profundizó, está en crisis.

El gobierno derechista ha respondido con prepotencia. Con un “estado de sitio” en los hechos el 4 de agosto. Ha llegado el 11 de septiembre, y aunque Zalaquett (UDI) no haya cumplido su sueño de sacar a los milicos a la calle, sí tenemos a un muerto: el joven Manuel Gutiérrez. Fue asesinado por Carabineros. Tal y como bajo Bachelet asesinaron a Catrileo, a Cisternas, a Mendoza Collío y a Cariqueo.

Pese a todo esto, los dirigentes se sentaron a dialogar. Ni siquiera han puesto la educación gratuita como piso mínimo. Vallejo (PC) intentó bajar el paro anunciado para el 8 de septiembre, usando como pretexto el accidente que terminó con la vida de algunas figuras televisivas y empresarios en Juan Fernández. Es que están buscando negociar de rodillas. Arturo Martínez (PS) ha criminalizado a los miles de jóvenes que no tienen miedo y se han enfrentado a la policía en las calles. Y no ha impulsado un plan de lucha que sume a los trabajadores, pese a que durante estos meses hemos visto importantes huelgas obreras (Escondida, subcontratados de El Teniente, Codelco, etc.).

Hace falta una política alternativa. ¡Si se negocia, que no sea de rodillas! Hay que poner como “piso mínimo” la educación gratuita. Hay que secar en la cárcel a los asesinos de Manuel Gutiérrez. Y empezar a cuestionar la herencia pinochetista en su totalidad: la privatización de los recursos naturales, los salarios de hambre, la subcontratación, la opresión al pueblo mapuche. Para eso hay que poner en pie una Asamblea Constituyente libre y soberana, basada en la movilización del pueblo trabajador. Y, sobre todo, hay que retomar la obra de los trabajadores y pobres interrumpida con el golpe de estado de 1973: la lucha por una república de trabajadores, que para nosotros debe basarse en organismos de autodeterminación, como apuntaban a ser los Cordones Industriales. Para todo esto hace falta una izquierda obrera y socialista. El Partido de Trabajadores Revolucionarios – Clase contra Clase, da todas estas peleas. ¡Únete a nosotros!

8-09-2011