El 08 de mayo se ha realizado una nueva y masiva marcha estudiantil, la segunda del año convocada por la CONFECH. 80 mil manifestantes en Santiago y más de 100.000 a nivel nacional, en un contexto de diversas y variadas luchas locales en universidades de todo el país. Es persistencia de la masiva lucha por la educación gratuita del 2011 que golpeó duramente al régimen de la Derecha y la Concertación, herencia de la dictadura de Pinochet. Y continuidad de marchas masivas, como las del 11 de abril de este año, de 250.000 a nivel nacional. Y no solo del movimiento estudiantil. Es la clase trabajadora y sus batallones centrales -los mineros, los forestales, los portuarios- quienes vienen de protagonizar importantes paros y huelgas con repercusión nacional, centralmente la gran lucha portuaria, huelga económica que se expandió a 11 puertos que paralizaron en solidaridad con sus compañeros de Mejillones y obtuvieron un triunfo que fortalece su organización y consciencia. Son “signos de agitación social” como veía el Gobierno de Piñera. El llamado a Paro Nacional de la CUT para el 11 de julio es parte de este clima.
Un andamio cada vez más inestable: entre las fricciones burguesas, la crisis política y los signos de un fin de “súperciclo” del precio del cobre
Todo esto en un cuadro político cada vez más inestable. Recurrentes crisis políticas cruzan todo el arco de las instituciones del régimen y los partidos burgueses. No es solo que todas las encuestas sigan expresando el rechazo al gobierno, al parlamento, a la justicia, a la policía, a la Iglesia, a los partidos de la Concertación y la Derecha. Son cada vez más activas las tensiones y disputas al interior de las mismas coaliciones y partidos, con giros y movimientos de crisis en las alturas, en el régimen neo-pinochetista cuestionado por la lucha de clases, que empieza a imponer la agenda.
Motorizado todo por las elecciones presidenciales y parlamentarias de Noviembre, donde la Derecha quiere mantener el poder del gobierno en su agenda al “desarrollo” y una Concertación cuya principal figura es la ex presidenta Michelle Bachelet que vuelve con promesa de “reformas”. Esto, en vez de suavizar el clima, lo tensiona más.
Un fallo de la Corte Suprema a favor de los consumidores contra el gigante del retail Cencosud, por “cláusulas abusivas” y aumento unilateral de los costos de mantención de las tarjetas comerciales durante la gerencia gerencial del candidato presidencial de la UDI, el independiente Laurence Golborne, derivó en una muy dura crisis al interior de la Alianza (derecha), tensionó las relaciones con acusaciones mutuas de RN y la UDI, y terminó en la caída de Golborne como candidato y la asunción de Pablo Longueira como candidato de la UDI para las primarias presidenciales del 29 de junio, que definirán el candidato/a de la Derecha y la Concertación.
Las primarias parlamentarias, para “revitalizar” la democracia, resultaron un desastre por la disputa de “asignaciones parlamentarias” y la repartija de cargos entre los políticos patronales. La “Oposición” no inscribió. La disputa por los cupos parlamentarios generó crispaciones entre todos los partidos de la Concertación y al interior de estos, y la “desilusión” de nuevas agrupaciones (como Revolución Democrática liderada por G. Jackson, uno de los principales dirigentes del 2011 junto a Camila Vallejo del PC), en momentos de intentos de renovación de Bachelet y de los acuerdos con el Partido Comunista.
El Gobierno viene de sufrir una dura derrota política con la aprobación, el 17 de abril en el parlamento, de la acusación constitucional y destitución del ex Ministro de Educación, Harald Beyer, subproducto de la lucha estudiantil que sólo 6 días antes efectuó una imponente movilización con 250.000 manifestantes en las calles del país, que encendió el fuego y se señalaron “declaraciones de guerra” desde la derecha. El Gobierno quedó nuevamente debilitado, y luego del triunfo de la huelga portuaria de la extensión de la huelga nacional ilegal de 11 puertos del país. En las encuestas continúa bajando su aprobación con 34% y su desaprobación en 68% (Adimark). Pero se mantiene intransigente ante todas las demandas del movimiento estudiantil y de la clase trabajadora.
