Por Josefina Martínez, CcC
Grecia amaneció nuevamente paralizada por la huelga general. De sus puertos emblemáticos no zarpó ninguna nave, mientras en las fábricas el acatamiento fue masivo y no circuló el transporte en las principales ciudades. En cada oficina pública, en los hospitales, los bancos, en las escuelas y las universidades se ha sentido este 6 y 7 de noviembre el fuerte apoyo a la huelga, convocada por los sindicatos mayoritarios del sector privado (GSEE) y del público (ADEDY) junto con el PAME (Frente Militante de Todos los Trabajadores) dirigido por el KKE (Partido Comunista de Grecia). Decenas de miles de personas se concentraron en movilizaciones martes y miércoles. Es la sexta huelga convocada en lo que va del año, y ya suman 25 días de huelga general desde el comienzo de la crisis en 2009.
La huelga de 48 hs es una respuesta a nuevos ajustes draconianos que quiere imponer el gobierno de Samaras, presionado por la Troika (Unión Europea, Banco Central Europeo y FMI). Este paquete se conoce como el “tercer memorándum” e incluye el retraso de la edad jubilatoria, recortes en las pensiones (hasta un 25%), reducción de salarios a estatales, eliminación de pagas de fin de año y bonificaciones, etc. A esto se sumará el domingo 11 la votación de los presupuestos 2013 con reducciones en educación, salud y servicios sociales. Se anuncian despidos de 25.000 empleados estatales hasta finales de 2013, mientras el sector privado recorta los premios por antigüedad y se abarata el despido, aumentan las tarifas de los servicios básicos, y los impuestos que pagan los pequeños productores. Así se pretende recortar otros 13.500 millones de euros. Es lo que exige la Troika para desbloquear unos 31.500 millones de euros provenientes de los acuerdos de rescate griegos, que se destinarán exclusivamente a seguir pagando deuda.
Mientras tanto día a día aumenta el desprestigio del gobierno de Samaras, cuyo partido Nueva Democracia gobierna en coalición con el PASOK e Izquierda Democrática. La crisis de la coalición de gobierno se expresa en que cuentan con lo justo para alcanzar el total de diputados que apruebe el paquete de medidas. Las últimas encuestas de intención de voto muestran una caída más profunda del PASOK (que pasó del 44% en 2009 al 12% en junio de este año y podría estar arañando el 6% hoy). Es que con una tasa de desempleo del 25% y un enorme deterioro de las condiciones de vida del conjunto de la población, la situación se hace cada vez más crítica. En este marco aumenta la polarización política y el crecimiento de alternativas por izquierda y por derecha. Los neonazis de Amanecer Dorado utilizan un discurso demagógico y soberanista, a la vez que organizan ataques contra los inmigrantes. En el otro polo continúa el fortalecimiento de la izquierda reformista de Syriza, que levanta un programa de reformas dentro de los marcos de la UE y que viene profundizando un giro hacia la “moderación” queriendo mostrarse como alternativa de gobierno aceptable para los capitalistas.
Las medidas aisladas y de “presión” de la burocracia sindical son completamente insuficientes ante la catástrofe que se cierne ya sobre el pueblo griego. El próximo 14N se vivirá un nuevo acto de la oleada de resistencia europea contra los planes de austeridad de los gobiernos y la Troika. Es necesario entonces que esa huelga sea el inicio de un plan de lucha generalizado, ligado a la necesidad de levantar un programa de salida obrera y popular a la crisis.
07-11-2012
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