El primer ministro intenta frenéticamente cerrar filas antes de la votación clave
El País Madrid 14 OCT 2011 - 09:04 CET
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, afrenta esta mañana una nueva moción de confianza en la Cámara de los Diputados tras haber sufrido una derrota clave esta semana en una votación sobre la revalida de los presupuestos de 2010. Las fricciones internas a la mayoría gubernamental han frenado seriamente la acción del Ejecutivo en los últimos meses. Sin embargo, casi todos los rebeldes en el seno de la mayoría han anunciado que votarán a favor del Gobierno esta mañana, y por tanto los analistas y la prensa italiana prevén que Il Cavaliere debería superar la prueba parlamentaria.
Berlusconi pidió ayer a los diputados que confirmaran la confianza en su Gobierno como único baluarte ante la tormenta de la crisis financiera que está azotando al país transalpino y ha causado un marcado crecimiento de los intereses sobre la deuda pública. El primer ministro desechó la hipótesis de un Gobierno técnico, ventilada en los pasillos de la política italiana, como una “solución sin legitimidad democrática” que no podría encarar las difíciles decisiones que deben ser tomadas ante la gravedad de la situación. Asimismo, consideró que unas elecciones anticipadas serían una eventualidad nefasta para el país.
La prensa italiana calcula que Il Cavaliere debería superar la prueba
La oposición boicoteó el discurso pronunciado el jueves por el primer ministro para denunciar con un golpe efectista la parálisis política en la que se encuentra el país. Los partidos de centroizquierda consideran que el Gobierno se halla incapaz de actuar debido a las divisiones internas y a los graves problemas judiciales del primer ministro. La fractura política entre Berlusconi y su ministro de Economía, Giulio Tremonti, ha dificultado en los últimos meses la gestión económica del país.
En ese escenario decadente, varios diputados y senadores han abandonado la coalición mayoritaria a lo largo de la legislatura, pero Berlusconi ha logrado hasta ahora resistir en las votaciones clave, a veces recompensando a los indecisos con cargos en el Gobierno o en otras instituciones. Su Gobierno ha superado en 56 ocasiones mociones de confianza que tenían por objeto, en la gran mayoría de los casos, medidas concretas o la permanencia en el cargo de algún ministro o subsecretario. En esta ocasión, es el Ejecutivo quien se somete a la prueba.
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