Por Juventud PTS
Este viernes 15 se realizó en el Auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) un gran acto con más de 1.200 jóvenes organizado por la Juventud del PTS junto a los estudiantes chilenos en lucha.
Llegaron desde Santiago de Chile Bárbara Brito, Consejera Estudiantil de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile y Fabián Puelma, activista estudiantil de la misma universidad. Ellos son parte activa del movimiento estudiantil chileno que viene protagonizando desde el año pasado masivas movilizaciones de cientos de miles en defensa de la educación pública, que conmovió la herencia pinochetista en ese país y que el pasado domingo han participado de un escrache al homenaje que se le hiciera al ex dictador Augusto Pinochet, como fue reflejado por numerosos medios de comunicación. Este sábado estarán presentes también en Córdoba para realizar un acto junto a las delegaciones de la Juventud del PTS de Córdoba y Rosario que participan del Congreso de la Federación Universitaria Argentina, y finalmente, el martes, participarán de un Foro en la Universidad Nacional de Rosario.
Junto a ellos, tomaron la palabra en el acto de Buenos Aires Christian Castillo, dirigente del PTS y del Frente de Izquierda y de los Trabajadores; Humberto, militante de la comunidad boliviana en Buenos Aires; Patricio del Corro, dirigente de la Juventud del PTS procesado por la lucha de Kraft-Terrabusi y dirigente de los procesos de lucha estudiantil de 2010 y las estudiantes secundarias Selma Saeg, Secretaria General del Centro de Estudiantes del Normal 10 y Carla Bustamente, de la Lista Roja que ganó el Centro de Estudiantes del Nacional de San Miguel.
Se proyectaron también videos con saludos de dirigentes juveniles del Estado Español, Alemania y Brasil y se leyeron adhesiones de todas las organizaciones de Europa y América Latina que integran la Fracción Trotskista-Cuarta Internacional, así como un saludo de un numeroso grupo de jóvenes mexicanos presentes en el acto que son parte del movimiento Yo soy 132-Argentina.
La primera en tomar la palabra fue la compañera Bárbara Brito, recibida por una enorme ovación del auditorio al grito de “Hermano, chileno, no bajes las banderas, que acá estamos dispuestos a cruzar la Cordillera”. Su discurso conmovió al público relatando la historia del nacimiento de la generación sin miedo, la juventud que se puso de pie luchando por el fin del lucro en la educación, que continuó levantando las banderas de la educación gratuita y surgió como una enorme fuerza de lucha que conmueve toda la herencia pinochetista del régimen chileno, con movilizaciones de cientos de miles en las calles, enfrentamiento a la represión, comisiones de autodefensa, barricadas, tomas de colegios y facultades que conmovieron también a la clase obrera, que le dio su apoyo a los estudiantes con paros y acompañamiento en las calles. Calles en las que fue asesinado el compañero Manuel Gutiérrez, que se convirtió en un símbolo de la juventud en lucha. Juventud que retomó las banderas de la rebelión de los pinguinos de 2006, para seguir ese camino. Pese al desvío parlamentario de la lucha, con el acuerdo de la dirección del Partido Comunista con Camila Vallejo al frente, este año la generación sin miedo sigue en las calles, y el último domingo escracharon el homenaje a Augusto Pinochet, combatiendo a la ultraderecha también responsable del asesinato de Daniel Zamudio. Bárbara, como dirigente estudiantil y también militante del PTR, organización hermana del PTS, cerró hablando en nombre de la generación que no dará un paso atrás, planteando la lucha por una segunda reforma universitaria y la unidad con los trabajadores para tirar abajo toda la herencia pinochetista.
Las compañeras secundarias Selma Saeg y Carla Bustamante, hicieron a continuación un saludo al acto y a los compañeros chilenos en lucha como un ejemplo inspirador para los secundarios de acá que estuvieron luchando con tomas de colegios y contra el cierre de cursos, contra Macri y los kirchneristas, así como apoyando a los docentes en lucha como los de Santa Cruz que sufrieron la represión, como parte de las luchas por construir un movimiento estudiantil junto a los trabajadores.
