Rechazan diputados recortes a educación
Deciden sumarse a su colega de la UNAM
Francisco Cárdenas Cruz, El Universal
De manera unánime, los ocho grupos parlamentarios en la Cámara de Diputados acordaron rechazar el recorte presupuestal a la educación básica, media y superior, y propusieron un aumento sustantivo a ese rubro; rechazaron las declaraciones que el presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, el panista Raúl Padilla Orozco, hizo contra la Universidad Nacional Autónoma de México y reiteraron su respaldo a ésta, durante una prolongada sesión en la que el líder de los diputados de Convergencia, Alejandro Chanona Burguete, le enderezó una severa crítica al presidente Felipe Calderón, recordándole que en un país con los niveles de pobreza y desigualdad como los que tiene el nuestro, las universidades públicas son la única posibilidad para que millones de jóvenes puedan acceder a ellas.
El Ejecutivo federal y el legislador del blanquiazul fueron blanco de andanadas de los 13 oradores que desfilaron por la tribuna: uno por proponer una reducción de 5.9% real al Presupuesto al renglón educativo que este año fue de 44 mil 775 millones de pesos, y otro por pretender descalificar a la UNAM con el falaz argumento de que la norma aprobatoria a los estudiantes es una calificación de cinco.
Raymundo Cárdenas Hernández, del PRD, sostuvo que Calderón y la Secretaría de Hacienda creen que los cambios que requiere el sector educativo se van a producir no por el impulso a la educación pública, sino por inversión en educación privada, y les advirtió que si el pueblo no mejora su nivel de preparación, el país no mejorará su inserción en el mundo globalizado ni podrá participar en redes mundiales de producción y utilización del conocimiento y la tecnología. Y la panista Laura Rojas Hernández sorprendió hasta a su compañero Padilla Orozco cuando dijo que el compromiso del grupo parlamentario de Acción Nacional en San Lázaro es asignar un mayor presupuesto a la UNAM, porque su partido "está a favor de la educación pública".
El acuerdo de las ocho diputaciones representadas en la Cámara de Diputados se dio en medio de las expresiones de inconformidad de diversos sectores del país que, a querer o no, están obligando a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público a hacer las rectificaciones necesarias al proyecto de recortes a la educación media y superior, como ayer lo anticipó el subsecretario de Egresos, Ernesto Cordero, quien admitió que a pesar del "apretado margen presupuestal", el gobierno federal está en la mejor disposición de hacer las reasignaciones necesarias, lo que habrá de corresponderle, justamente, al panista que preside la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública que, al criticar a la UNAM, unificó la opinión de todos los partidos en contra.
Eso significará el primer aquimichuazo del gobierno calderonista, apenas a unos días del inicio del sexenio.
Avispados
Julio Hernández López, La Jornada
A lo largo de seis años, Vicente Fox demostró que, contra cualquier pronóstico optimista que en su favor se quisiese tener, solía carecer de proyectos políticos racionales y con demasiada frecuencia la conducción del aparato gubernamental obedecía a humores circunstanciales, influencias conyugales e ignorancias política, jurídica e histórica. Pero, en el caso del calderónico sucedáneo del señor alto y de bigotito -que ahora trabaja de ayudante rural en la fundación Valimos, México-, en menos de dos semanas ha acumulado los suficientes yerros como para preguntar si la inexistencia del llamado bono democrático foxista, y el lastre de una elección sostenidamente impugnada, están llevando a Felipe Calderón a un temprano escenario de descontrol político que ya ha erosionado su de por sí precario capital electivo original, y está llevando los problemas sociales a linderos peligrosos.
Tantas pifias consecutivas en temas delicados, y tanta recurrencia al desplazamiento de hombres armados para enfrentar problemas que deberían ser resueltos mediante la política, sugieren impericias, descuidos o desidias (o la combinación de esos ingredientes, más los que se acumulen en cada semana). El discurso felipense sigue anclado en la mala repetición de las euforias foxistas (de Foxilandia a F.C. Land) y la imagen oficial del panista michoacano aparece diariamente asociada a hechos relacionados con policías y soldados, sin que ese presidente formal logre articular propuestas políticas y sociales que le permitan salir del pantano poselectoral lleno de odios y división.
