Por Philippe Alcoy, CCR4 en el NPA
La toma de rehenes en In Amenas, en el este argelino, dentro del complejo gasífero gestionado conjuntamente por la multinacional British Petroleum y la compañía estatal Sonatrach reveló un elemento presente, aunque algo subestimado hasta ahora por la intervención imperialista de Francia en Mali: el papel clave de Argelia.
(…) Desde hace varios meses, Argelia bregaba por una “solución negociada”, y parecía favorecer bastante las concesiones de autonomía en el norte de Mali, lo que le permitiría aumentar su influencia en la región de Kidal, situada en su frontera y considerada rica en uranio. Pero el ataque de Francia modificó la situación. (…)
Esta colaboración más abierta con el imperialismo francés tiene razones más profundas. Después del desencadenamiento de los procesos revolucionarios en los países árabes de los últimos años, las clases dominantes argelinas temían un contagio que pudiera hacer tambalear su poder. Es por esto que buscan apoyarse en los imperialismos, especialmente el francés, para conservar sus privilegios. (…)
Para los trabajadores y las masas de Argelia esta situación no augura nada bueno. (…)
Y el imperialismo francés busca, con el pretexto de la "lucha contra el terrorismo" reforzar el poder de las "dictaduras amigas", como la de Bouteflika en Argelia, contra los trabajadores, con el objetivo de que permitan a las multinacionales francesas generar grandes ganancias, y por lo tanto actuar como una muralla de estabilidad reaccionaria en una región convulsionada.
Es por eso que el movimiento obrero y popular en Argelia tiene un rol fundamental contra la intervención imperialista en Mali. Y esto no es « simplemente » por solidaridad con nuestros hermanos de clase de Mali y contra el intento del imperialismo de reforzar su dominación sobre su país, sino también por su propio interés en la lucha contra la burguesía argelina, los generales y la dictadura de Bouteflika. Las masas argelinas, que conocen sin duda mejor que nadie la brutalidad del imperialismo francés por haberlo sufrido en carne propia, deben luchar para impedir que su país se transforme en un punto de apoyo para la intervención francesa en Mali, que tendrá consecuencias para todos los trabajadores de la región. Al denunciar y movilizarse abiertamente contra la colaboración de Bouteflika con Paris, los y las trabajadoras de Argelia, así como la juventud, podrían jugar un rol muy importante para derrotar al imperialismo francés en Mali, lo que constituiría un primer paso para terminar con la presencia militar francesa en África y las multinacionales que saquean sistemáticamente el continente, ¡una pesada carga sobre las espaldas de los explotados y oprimidos de toda la región!
18/01/13.
Nota completa en francés disponible en www.ccr4.org
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