Plataforma E presentada por camaradas que han votado P4 o P2 en el congreso.
Presentación
La Conferencia Nacional debe permitir comenzar a sacar al NPA de su crisis. ¡Terminemos con los compromisos cojos, las fórmulas ambiguas, los acuerdos por arriba! Muchos camaradas están espantados por estos métodos y por la falta de radicalidad del partido. Queremos unir a las y los camaradas que quieren un NPA revolucionario y democrático. Proponemos una plataforma fundada sobre cuatro ejes: la independencia total en relación al Front de Gauche (Frente de Izquierda, FdG); la defensa de un verdadero programa de transición en la perspectiva de nuestro proyecto de sociedad socialista; un giro hacia la implantación en el mundo del trabajo y la prioridad a las luchas; el internacionalismo.
La crisis capitalista provoca medidas de austeridad terribles y despidos masivos
En Europa, la economía se estanca: la única solución de los capitalistas para relanzar su acumulación de ganancias sería “purgar” el capital excedente mediante quiebras y despidos gigantescos. Esto ha podido ser evitado parcialmente hasta ahora gracias a la intervención masiva de los Estados salvando a los capitalistas y haciendo pagar a los trabajadores. La crisis de la deuda impide relanzar la economía aumentando los gastos estatales: los gobiernos no tienen otra opción que agravar la austeridad a un nivel sin precedentes. Desde este punto de vista, Grecia es el futuro de Europa. Con la “Troika” (FMI, UE, BCE), las clases dirigentes europeas, dominadas por la burguesía alemana, imponen al pueblo griego la destrucción de sus condiciones de vida para intentar evitar el default de pago y la salida del euro. Pero ahora el espiral de la crisis y las nuevas amenazas para el euro se extienden: España, Portugal, Italia, Irlanda… Sin embargo, esto provoca también resistencias inéditas. Por todo el mundo la lucha de clases se intensifica en reacción a los ataques capitalistas desde el inicio de la crisis (Guadalupe, países árabes, Europa, Estados Unidos…). Aunque la resistencia social sea en este estadio insuficiente para permitir detener los planes de austeridad, la misma ha constituido un freno a su ejecución. En Grecia, ha provocado una crisis política mayor; la victoria de la derecha en las elecciones del 17 de junio cierne la amenaza de una aplicación forzada de los planes europeos y de una represión importante de las movilizaciones.
Las luchas son llevadas a menudo a la derrota por los reformistas y las direcciones sindicales en nombre del “diálogo social” que los asocia a la puesta en marcha de las contrarreformas y de las restructuraciones. Estas derrotas aumentan la desmoralización y el desconcierto de las clases explotadas, lo que permite a la extrema derecha progresar peligrosamente designando a los extranjeros como los culpables. La cólera y el miedo son igualmente canalizados en el marco de las instituciones, particularmente por la vía electoral, lo que provoca ilusiones hacia la “izquierda”.
En Francia, los trabajadores y las trabajadoras, los jóvenes, las y los “de abajo” se han deshecho de Sarkozy para terminar con su política brutal y cínica. Sin creer que Hollande pueda “cambiar la vida”, se piensa que va a ser “menos peor”. En realidad, más allá del “estilo” y de algunas medidas muy limitadas para ablandar a la gente, el “presidente normal” prepara un duro plan de austeridad, garantizando los despidos y llevando adelante una política al servicio de los capitalistas, aprovechando su mayoría absoluta en el Parlamento, asociando a las direcciones sindicales y con el apoyo del Front de Gauche (FdG).
1) Por la independencia con respecto al Front de Gauche
La indispensable reorientación pasa primero y ante todo por el rechazo a la disolución del NPA en el FdG, pero también por el rechazo de su subordinación política mediante un frente permanente “de oposición”. En efecto, el FdG sostiene a Hollande, tenemos con él divergencias programáticas insuperables (internacionalismo, nuclear…) y defendemos dos proyectos de sociedad radicalmente diferentes: ¡socialista revolucionario para nosotros, lo “humano” en el marco del capitalismo para ellos! Un “bloque político” durable con los reformistas no tiene nada que ver con un frente único, que implica “golpear juntos” pero “marchando separados”.