Un ejemplo extremo de esa increíble capacidad de agitar nidos de avispas se ha dado en el caso del presupuesto considerado para la UNAM. Movidos por similares consideraciones respecto a las universidades públicas, y en especial la UNAM -a la que Felipe no pudo entrar a estudiar, por lo que pasó a la Escuela Libre de Derecho-, el presidente formal de la República y el presidente de la comisión de presupuesto de la Cámara de Diputados han escenificado una comedia que no queda en los simples equívocos de libreto. Esa torpe visión discriminatoria domina las alturas del panismo gobernante: los estudiantes de universidades públicas son flojos y sus resultados académicos desdeñables, por lo cual el dinero público debe invertirse en donde mejores resultados dará a esas elites, que es en los ámbitos privados que ellas dominan. El yunquista Raúl Alejandro Padilla Orozco -ironía: homónimo del jefe máximo de la Universidad de Guadalajara, Raúl Padilla López- fue dirigente nacional de la Concanaco y por su forma de pensar y actuar fue invitado por Manuel Espino para ser diputado panista por la vía fácil, la de representación proporcional. En la página oficial del PAN, de fecha 26 de noviembre de este año, se reproduce una entrevista que dio a La Nación, la revista oficial del partido blanco y azul. En ella, Padilla Orozco niega que los empresarios sean dueños "del balón, la cancha y los jugadores", pues, si eso fuera cierto, "créeme que habríamos hecho nuestro mejor esfuerzo para comprar los votos necesarios, sumarlos a un partido y tener las reformas estructurales". En esta ocasión, ni las tijeras de Calderón ni los métodos de compra de votos de Padilla Orozco funcionaron: la Cámara de Diputados cerró el paso a la propuesta contraria a las universidades públicas y el propio Felipe reculó, al advertir que ha dado instrucciones para que se busquen alternativas no restrictivas.
La caldera medieval no sólo ha pretendido incinerar lo relacionado con la educación pública, sino también reducir fondos a la educación en general, ciencia y tecnología, cultura y derechos de personas con VIH. Las reacciones han comenzado a producirse. Por ejemplo, hoy, a las 9:30 de la noche, afuera del Palacio de Bellas Artes, habrá una solidaria ejecución profesional del Réquiem de Mozart, que acabará convertido provisionalmente en un réquiem por la cultura. El acto de bella protesta es una iniciativa de cantantes que invitan abiertamente a sus colegas a manifestarse contra el recorte presupuestal a la cultura. Los interesados deberán ir vestidos de negro y llevar sus partituras y, en el caso de ejecutantes, su atril e instrumento. Eugenia O’Reilly reporteó voluntariamente para esta columna sobre lo que sucederá esta noche afuera de Bellas Artes y menciona que el concierto será dirigido por Eduardo García Barrios y participarán instrumentistas de las orquestas del Conservatorio Nacional de Música, de la Escuela Superior de Música (ESM) y la Juvenil del Estado de México y, muy probablemente, de la Sinfónica de la ESM. Además, se ha invitado a cantantes profesionales, estudiantes de escuelas profesionales y coros escolares. Entre los organizadores están Jaina Elgueta, Fernando Menéndez y Paola Aguilera.
Otros sectores de la cultura mexicana, mientras tanto, tratan de organizar una megamarcha el próximo martes 19, que saldría a las tres de la tarde del Angel de la Independencia rumbo al Senado de la República. Pero no todo es desgracia. Ayer, por ejemplo, la cacique del magisterio y de la burocracia federal, Elba Esther Gordillo, acomodó a su depredador yerno en la Subsecretaría de Educación que desde ahora se convierte en fuente real de poder frente a la secretaria decorativa, Josefina Vázquez Mota.
Astillas
Siguen los correos relacionados con Hacking Democracy, el documental de HBO sobre fraude cibernético en elecciones (en Estados Unidos). Ahora hay lectores que preguntan si habrá una versión con subtítulos en español, para que mayor número de personas puedan enterarse de las andanzas tecnológicas defraudadoras de los primos dizque reyes de la democracia y la libertad... Jo, jo, pero no de Santaclós sino del humorista Jo Jo Jorge Falcón, pues quien pide aplausos a la concurrencia no es él, sino Memo Ríos: ¡Aplausos, aplausos, para la mano dura mostrada en Oaxaca y en Michoacán; aplausos, aplausos!.. Que dice Cota que Abascal impulsaba al PRD a empujar la caída de Ulises Ruiz, y que dicen los priístas que esa es una buena oportunidad para reprochar no a Fox sino a Calderón y seguirle encareciendo al michoacano los arreglos imprescindibles con el PRI... ¡Hasta mañana!
