Washington pidió "decisiones ágiles" y Pekín instó a restablecer la confianza de los mercados

Por Martín Kanenguiser | LA NACION

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EFE WASHINGTON.- Como los estudiantes de medicina retratados por Rembrandt en La lección de anatomía del profesor Nicolaes Tulp, funcionarios de Estados Unidos, China y los países emergentes intentaron diagnosticar ayer las exiguas posibilidades de Europa de superar en forma ordenada su crisis de deuda soberana, advirtieron al bloque sobre el peligro de contagio y le pidieron medidas prácticas y rápidas.

El comunicado final de la asamblea del Fondo Monetario Internacional (FMI) condensó esa creciente presión, mientras en privado funcionarios y analistas de mercado repetían que el default de Grecia es inevitable y admitían su desesperación por buscar vías que minimicen el contagio a otras economías, como Irlanda y España.

"Los países de la eurozona harán todo lo necesario para solucionar su crisis de deuda soberana y asegurar la estabilidad financiera a todos sus miembros", sostuvo el informe final de la cumbre, que terminó con sabor amargo por el lento avance registrado en la detección de soluciones conjuntas.

Pero el FMI también dijo que otras economías avanzadas (como Estados Unidos) deben revitalizar su mercado hipotecario y avanzar en reformas que "aumenten el empleo y el crecimiento económico en el mediano plazo", un mensaje realista para el presidente Barack Obama, que está en un período de baja popularidad.

El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, dijo en forma explícita que el Banco Central Europeo debe tener un rol más agresivo para frenar la crisis. "La amenaza de un default en cascada y salida de depósitos debe salir de la mesa, porque de otro modo debilitará cualquier otro esfuerzo, a nivel europeo y global", sostuvo el funcionario, cuya visita al otro lado del Atlántico no fue muy exitosa días atrás. Geithner dejaría su puesto aunque Obama logre su reelección, según comentaron a LA NACION analistas políticos locales.

Geithner agregó que las decisiones deben tomarse en forma ágil y no esperar que la crisis se vuelva más severa, en sintonía con la advertencia de la jefa del FMI, Christine Lagarde, quien reclamó firmeza en el liderazgo político mundial y advirtió que el sendero para evitar un nuevo colapso es mucho más angosto que hace tres años, cuando estalló la crisis con la caída del banco Lehman Brothers.

Con más crédito en sus espaldas que Estados Unidos, también el presidente del banco central chino, Zhou Xiaochuan, indicó en el plenario de cierre que "la crisis de deuda soberana de la zona del euro debe ser resuelta rápidamente para estabilizar la confianza de los mercados y las medidas de consolidación fiscal creíbles deben ser adoptadas en las economías avanzadas para aliviar el estrés de deuda".

La postura brasileña
Hasta ahora, la Argentina aparece en solitario predicando únicamente las bondades de las políticas de estímulo, en contra de los pedidos de prudencia fiscal y monetaria.

En cambio, el ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, expresó una postura más equilibrada, al sugerir a las economías avanzadas medidas de estímulo fiscal con una política monetaria menos expansiva, para suavizar la "guerra de monedas" que está provocando una volatilidad fuerte para el real.

"Si no hay una respuesta enérgica de las autoridades, el mejor escenario para estos países parece ser un estancamiento prolongado con alto desempleo", sostuvo Mantega. El funcionario hizo referencia implícita, así, al fenómeno que muchos prevén como una "japonización" del mundo avanzado, con bajo crecimiento por la poca efectividad de las políticas públicas para resucitar el nivel de actividad.

Mantega aclaró que su gobierno es "bastante menos proclive a relajar aún más las políticas monetarias en las economías avanzadas". "Preferiríamos el incremento de liquidez, si pudiera canalizarse, para apoyar el consumo y la inversión", dijo. De inmediato, admitió que algunas economías del G-7 (el grupo de naciones más desarrolladas) "parecen haber caído en una trampa de liquidez", con tasas de interés muy bajas que no se traducen en un aumento de la confianza.

Y si bien Estados Unidos ya abandonó el escenario de pánico financiero predominante hace tres años, en esta cumbre quedó claro que tampoco exhibe demasiadas posibilidades de retomar en el corto plazo un crecimiento robusto, mientras el desempleo está estancado.

El rol de abogado de Europa le correspondió ayer al ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, quien en un discurso ante el Institute of International Finance, sostuvo que la salida para la región es una mayor consolidación fiscal, no echarles la culpa a los mercados, más supervisión en el sector financiero y una toma de decisiones efectiva por parte del alicaído G-20.

RENUNCIA EN EL UBS, DESPUÉS DEL ESCáNDALO
GINEBRA (AP).- El banco suizo UBS confirmó ayer la renuncia de su presidente, Oswald Grübel, tras el escándalo desatado la semana pasada por los negocios no autorizados de un operador de Londres, que provocaron a la entidad pérdidas por unos 2300 millones de dólares. El jefe del banco para Europa, Sergio P. Ermotti, ocupará el puesto de Grübel interinamente, según anunció la entidad en un comunicado. El consejo de administración de UBS señaló que aceptaba y lamentaba la renuncia de Grübel, pero que esa decisión "atestigua la firmeza de sus principios y su integridad"..