Ya nadie habla de “blindaje”, “desacolple”, ni de la “solidez del modelo”: los bancos y los grandes capitales están sacando decenas de miles de millones de dólares de Argentina, la producción industrial ha comenzado a caer y se están cortando las horas extras en las principales empresas; la inflación sigue sin parar. La fábrica Alpargatas de la localidad tucumana de Aguilares suspendió a 1.300 trabajadores por diez días, mientras que Fiat Córdoba amenazó hacer lo mismo con 400 obreros.
Los especuladores y los monopolios capitalistas se llevan del país los beneficios que obtuvieron con la explotación obrera y con los cuantiosos subsidios o créditos que recibieron del gobierno. Fugan esos fondos para rescatar a sus casas matrices de la quiebra y para prevenirse de una fuerte devaluación del peso. Entretanto, al calor de la recesión mundial, el precio de la soja se desplomó en las últimas semanas.
¿Qué hace el gobierno frente a esta sangría y que plantean los que se dicen opositores? El gobierno está financiando esta fuga de capitales con la entrega de las reservas del Banco Central y de la Anses. ¡Se está usando la plata de los jubilados y los aportes de los trabajadores a la Anses para rescatar al capital!
Los trabajadores estamos pagando la bancarrota capitalista.
¿Qué propone el gobierno de aquí en más?
Propone buscar financiamiento en el exterior a la tasa usuraria del 10% anual; el cordobés Schiaretti, el bonaerense Scioli, el porteño Macri ya lo están haciendo con el aval del gobierno de la Nación.
Prepara, igualmente, tarifazos, como ya ocurre con la nafta y la electricidad.
Apoya a las burocracias sindicales que en 2009 dejaron pasar miles de despidos de contratados y cierres de empresas, como Paraná Metal y Massuh.
La llamada oposición apoya estas medidas antinacionales y antiobreras. La factura de deudas y rescates que exige el capital es una carga demasiado pesada para la mayoría que trabaja, que hoy cobra un salario promedio de 2.800 pesos.
El Frente de Izquierda plantea una salida frente a la desorganización económica y la sangría que preparan los capitalistas contra el país y sus trabajadores:
1. Ningún despido ni suspensión. Reparto de las horas de trabajo disponibles entre todos los trabajadores ocupados y desocupados sin afectar el salario. Salario mínimo igual a la canasta familiar, indexado con la inflación, y 82% móvil para los jubilados. Pase a planta permanente de todos los contratados.
2. Ningún tarifazo contra el pueblo. Basta de financiar las ganancias de los capitalistas privatizadores: renacionalización del petróleo, el gas, los ferrocarriles y los servicios privatizados para ponerlos a funcionar bajo el control de sus trabajadores.
3. Eliminación del IVA y de todo impuesto al salario. Comités obreros y populares de control de precios.
4. Impuestos progresivos a las grandes fortunas y a las ganancias financieras, agrarias e industriales.
5. Prohibir de inmediato la remisión de utilidades y dividendos al exterior.
6. Cese del pago de la deuda externa usuraria.
7. Abrir los libros de las corporaciones económicas, y establecer el control obrero.
8. Expropiación de los bancos privados y la concentración de todo el sistema de crédito en manos del Estado: por una banca nacional única. Nacionalizar el comercio exterior, y establecer con sus recursos un fondo para la reindustrialización nacional, vivienda y obra pública bajo control de los trabajadores.
9. Cese de la intervención de la Anses, por un directorio electo y revocable por los jubilados y los trabajadores.
Para evitar que la crisis la paguen una vez más los trabajadores, es necesario luchar por recuperar los sindicatos y las organizaciones obreras que hoy se encuentran en manos de la burocracia sindical, defender a los delgados y activistas antiburocráticos de toda persecución, rodear de solidaridad activa cada conflicto contra las suspensiones, despidos y cierres de empresas. Es necesario poner en pie una alternativa política de los trabajadores en las calles y en el Congreso para evitar que la crisis capitalista se lleve puestas las conquistas sociales de los trabajadores.
El 23 de Octubre, votemos al Frente de Izquierda y de los Trabajadores
FRENTE DE IZQUIERDA y de los Trabajadores
PARTIDO OBRERO
PARTIDO DE LOS TRABAJADORES SOCIALISTAS
IZQUIERDA SOCIALISTA
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