Michoacán: resultados previsibles
Editorial, La Jornada
La "Operación Conjunta Michoacán", un espectacular despliegue de fuerzas militares y policiales en esa entidad con los propósitos declarados de erradicar plantaciones de enervantes, combatir el narcotráfico en carreteras, ejecutar cateos y órdenes de aprehensión pendientes, desmantelar puntos de venta de drogas y, en general, "recuperar los espacios públicos que la delincuencia organizada ha arrebatado", es, en el mejor de los casos, una redición, ampliada y mejorada, de los operativos denominados "México seguro" que se realizaron en el sexenio pasado en varios puntos del país, pero constituye una respuesta insuficiente, superficial y de efectos pasajeros a la intensa actividad delictiva que se registra en tierras michoacanas.
El control por parte de la delincuencia organizada de regiones enteras del territorio nacional, es un fenómeno complejo, cuyas raíces deben buscarse, en primer lugar, en el colapso social -desempleo, marginación, carencias educativas y de salud, desarticulación de los vínculos humanos, migración- generado por las políticas económicas todavía en vigor. A ese escenario debe agregarse la descomposición de las instituciones provocada por sucesivos gobiernos que, durante más de dos décadas, han puesto el manejo de los asuntos públicos al servicio de los intereses de un pequeño grupo político-empresarial, han sido los primeros en quebrantar las disposiciones constitucionales y las leyes y han propiciado, con ello, en sectores de la población, un retroceso de la cultura cívica y un avance del cinismo. Por lo que hace al narcotráfico, su capacidad de generar ganancias astronómicas reside, precisamente, en su condición de negocio ilegal: el principal valor agregado de las drogas ilícitas es su cultivo, fabricación, transporte y distribución en condiciones de clandestinidad. En otros términos, si no se persiguiera la producción y el comercio de mariguana, cocaína o metanfetaminas, el precio de tales mercancías no sería superior al del té, el bicarbonato o las aspirinas y no existirían, en consecuencia, cárteles capaces de financiar ejércitos privados, corromper policías y altos funcionarios y hacerse del control de pueblos, ciudades y regiones.
En tales circunstancias, exhibiciones de fuerza como la "Operación Conjunta Michoacán" tal vez logren transmitir una imagen de firmeza por parte del nuevo gobierno y ser exitosas, en esa medida, como actos de relaciones públicas -algo así como el recorte de 10 por ciento en los salarios de los altos funcionarios federales-, pero sus efectos perdurables serán, necesariamente, irrelevantes. Es posible que el despliegue de soldados, marinos, policías de todas las corporaciones imaginables, aviones, helicópteros, buques de guerra y equipos de tecnología avanzada consigan inhibir por un tiempo -el que dure la presencia de las fuerzas del orden- a la delincuencia organizada que ha sentado sus reales en Michoacán. Puede ser, incluso, que los grupos criminales opten por desplazarse, a la espera de mejores tiempos, a otros puntos del territorio nacional; ese "efecto cucaracha" mueve la delincuencia por el mapa nacional, pero no la erradica.
En todo caso, para garantizar de manera efectiva la seguridad ciudadana y la vigencia del estado de derecho sería necesario empezar por la solución local de los problemas sociales ya mencionados -falta de empleo, marginación, desintegración, educación deficientísima, hambre a secas- y por un saneamiento de cuerpos policiales en los que impera una corrupción proverbial, como la Agencia Federal de Investigación (AFI), o que han sido desvirtuados por su empleo como fuerza represiva de descontentos sociales, como es el caso de la Policía Federal Preventiva (PFP).
Ante la falta de una percepción gubernamental de los factores legales, económicos sociales e institucionales que propician la delincuencia, el poder público opta por enviar al Ejército y a la policía a combatir síntomas, no enfermedades. Pero en la circunstancia actual, para que esos despliegues lograran incidir positivamente en la restauración de la seguridad pública y la erradicación de la delincuencia tendrían que ser permanentes y extenderse a todo el territorio nacional, dos condiciones por demás irrealizables, a menos que se destinara la totalidad del presupuesto a las instituciones militares y policiales. Sin llegar a tal extremo, resulta absurda la pretensión de acabar con la delincuencia -o de disminuirla en forma significativa- con vistosas incursiones temporales a las regiones afectadas.