De la misma manera en Grecia, lejos de sostener el programa antiliberal y por ende impotente de Syriza, estamos con los que defienden un programa revolucionario luchando por un gobierno de los trabajadores, llevando adelante una política de frente único. Las contradicciones entre las promesas de Syriza y su negativa a romper con el sistema muestran que no hay una tercera vía entre la austeridad y la revolución.
2) Por un verdadero programa de transición hacia la sociedad socialista
Para hacer vivir un programa revolucionario creíble, un verdadero programa de transición, tenemos que unir incansablemente nuestras consignas (prohibición de lo despidos, reparto de las horas de trabajo, aumento de 300€ de los salarios, salario mínimo de 1700€ e indexación en relación a los precios, abandono de la energía nuclear, generalización de las energías renovables, defensa de los derechos de las mujeres, igualdad entre los trabajadores franceses y los extranjeros, etc.) al objetivo de un gobierno de los trabajadores, es decir, de nuestro propio poder. Un gobierno de los explotados y oprimidos que rompa con las instituciones capitalistas y que esté basado en la autorganización generalizada con delegados mandatados, revocables y elegidos por una duración limitada. Solo un gobierno de este tipo podrá anular la deuda, expropiar los bancos y los grandes grupos capitalistas, romper con la UE, planificar colectivamente la economía abriendo la vía a una sociedad verdaderamente socialista, fundada sobre la igualdad real, permitiendo el desarrollo de todas y todos.
3) Por la implantación en el mundo del trabajo y la prioridad a las luchas
Para salir del callejón sin salida electoralista, hay que reorientar el partido en dirección al mundo del trabajo. Solo los trabajadores y las trabajadoras tienen la capacidad de golpear a los capitalistas en sus ganancias mediante la huelga general y bloquear el país: para contribuir a esta perspectiva políticamente, debemos construirnos prioritariamente en los sectores estratégicos del proletariado tanto en el sector privado como en el público. Durante la lucha contra la reforma de las jubilaciones, el NPA ha sufrido por estar ausente en los principales bastiones de la huelga (refinerías, puertos, transportes…). Es urgente implantarse en las empresas, editar boletines para defender nuestras ideas y crear lazos con los asalariados. Hoy, la lucha contra las decenas de miles de despidos anunciados es una prioridad. Debemos intervenir en ellas de forma voluntarista, incluso desde afuera. Debemos plantear la necesidad de mantener los empleos e intentar convencer que la lucha por las indemnizaciones no es una solución, ya que las personas despedidas no podrán encontrar, en su gran mayoría, otro trabajo y caerán en la miseria después de haber consumido sus indemnizaciones. Planteamos nuestras propuestas transitorias: prohibición de lo despidos, reparto de horas de trabajo sin pérdida de salario, control obrero sobre la producción y la gestión, nacionalización de las empresas amenazadas de cierre…
Intervenimos en las luchas ayudando a su autorganización. Para esto son necesarias asambleas generales democráticas, integrando a los trabajadores sindicalizados y a los que no lo están, asociando a las organizaciones que apoyan la lucha. Ni bien una lucha se desarrolla, luchamos para que sea apoyada ampliamente y por extenderla para evitar su aislamiento, con el objetivo de la convergencia de las luchas.
Para movilizar masivamente, proponemos en forma sistemática una política de frente único de organizaciones sobre la base de reivindicaciones. Esto no debe impedirnos nunca luchar contra las burocracias sindicales que traicionan las luchas y colaboran con la patronal. Una de las principales apuestas de Hollande es trabajar mano a mano con los sindicatos en nombre del “diálogo social”. Es esencial intervenir en los sindicatos de forma coordinada para reapropiárnoslos y combatir a las burocracias que los paralizan.
