La ofensiva represiva del Gobierno se intensifica, y del modo más brutal. Rectores se suman a esta ofensiva. Es tal la intensidad, que organismos de DDHH presentan denuncias en defensa de los estudiantes en lucha. Combinado con la represión, el gobierno intenta un desvío de la lucha al Parlamento: su debilidad le impide encontrar ninguna salida. Pero el Parlamento también es débil: la manifestación en el Congreso en Valparaíso, y toma de su sede en Santiago, aunque superestructurales, reflejan distorsionadamente su propia debilidad de parlamentarios binominales y millonarios que legislan a favor del negocio de la educación y de los patrones en general. Queriendo abrir paso a una salida con la discusión parlamentaria, parece estar llegándose a un callejón sin salida. Ante esto, la política de la burocracia estudiantil de las JJCC, los pro Concertación y los colectivos populares, de movilizaciones y plebiscito para presionar al Parlamento, va a entrampar la lucha llevándola a ese callejón sin salida.

Postales de la dictadura: la policía invade las Universidades en toma y el gobierno interviene a la Justicia

La política represiva apunta a desarmar el verdadero corazón de las movilizaciones: las tomas, donde se agrupa, discute y organiza la vanguardia de la lucha. El desalojo es el centro de su política, para debilitar al movimiento y hacer de la discusión parlamentaria un trámite de los que están acostumbrados, preparando el escenario para otra foto con brazos alzados, como hicieron tras el 2006 y la LGE.

Los desalojos son brutales. En la Universidad de Tarapacá en Arica (UTA), el rector mandó traer Fuerzas Especiales desde Iquique, que invadieron la toma y militarizaron la Universidad. Sin orden de desalojo.

En la Universidad de Antofagasta (UA), sin orden de desalojo, la policía invadió la casa de estudios, incluso ingresando con caballos, y paseándose por sus dependencias como si fuera la dictadura.

En la Universidad Católica del Norte (UCN) también en Antofagasta, ingresaron Fuerzas Especiales, esta vez acompañados por el Rector, con buses, zorrillos, tanquetas, autos, camionetas, perros.

Pocos días antes, Fuerzas Especiales ingresaron sin permiso, al Campus Gómez Millas, helicópteros sobrevolaron antes sus dependencias, golpearon a funcionarios y profesores, detuvieron a estudiantes que estaban discutiendo sobre su lucha. Hasta la misma vicedecana de la Facultad de Filosofía tuvo que salir a denunciar la brutalidad represora de la policía.

En los colegios es pan de cada día, desde hace semanas. En colegios de Maipú los empresarios (sostenedores) defienden su propiedad (con un negocio que vive en buena parte de los subsidios del Estado) a palos y golpes contra los estudiantes contratando matones de seguridad; en colegios de Ñuñoa usan a la “seguridad ciudadana”, verdaderos matones a sueldo de los alcaldes.

Todo esto, se adelanta a la maldita ley Hinzpeter de cárcel para quienes se tomen u ocupen espacios públicos.

La Intendencia prohíbe las marchas por donde libremente los estudiantes quieren movilizarse: la última convocada para el domingo 23/10 por CORPADE y secundarios debió suspenderse.

La policía formó el grupo “Cazadores”, para, literalmente, cazar estudiantes que se encapuchan ante la brutal represión y persecución.

El Gobierno amenazó a los jueces, al mejor estilo dictadura, con que no los promovería en sus carreras si siguen dejando libres a los detenidos en las movilizaciones. La justicia patronal respondió con números en la mano que ellos procesan al 90% de los casos. Para el gobierno es insuficiente, y dio un paso más en su autoritarismo.

Lo que el gobierno busca es golpear a los sectores de vanguardia más radicalizada que quiere ir con su lucha hasta el final, desmoralizarla y aislarla. A pesar de infundir temor en amplios sectores con esta brutal represión, amenazas y ataques, las movilizaciones masivas muestran que no está logrando lo que busca. Y mientras el gobierno ataca a este sector del movimiento estudiantil, las JJCC en vez de fortalecer las tomas y defenderlo de los ataques, se calla la boca, deja que las tomas se debiliten, y peor todavía, Camila Vallejos declaró que Carabineros debería focalizar su represión en los estudiantes y jóvenes que se encapuchan.

Aún así, no logran detener la decisión de luchar de los estudiantes, y el enorme apoyo social que tienen, y que todas las encuestas vienen reflejando.

¡Abajo los rectores! ¡Fuera la policía de las Universidades y colegios!

La rabia contra la represión no hace más que aumentar con el aumento de los ataques del gobierno y su policía. En las calles en cada marcha las barricadas y la autodefensa contra la represión se prolonga por horas, en diferentes puntos de la ciudad, sumando más gente. Es una rabia en respuesta inmediata a la represión, como resultado de la cerrazón del gobierno a no dar nada, y con raíces en la segregación, discriminación y condena a una vida sin futuro que la herencia pinochetista nos dejó, conservada por la Concertación y ahora por la derecha.

En las Universidades del norte, como la UTA y la UA los estudiantes están pidiendo la renuncia de los rectores.

Las organizaciones estudiantiles y el Colegio de Profesores deben exigir la prohibición de entrada de la policía en las Universidades.

Hay que recuperar una auténtica autonomía universitaria entregada a los cazadores verde oliva. Todos los estudiantes debemos gritar con fuerza: ¡Fuera la policía de las Universidades y colegios!

La represión no desanima a los estudiantes en lucha. Pero sí han puesto a la defensiva a las tomas y algunas las desarticularon.