Suicidio político
Ricardo Alemán, El Universal
Políticos y líderes sociales mexicanos deben acudir de manera urgente al oculista de la política
No parece que se trate de una fatalidad. Tampoco que estemos frente a una suerte de síndrome incurable. Más bien parece que el marcado gusto por el suicidio político que han mostrado la izquierda mexicana y algunos de los movimientos sociales vinculados con ella no es más que un problema ocular, oftalmológico; de miopía política, pues.
En todo caso el dilema no está en los efectos que provoca ese mal, sino en las causas. ¿Por qué una fuerza política como el PRD y un exitoso pretenso presidencial dejaron escapar el poder presidencial, que era suyo desde hacía muchos meses previos al 2 de julio? ¿Por qué luego de ese 2 de julio hombre y partido se empeñaron en demoler rabiosamente lo que habían construido y cosechado? ¿Por qué un movimiento explosivo, meteórico como el que se gestó bajo las siglas de la APPO, terminó en una persecución de presuntos forajidos?
En los tres casos fue evidente un perverso gusto por el suicidio político; quedó demostrado que políticos y líderes sociales mexicanos deben acudir de manera urgente al oculista de la política, pero sobre todo -y acaso lo más importante-, que es prioridad nacional que alguien, sean instituciones o partidos políticos, emprendan un programa urgente, de alcance nacional, para llevar a la mesas de todos los mexicanos una dieta básica y rica en cultura democrática, que es el único alimento capaz de prevenir la enfermedad de la miopía política y sus perniciosos resultados: el suicidio, también político.
Una vez serenadas las animosidades de la lucha electoral que nos ocupó a lo largo del agonizante 2006, en una charla como las de antes -sin fanatismos-, un puñado de encumbrados dirigentes del PRD disertaban sobre la derrota electoral. Alejados del discurso mediático del inexistente fraude, llegaron a una brillante conclusión: "Nos atragantamos con el poder antes de tener el poder". Pero la lucidez de la conclusión no explica las causas. En el PRD aún no se animan a llegar hasta ese extremo del diagnóstico.
¿Por qué entre febrero y julio pasados, el candidato perredista perdió por lo menos 15 puntos porcentuales en las encuestas, lo que al final lo llevó a la derrota? Ya se sabe que el "indestructible" engañó a todos y a él mismo, al asegurar que sus encuestas lo mantenían arriba por 10 puntos, cuando la realidad era otra. Todos saben que a pesar de esa baja en las preferencias, el "indestructible" se empeñó en una confrontación inútil y perniciosa para su causa, contra el Presidente, empresarios, medios y poderes institucionales. ¿Por qué esa miopía política?
La respuesta parece simple. Porque la posibilidad real de alcanzar el poder presidencial se transformó en eso, en un severo ataque de miopía política que, a la postre, lo llevó al suicidio. Pero si bien esos fueron los más evidentes signos de la enfermedad, lo cierto es que el candidato, su primer círculo y una buena porción de su partido se vieron atacados por la soberbia, el culto a la personalidad, la carencia de autocrítica y una notoria carencia de cultura democrática; todas ellas enfermedades oportunistas para las que esa izquierda debilitada fue incapaz de anteponer sus anticuerpos naturales.
¿Es mero gusto por el suicidio político? ¿Es miedo al triunfo? No, es anemia de cultura democrática. Tenían todo para ganar, tenían el triunfo en la bolsa, pero debilitados por las enfermedades del poder, fueron incapaces de concretarlo.
Algo parecido ocurrió luego del 2 de julio. La derrota los dejó atolondrados, agudizó los signos de esa miopía política y catalizó el deseo del suicidio político. En lugar de asumir que fueron derrotados por sus propios errores, y de traducirlos en una formidable fuerza política y social capaz de conducir las grandes transformaciones, se lanzaron al vacío; se propusieron destruir las instituciones de la democracia electoral, esas que ellos mismos habían ayudado a edificar; demolieron la confianza y la credibilidad en los procesos electorales, que ellos habían construido, y se afanaron en la autodestrucción. ¿Qué quedó del PRD y de su candidato entre el 2 de julio y el 1 de diciembre? Nada positivo. Eso sí, la confirmación de su gusto por el suicidio.