Por su parte, Patricio del Corro comenzó su intervención señalando el orgullo que representa para la Juventud del PTS compartir este acto junto a los estudiantes chilenos en lucha, que son parte de una juventud que se empieza a levantar en el mundo, como lo vemos en Egipto, en Grecia, en el Estado Español, México o Canadá, entre otros ejemplos. Porque contra todo el discurso de Cristina, la crisis capitalista nos muestra el futuro que nos espera en Argentina, y no el pasado. Y así como el kirchnerismo se prepara con sintonía fina, con el Proyecto X, con la Ley Antiterrorista, con techos salariales, desde la Juventud del PTS nos preparamos para ser parte de esa juventud que comienza a protagonizar grandes gestas de lucha, para que la crisis la paguen los capitalistas. En la universidad argentina hay más de un millón y medio de estudiantes, y es una enorme institución de un gran peso político, ideológico y cultural. Con las camarillas kirchneristas y radicales está puesta al servicio de los capitalistas por medio de cientos de convenios con empresas del agrobussinnes como Nidera, con patronales cómplices de la dictadura como Techint, o convenios con la Policía Bonaerense responsable de las desapariciones de Julio López y Luciano Arruga, como lo vemos en la Universidad de La Matanza, por dar sólo algunos ejemplos. Por eso desde la Juventud del PTS luchamos por barrer a las camarillas kirchneristas y radicales de la universidad y poner todo el conocimiento y la producción al servicio de la salud, la educación, el trabajo, en función de las necesidades de los trabajadores y el pueblo pobre. También planteó la lucha por las ideas del marxismo, contra las ideologías oficiales impartidas desde la academia, que están al servicio de la justificación del orden social existente, y se refirió a la larga tradición de la Juventud del PTS luchando por unir fracciones del movimiento estudiantil a las luchas obreras, como lo hemos visto en Zanon, Brukman, Jabón Federal o Kraft-Terrabusi, entre decenas de ejemplos. En este punto tenemos un debate con otras organizaciones de izquierda como el PO, La Mella, el FPDS o el PCR, que desde hace diez años dirigen centros y federaciones vaciados y burocratizados que no han servido para dar un paso adelante en todas estas peleas, y por eso hoy están atravesando una crisis, como lo vemos en la FUBA y la FUR. Del Corro hizo mención también a la lucha que darán en el día de hoy las regionales de Córdoba y Rosario de la Juventud del PTS contra el Congreso radical de la FUA. Desde la Juventud del PTS, por el contrario, peleamos por centros y federaciones democráticas, militantes e independientes de los capitalistas que peleen por la unidad con los trabajadores y prefiguren desde hoy esa alianza social del Cordobazo y del Mayo Francés que necesitaremos para vencer.
Humberto, de la comunidad boliviana y militante de la Juventud del PTS, fue recibido al grito de “la clase obrera, es una y sin fronteras”. Se presentó como trabajador, inmigrante, orgulloso de esta juventud que se empieza a levantar. Como uno de los millones de los sectores más explotados de la clase trabajadora que dejan la vida trabajando doce o catorce horas en talleres textiles, hacinados, durmiendo al lado de las máquinas, discriminados por portación de cara, sin siquiera disfrutar de momentos de tranquilidad para compartir con sus familias. Todo esto por sueldos miserables de $1.600, a lo sumo $2.500, en negro, sin cobertura social, sin sindicalización y sufriendo la represión como en el Parque Indoamericano cuando salen a luchar, teniendo que sufrir incluso el repudio de Evo Morales cuando dijo que le “daba vergüenza” que los bolivianos tomaran tierras, mientras la tierra en Bolivia sigue en manos de los grandes terratenientes. Desde aquí habló de su orgullo de ser militante revolucionario para terminar con toda la explotación y la opresión a los trabajadores y el pueblo pobre y la potencia que se muestra en este acto si logramos unir al movimiento estudiantil junto a los trabajadores, juntando lo que los capitalistas han dividido con fronteras, con prejuicios, con racismo, contando cómo él se siente hermano de los explotados y los oprimidos y no de los patrones bolivianos que son parte de la clase de los explotadores. El compañero finalizó llamando a construir una gran Conferencia Nacional de Trabajadores el 8 de julio en Ferro, para discutir las tareas y cómo enfrentar a los capitalistas, que hoy más que nunca quieren descargar la crisis sobre nuestras espaldas.
Fabián Puelma le siguió en el uso de la palabra, mostrando cómo la lucha de los estudiantes chilenos significa un golpe para un régimen político que se jactaba de ser el más estable y sólido de América Latina, cuestionando la herencia pinochetista intacta instaurada a sangre y fuego y profundizada por veinte años de gobiernos de la Concertación. Años de impunidad patronal, de desarticulación de los sindicatos, de salarios de miseria, de inexistencia del derecho a huelga, de saqueo de los recursos naturales por un puñado de empresas imperialistas, de privatización de la salud y la educación, de medios de comunicación dominados por un puñado de corporaciones. La juventud chilena mostró que el movimiento estudiantil se puede transformar en un gran actor de lucha y poner en jaque a este régimen, al gobierno, hacer caer ministros, dejando a un régimen en crisis y haciendo emerger el descontento subterráneo de los trabajadores y el pueblo acumulado durante años. Sin embargo, la juventud chilena aún no conquistó sus demandas. Hoy los empresarios se inquietan y quieren volver a la “normalidad”. Para conquistar las demandas, es necesaria la más firme unidad entre trabajadores y estudiantes, con fuerza en las calles, derrotando la represión. Un gran obstáculo que tiene la lucha chilena es la burocracia estudiantil y sindical, enemiga durante el proceso de que surgieran verdaderos organismos democráticos para la lucha, con los dirigentes más combativos y elegidos desde la base a la cabeza. La CONFECH, con Camila Vallejo a la cabeza, se mantuvo como un aparato burocrático y permitió que se impusiera la política conciliadora del Partido Comunista de llevar la lucha al desvío parlamentario, llevando la lucha a un callejón sin salida. Los compañeros del PTR luchan por convertirse en una alternativa a esta política, construyendo una gran corriente militante trotskista con fuertes trabajos en facultades, liceos y fábricas, peleando por una militancia que se foguee en la lucha contra la adaptación y el rutinarismo, por acabar con la burocracia. Una organización que emerja confluyendo con los miles de jóvenes combativos que surgieron a la vida política, que dan vida a esta nueva generación sin miedo que se alza en todo el mundo.