Se desarrollan y profundizan las crisis en las alturas, del régimen neo-pinochetista de la Derecha y la Concertación. Y no solo ahí, también salpica al aparato estatal, como ocurre con la manipulación de cifras del CENSO y el escándalo del INE y la inflación. Y se recriminan mutuamente, cuando ambas defienden la herencia de la dictadura. Mina cada vez más la legitimidad de un régimen ya en descrédito. Hay que luchar por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana basada en la movilización de la clase trabajadora, los estudiantes, el pueblo-nación mapuche, los pobladores, para la deliberación popular no solo de los derechos democráticos formales, sino la denuncia a la herencia de Pinochet, de sus salarios de hambre, de la subcontratación y sus condiciones de sobre-explotación, del saqueo de los recursos, de la represión, de su parlamento, gobierno e instituciones.
Todo esto en medio de un panorama de enfriamiento de la economía nacional, en febrero con 3,8% y 3,1% en marzo (tras un 2012 con 5,6% de crecimiento) y de elementos que podrían estar marcando el fin del “súperciclo” de los precios del cobre, que tuvo su caída más grande en 18 meses por los datos de la desaceleración china.
Lucha de clases: las tendencias a la unidad obrero-estudiantil y el llamado a Paro Nacional de la CUT
Las movilizaciones estudiantes este año han sido continuas. La primera movilización llamada por la CONFECH fue el 11 abril. Adhirió la CONES y ACES (Secundarios), Colegio de Profesores, ANEF (públicos), Confederación de Sindicatos Bancarios. Fueron 150 mil en Santiago y 250 mil nacional. La segunda, este 08-05 fueron 80.000 en Santiago, con manifestaciones de norte a sur: Arica, Iquique, Antofagasta, La Serena, Valparaíso, Temuco, Concepción, Valdivia, Puerto Montt. Entremedio de estas movilizaciones masivas, hubo convocatorias que congregaron a miles de estudiantes secundarios y universitarios, como la del 28 de marzo, convocada por MESUP, ACES, FEUDM (en toma 4 meses por el cierre de la universidad que desató una escandalosa crisis educacional), que congregó más de 50.000 a nivel nacional. O el 25 de abril de las universidades privadas, con 7.000 en Santiago. O la marcha autoconvocada del 7 de marzo, de 5.000 en Santiago.
En un contexto de luchas locales, paros y tomas, en 9 carreras de universidades públicas, y paro general en 3 universidades de regiones, por demandas internas o por pérdida de beneficios.
Por otra parte, la clase trabajadora ha desarrollado importantes paros este año: el paro en forestales de un día en el sur del país; el triunfo portuario con 10 puertos paralizados en solidaridad con la huelga ilegal en Puerto Angamos de Mejillones (región Antofagasta), que de lucha económica por media hora de colación desembocó en una huelga política que confrontó la Unión Portuaria de Chile con los grandes patrones y el gobierno, con triunfo sindical y que fortaleció la organización obrera, con métodos combativos de lucha. Además en el puerto de Valparaíso, durante años pasivizado, se abrió una lucha anti-burocrática. Y la Confederación de Trabajadores del Cobre junto a otros sindicatos subcontratistas (la mayor parte de los obreros de la empresa) de Codelco (estatal) presentó un pliego de demandas y realizó un “Paro de advertencia” en las cinco divisiones del mineral. En 2006-07-08 protagonizan huelgas con peso nacional. Pasando por el paro de los mineros de Codelco de planta, junto a movilizaciones de los trabajadores de planta de mineras privadas. En este contexto, la marcha del 1° de mayo convocada por la CUT convocó a más de 40.000 en Santiago, con numerosas convocatorias en regiones. Y más allá: la “marcha de los enfermos” (5.000), por la diversidad sexual, por los derechos de las mujeres, las movilizaciones por el medio ambiente y contra el saqueo de los recursos por transnacionales y grandes empresas.