Algo parecido ocurrió con la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, la APPO, un movimiento político, más que social, que nació en una emergencia establecida por el magisterio de Oaxaca. En medio de una crisis política, que se quiso presentar como social, se enfrentaron las distintas expresiones de poder en Oaxaca: unos para derribar al gobierno en turno y los otros para defender ese poder. La APPO se convirtió en un movimiento también formidable, que se pudo consolidar como el verdadero portavoz e interlocutor de los profundos atrasos que viven los oaxaqueños con los poderes estatal y federal. Pero no, también se prefirió el suicidio político.
El magisterio resultó más inteligente. Una vez que la presión política provocó que se cumplieran sus demandas, incluso de manera sobrada, salieron del conflicto y se retiraron. Pero los radicales de la APPO siguieron adelante en su concepción suicida y, al final, se fueron al despeñadero. El gusto por el suicidio.
El PRD-DF, en un brete
Miguel Angel Velázquez, La Jornada
Muchas veces uno no sabe por qué hay gente que se sorprende de las palabras de algunos declarantes que a diario llenan planas en los diarios y ocupan los tiempos de radio y televisión, si a fin de cuentas no hacen mas que exhibir las formas de pensar de quienes militan en las diferentes expresiones políticas del país.
Así pues, las declaraciones del burro Padilla, ese contador que la derecha habilitó como diputado, siguen la misma línea que las del nefasto Fox, son tan iguales que dan idea de que en el partido de la estulticia, todos están cortados con la misma tijera.
Pero en fin, no queríamos dejar de señalar puntualmente esa forma de pensar y de hablar del panismo, que ya es una constante, para que sepamos todos que la ignorancia se ha montado en el poder.
No obstante, lo remarcable esta vez es la situación, el hoyo en el que se ha metido el PRD en el DF. Esta vez hay algo más que una pugna entre tribus por la presidencia del organismo. Bien se podría decir que se trata de la restructuración o su muerte, por la vía rápida.
Hasta donde hemos podido averiguar, existen, sin que se haya dicho como tal, tres diferentes proyectos que tratan de ganar la verdadera dirección del PRD en la ciudad, que no es necesariamente la presidencia del partido. Uno es el de su ex dirigente Martí Batres, a quien urge expandir la corriente más nueva en ese partido, y que él encabeza.
La segunda está marcada por la Unyr, una fuerza que si bien no es mayoritaria, sí tiene una base social importante, y pese a todo ha mantenido su presencia en las luchas de mayor relevancia de la izquierda en la ciudad. Esta tribu tiene un proyecto político desde donde se pretende lanzar un cambio real en las estructuras de gobierno del perredismo, pero aún no lo muestra.
Y después, con un razonamiento mucho más pragmático, por tanto menos ideológico, aparece la fuerza del gobierno que pretende rehacer el partido con una visión, dicen, más moderna, que debe entenderse como menos de la izquierda incómoda que tanto molesta a una parte de la clase media de la ciudad.
Ayer por la tarde las cosas estaban de la siguiente manera: Ya no era importante quién ocuparía la presidencia, la propuesta la haría Martí Batres por su condición de presidente saliente, y bajo la fórmula quita-pon que parecería la menos dañina para la organización, en estos momentos, aunque en los pasillos del PRD había quienes aseguraban que era necesario levantar la mira respecto del candidato propuesto por el mismo Batres, así pues, el cargo de mayor importancia en el partido carecía de trascendencia, hasta ayer por la noche.
Y por tanto, la discusión se dio en torno a la secretaría general. El grupo de Marcelo Ebrard mantenía como su candidato a Alejandro Rojas, mientras casi todas las tribus perredistas apoyaban a Carlos Reyes Gámiz, de Unyr, para ocupar la cartera.
No obstante, se tenía como firme que el grupo de Ebrard evitaría mayores fricciones con las corrientes internas, y daría paso a Reyes Gámiz, a condición de que Rojas, quien no es bien visto en el perredismo, fuera insertado en los trabajos de la dirección partidista.
Ayer por la noche todo indicaba que para hoy habría ya un acuerdo que se llevaría al pleno del Consejo Estatal, con los nombres firmes de Reyes Gaámiz y Alejandro Rojas. La presidencia del partido aún no estaba decidida y dependería de un acuerdo nocturno casi de trámite.
Y si alguien se pregunta qué pasó con Nueva Izquierda, es necesario decir que esa tribu se agazapó para dar el saltó en las elecciones estatutarias que tendrán que efectuarse dentro de un año y medio, más o menos, y en las cuales esa corriente llevará como candidato a la presidencia, a Jesús Zambrano, así que vámonos con calma y que nadie se sobrecaliente.
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