Manu Georget*

Presentamos a continuación un artículo de Manu Georget, ex dirigente de la CGT disidente de Philips Dreux, que luchó contra el cierre de la fábrica en 2010, y militante de la Corriente Comunista Revolucionaria del NPA (www.ccr4.org) donde militan nuestros compañeros y compañeras de la Fracción Trotskista en Francia.

Cuando el Frente de Izquierda habla de insurrección o reivindica la Comuna de París, en realidad, ¿de qué están hablando? ¿Qué hay detrás de este discurso que se pretende radical? Si prestamos atención a su programa y a lo que dice, vemos bien claro que rechazan de plano el punto de vista revolucionario, porque la revolución de Jean-Luc Mélenchon es electoral, o sea que el único mensaje que quiere transmitir con su discurso radical es el de ir a votar por él. A fin de cuentas, busca orientar todas las fuerzas sociales y de lucha dentro del marco de las instituciones, es decir que busca canalizar el descontento social que existe entre los trabajadores a través de las elecciones.

Mélenchon no hace más que mantener las ilusiones en las instituciones burguesas que se dicen democráticas, y quiere hacer creer que el cambio social puede realizarse mediante el desvío de las elecciones. Él celebra y se reivindica partidario de la toma de la Bastilla y de la revolución francesa de 1789, no para poner por delante su lado insurreccional (y por lo tanto opuesto al camino electoralista) sino para mantener un discurso nacionalista. El proyecto del Frente de Izquierda está construido sobre una pseudo-crítica del capitalismo que apunta de hecho a poner por delante la nación. Así, no hace más que ser útil a los intereses imperialistas de Francia y nocivo para los trabajadores del mundo entero.

El programa del Frente de Izquierda no está al servicio de los trabajadores y de la juventud explotada, sino que apunta a encerrar al proletariado en una ideología social-chovinista que ha sido varias veces, en la historia de nuestro país y del mundo entero, una de las armas principales de la contrarrevolución. Esta ideología es aun más peligrosa hoy que la crisis capitalista crea un terreno favorable para que los capitalistas traten de convencer a los trabajadores que los responsables de su sufrimiento son… los otros trabajadores!

No hace ninguna crítica en profundidad a la sociedad capitalista francesa, ni a la clase explotadora que está a la cabeza. El programa económico del Frente de Izquierda propone un proyecto de modernización de la industria francesa. Denuncia a una oligarquía que representa las finanzas y que, de alguna forma, corrompería a la “República francesa”. El programa avanza también sobre la idea de que habría una “burguesía industrial buena” con la que los trabajadores compartirían los mismos intereses, tomando como modelo el período de acumulación de la post-guerra, edad de oro del imperialismo francés donde reinaba la productividad y la paz social, gracias a los monopolios del Estado y a la integración de los sindicatos al servicio de los patrones.

¡Los trabajadores no necesitan el proyecto social-chovinista y de conciliación de clases del Frente de Izquierda! Lo que necesitan es un cambio radical de la sociedad, terminar con la dominación capitalista, o sea, una revolución social.
Para luchar y triunfar frente al Estado burgués y sus instituciones, los trabajadores deben adquirir una conciencia de clase. La clase obrera debe ganar confianza en su capacidad de organizar la sociedad de manera solidaria, sin someterse a los capitalistas.
Para frenar la gangrena del capitalismo, pensemos la lucha de clases, construyamos una organización revolucionaria que se arme de un programa político con una perspectiva internacionalista, con el fin de desarrollar la unificación de los trabajadores y la juventud explotada de todos los países contra la clase dominante. Esta organización revolucionaria, este programa político y esta unidad de los trabajadores y de la juventud deben estar al servicio de la lucha contra el sistema de explotación y de la puesta en marcha de una nueva sociedad, sin opresores ni oprimidos. Es en esta perspectiva que nosotros combatimos, con nuestros camaradas de la Corriente Comunista Revolucionaria, en el seno del NPA y en la lucha de clases.

Claves

La primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia se realizará el 22 de abril.

Frente de Izquierda: es la coalición electoral conformada por el reformista Partido de Izquierda, el Partido Comunista de Francia y un sector de los ecologistas entre otros. Llevan como candidato a Jean-Luc Mélenchon.

UMP: Unión por un Movimiento Popular, de centroderecha, es el partido del actual presidente, Nicolas Sarkozy, que va por la reelección.

Partido Socialista: lleva como candidato a François Hollande, que ha recibido apoyo de sectores del propio partido de Sarkozy y las encuestas lo dan peleando la segunda vuelta con este.

NPA: Nuevo Partido Anticapitalista, lleva como candidato a Philippe Poutou, obrero automotriz de la fábrica Ford.