Intervenimos igualmente en la juventud, en el movimiento feminista, en las luchas ecologistas y en los barrios populares, priorizando allí también las movilizaciones reales y defendiendo nuestro programa anticapitalista y nuestro proyecto de sociedad.
El NPA debe estar a la cabeza del combate político contra el gobierno sin esperar el primer gran plan de austeridad. La apuesta es doble: quebrar las ilusiones de las y los que votaron a Hollande esperando deshacerse de la política de Sarkozy y combatir el doble discurso del Front de Gauche con respecto al gobierno. En ese sentido, interpelamos al FdG, los sindicatos, todas las organizaciones del movimiento obrero a fin de poner en pie un gran frente único por la abrogación inmediata de las leyes del sarkozysmo y la no ratificación de los dos tratados europeos (TSCG et MES), pero sin pedir un referendum que desvía la lucha, sino mediante la movilización.
4) Por una orientación y una actividad resueltamente internacionalistas
Apoyamos en el mundo entero las luchas de los trabajadores y los jóvenes contra los gobiernos capitalistas, como las luchas obreras y populares en Grecia, las movilizaciones en las colonias francesas, las de los estudiantes en el Quebec o en Chile, las huelgas obreras en China, los levantamientos de los pueblos contra las dictaduras como en Siria… Con la crisis y la “primavera árabe”, las intervenciones imperialistas se multiplican en nombre de la “democracia”. De hecho, las grandes potencias buscan por todas partes mantener sus intereses. Cada victoria imperialista es una derrota para el conjunto de los trabajadores ya que refuerza a las burguesías más poderosas. Contra la unidad nacional, contra la ametralladora mediática, nos oponemos a las intervenciones imperialistas y estamos por la derrota de nuestro propio imperialismo. Combatimos igualmente a los dirigentes de la oposición que buscan mantener los levantamientos en el marco del régimen y a los cómplices locales de los imperialistas que intentan canalizarlos para recolonizar a los pueblos.
Post-scriptum después del CPN del 24 de junio
Este texto era en principio una propuesta provisoria de plataforma común para los camaradas que quieren un NPA revolucionario. Lamentablemente, los camaradas que dirigen la P2 no nos dieron ninguna respuesta y no quisieron ni siquiera debatir. Han preferido una vez más buscar hasta el final un acuerdo por arriba con la dirección de la P1A, contentándose con enmendar el texto de esta última (la plataforma F). Esto impide nuevamente el desarrollo de discusiones políticas en el mismo momento en que se pretende dar de nuevo la palabra a la base. Finalmente, la dirección de la P1A, pretendiendo promover la unidad alrededor de sí misma, ha rechazado ciertas propuestas de la P2, prefiriendo mantener la nebulosa sobre el Front de Gauche y la relación a las elecciones a fin de obtener un acuerdo con los camaradas de la Gauche Anticapitalista que quieren quedarse en el NPA. Los camaradas de la P2 han mantenido entonces dos enmiendas al texto de la P1A, que constituyen ellas solas su plataforma (plataforma I). Esto evidentemente no alcanza en ningún caso para constituir una alternativa que permita sacar al NPA de su crisis. Por otra parte, los camaradas de la Fracción l’Étincelle que formaban parte de la P2 hasta el presente, no han aceptado tampoco nuestra propuesta de discusión en vistas a una plataforma común. Aprobamos ampliamente lo que está indicado en su plataforma (H) sobre el Front de Gauche y la necesidad de implantarse en la clase obrera, pero en este caso esto tampoco alcanza en absoluto para definir una orientación global del NPA para el próximo periodo, ya que no propone ninguna perspectiva en términos de programa, de proyecto de sociedad y de internacionalismo.
Es por eso que llamamos a todas y todos los camaradas a votar por la plataforma E, presentada por camaradas que han votado P4 o P2 en el congreso, por una orientación global realmente alternativa a la de la dirección.
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