El cierre del acto estuvo a cargo de Christian Castillo. Comenzó señalando que estamos viviendo el quinto año de una crisis capitalista internacional en la cual la intervención de una nueva generación juvenil es un dato insoslayable. Desde que en la tercera oleada revolucionaria del siglo XX, iniciada simbólicamente con el Mayo Francés de 1968, se hiciera presente toda una nueva generación juvenil que se radicalizó y marcó toda la década del ´70, no veíamos en la juventud un fenómeno de estas dimensiones. Aunque en nuestro país todavía no hayamos visto una intervención directa de la juventud en procesos políticos o de lucha de esa magnitud, Castillo señaló que la juventud presente en el acto es parte de esta generación que está emergiendo al calor de enfrentar los intentos de los capitalistas y sus gobiernos de hacer pagar la crisis a los trabajadores y los pueblos del mundo. Por eso se refirió a la importancia de este acto internacionalista con compañeros protagonistas de esa gran lucha que viene dando la juventud chilena. Pero diciendo también que la Juventud del PTS no es cualquier sector de esa nueva generación, es la que tiene el desafío de estar a la altura de una tradición y un programa, el del trotskismo, que se forjó enfrentando la burocratización del primer Estado obrero de la historia y que conservó las conquistas teóricas y programáticas del marxismo revolucionario atacadas por el stalinismo, mientras lo desarrollaba al calor de fenómenos como el nazismo, el frente popular o la Guerra Civil Española. Desde su fundación rompiendo el MAS, encabezado por Emilio Albamonte, el PTS se orientó a recuperar teórica, programática y prácticamente una perspectiva trotskista consecuente, en el marco de la resistencia a décadas de ofensiva capitalista. En la universidad, editando revistas marxistas e impulsando en todo el país la Cátedra Libre Karl Marx y luchando por desarrollar la autoorganización estudiantil durante las luchas de 1995 contra la Ley de Educación Superior y en 1999 con la Interfacultades contra la conducción radical de la FUBA. También en la gran huelga de la UNAM en México, en la cual Castillo cayó preso junto a cientos de activistas de la lucha. Hace diez años, en Sociales de la UBA, protagonizando la “elección directa” que cuestionaba a las camarillas y el régimen universitario. O en el apoyo a las luchas obreras, como había mencionado Del corro, y entrando a las fábricas, desarrollando el clasismo que se va a reunir el 8 de julio en Ferro, para decir que queremos sindicatos sin burócratas y un gran partido de la clase obrera sin patrones.
Castillo continuó señalando que hoy, que estamos viviendo una nueva etapa de crisis capitalista internacional, la radicalización de la juventud aún es menor que en los ´70, pero a la juventud presente en este acto le corresponde la tarea de aprovechar la situación para que esta nueva generación que empieza a ponerse de pie lo haga bajo las banderas del marxismo revolucionario, del trotskismo, y no caiga en la impotencia del autonomismo o en las medias tintas de la izquierda populista, de la cual no es casual que varios de sus cuadros hayan terminado como funcionarios kirchneristas. Porque no se trata de resistir, sino de lograr los primeros triunfos revolucionarios del siglo XXI. Depende de nosotros forjar un gran partido y una gran juventud militante bajo el programa del trotskismo en las universidades, colegios y fábricas. La pasividad no impide que ampliemos nuestras filas. La universidad, por ejemplo, es un gran campo de lucha en el cual la clase dominante busca contener y apaciguar el descontento juvenil, desarrollando políticas de cooptación. Pero ahora en Argentina empieza a pegar la crisis.
Cerró diciendo que nuestro desafío es transmitirle a la juventud presente el entusiasmo de asumir con toda energía y audacia una tarea que es para toda nuestra vida, la de dedicarnos a organizar revolucionariamente a la clase obrera y a la juventud para terminar con este sistema capitalista y comenzar la construcción de una sociedad sin explotadores ni explotados.
|