Las tomas son de todos: ¡a defenderlas!

Las tomas son el corazón del proceso de lucha. Allí se realizan asambleas de discusión y decisión democráticas. Se articulan diferentes universidades y colegios. Se organizan las marchas. Se realizan foros. Permite la participación abierta de todos los estudiantes que quieran hacerlo (a diferencia de la CONFECH, CONES, ACES a las que sólo van los “dirigentes”).

Están bajo ataque del Gobierno y la policía. ¡Es necesario defenderlas! La autodefensa surge de las mismas asambleas y estudiantes en toma ante el ataque policial. Hay que fortalecerla, abriendo las tomas a la comunidad, sumando a sindicatos y Juntas de Vecinos. Convocando a los compañeros estudiantes que las apoyan pero no participan diariamente. Los profesores deben sumarse con clases públicas, foros de debate. Y llamando a un Paro Indefinido de Profesores Secundarios y Universitarios.

Por el contrario, la burocracia estudiantil, tanto la moderada JJCC como pro Concertación, como la burocracia de izquierda de los colectivos populares en la CONFECH/CONES/ACES llaman a presionar a los parlamentarios para llevar la discusión al Parlamento.

El mismo Parlamento binominal de parlamentarios millonarios que ya declararon que están contra la educación gratuita y se negaron a legislar contra el lucro de los empresarios (sostenedores) de los colegios. El mismo Parlamento repudiado por el pueblo trabajador, como reflejan todas las encuestas. Y que ahora fue tomada su sede en Santiago.

La toma de la sede Santiago del Congreso, y la demanda de plebiscito: una nueva reforma cosmética por abajo a la Constitución de Pinochet

El viernes 21/10 el Movimiento Democracia para Chile, dirigentes de algunos colegios, dirigentes de Corpade, etc., se tomaron la sede Santiago del Congreso. A las pocas horas de llegar habrían acordado retirarse previa firma de un documento con el presidente del Senado, el PPD Girardi. Una nueva torpeza política del gobierno represor, pidiendo desalojo con Carabineros, escaló el asunto, haciendo que la toma se extendiera. Girardi se negó a usar la fuerza policial, optando por la negociación para la salida voluntaria de los manifestante. La política represiva del Gobierno y la derecha los enfureció y están tratando de destituir a Girardi.

La demanda de los ocupantes era que se hiciera una reforma a la Constitución que permitiera la incorporación del plebiscito vinculante.

Los plebiscitos son la herramienta más antidemocrática de la democracia para ricos. Sólo permiten decir SI o NO. Aún siendo vinculantes, la interpretación y decisión sobre sus resultados sigue en manos del Gobierno de la derecha y el Parlamento binominal de los parlamentarios de la derecha y la Concertación con sueldos millonarios y que legislan a favor de los patrones y contra el pueblo trabajador. El plebiscito sólo los recubrirá con una manto democrático falso. Si se votara a favor de la educación gratuita, ¿cómo se financiaría?, ¿sería para todos, como ahora se discute?, ¿sería ahora o gradual? Si se votara contra las represas en Hidroaysen, ¿las pondrían en otro lugar y al final quedaría todo igual?

Pero sobre todo: esta demanda de plebiscito vinculante deja en pie la Constitución de Pinochet, legitimada primero con la firma de Lagos, y ahora volvería a recubrirse de credenciales democráticas de las que carece. Sería la Constitución del ’80 con plebiscito vinculante.

Y la derecha represora, y la Concertación que preservó la herencia pinochetista, quedarían donde están: gobernando a favor de los patrones y contra el pueblo trabajador. Ya es hora de decir basta.

Así, estas organizaciones, Movimiento Democracia para Chile y el PC buscan como aliados a los mismos parlamentarios de la Concertación. Pero la lucha estudiantil está yendo contra la educación pinochetista que la Concertación profundizó.

Para terminar con toda la herencia pinochetista:

Ni derecha ni Concertación

¡Que se vayan todos”

Por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana basada en la movilización del pueblo

Hay que hacer de la lucha estudiantil el primer paso contra toda la herencia pinochetista. Para eso debemos defender las tomas, que son de todos, luchar por sacar a la policía de nuestras Universidades, unificar nuestra lucha en un nuevo organismo de combate poniendo en pie un nuevo organismo de combate con una Asamblea General de Lucha basada en delegados mandatados por asambleas y revocables, iniciar un Paro Nacional Indefinido de Profesores Secundarios y Universitarios, hasta imponer nuestras demandas, con la educación gratuita para todos ahora como piso mínimo.

Llevar la discusión al Parlamento binominal y anti-estudiantil, como quieren las direcciones burocráticas, nos lleva a un callejón sin salida. La política como la del PC y JJCC y colectivos populares que lo plantean, con la bandera del plebiscito vinculante sólo retoca la misma Constitución de Pinochet.

Tenemos que luchar por convertir estas movilizaciones en un punto de apoyo para avanzar por terminar con toda la herencia de la dictadura. Para esto, debemos luchar por construir una izquierda obrera y socialista, como la que avanza en construir el Partido de Trabajadores Revolucionarios- Clase contra Clase/ PTR-CcC, y levantar las banderas de una Asamblea Constituyente Libre y Soberana basada en la movilización para comenzar a discutir todos los problemas con que los patrones y sus políticos de la derecha y la Concertación golpean a los estudiantes, los trabajadores, la juventud explotada y oprimida, y, en lo inmediato, no entregar la negociación de esta lucha al Parlamento binominal de las leyes patronales.

26-10-2011