El 11 de julio la CUT ha convocado a un Paro Nacional por demandas laborales y políticas. En este clima, puede alentar el ánimo de movilización y lucha y ser un gran pronunciamiento de la clase trabajadora aliada al movimiento estudiantil. Es tarea de los revolucionarios impulsar activamente el Paro en cada lugar de trabajo, universidades y liceos. Es necesario un Pliego Unitario de Demandas del conjunto de los trabajadores, estudiantes, mapuche, pobladores. Sus direcciones (PC-PS) intentan con eso presionar para instalar la agenda de reformas en el escenario electoral, y que le permita allanar terreno a Bachelet. Para que no sea testimonial, un Comité Nacional de Huelga con delegados mandatados, y con Coordinadoras Obreros-Estudiantiles está planteado para fortalecer la organización de los trabajadores y hermanarla a la lucha estudiantil, retomando las mejores tradiciones de unidad obrero-estudiantil como fue gran parte del siglo XX.
El régimen y sus candidaturas
Y la tendencia es a encontrarse en las calles, a la unidad obrero-estudiantil, con el pueblo mapuche, con las mujeres, con los pobladores. Pero además, a chocar con el régimen, pues nada entrega. A la demanda de educación gratuita el gobierno responde con proyectos parlamentarios que resguardan la educación-empresa de Pinochet, cierra la U. del Mar y deja más de 20.000 estudiantes y 5.000 trabajadores en la calle. Bachelet que ofrece “reformas” por otra parte, rechaza la educación gratuita. A las demandas de los trabajadores (con un Código Laboral de la dictadura), responde con un mísero aumento de salario y 5 proyectos de reformas cosméticas con ataques laborales. A los estudiantes que se movilizan, una ley de criminalización de los “encapuchados”, ante los sistemáticos enfrentamientos de un amplio sector de una juventud “sin miedo” que enfrenta a la policía, la impunidad y la represión.
El ciclo electoral hacia noviembre se da en este contexto. La derecha se endurece defendiendo la herencia -con el slogan de críticas al “abuso”- y apuesta sino mantener el gobierno, conquistar un parlamento que le permita bloquear cualquier reforma sustancial. La Concertación que apuesta la vuelta al gobierno con Bachelet y en alianza con el Partido Comunista, se encuentra tensionada por la disputa de cargos y sobre qué será el proyecto de “nueva mayoría” de Bachelet, que genera enorme expectativa en la población y simpatía. Y detrás discuten cómo renovar su rol de falsos amigos del pueblo, ante un proyecto en crisis. El Partido Comunista juega hoy un rol fundamental en la contención del movimiento de masas y para que Bachelet llegue al gobierno prometiendo una agenda de reformas.
Las estrategias en la izquierda
Presionadas por el clima de efervescencia, y de luchas estudiantiles y de trabajadores, las direcciones de la clase trabajadora (PC-PS) intentan movilizar desde arriba con un discurso antigobierno pero conteniendo que se desaten conflictos (como el portuario, que no estuvo en sus manos). En el movimiento estudiantil se impone la estrategia de presión, de la JJCC y la centro-izquierda servil a la “oposición”, del pantano parlamentario y la presión para que algo conceda el régimen. Es el camino del pantano y de presión al régimen heredero de Pinochet. Detrás les siguen, los nuevos agrupamientos de izquierda, como la UNE, con discurso anticapitalista pero que dirigiendo varias universidades del país mantienen la unidad burocrática de la Confech por la movilización por “hitos” y de presión parlamentaria. Así también el FEL (libertarios), que llaman a construir el “poder popular” respetando los espacios con el reformismo como en la FECH, sin la mínima lucha política al camino del pantano. En el movimiento obrero los iniciales reagrupamientos como el Nuevo Sindicalismo son un factor progresivo hacia la unidad combativa de las filas obreras (como en el puerto donde dirige la Unión Portuaria), pero las ideologías al “sindicalismo puro” o paralelo permiten a la burocracia del PC, que se empieza a reubicar a la izquierda desarrollando movilizaciones o llamando al Paro Nacional, que desarrolle su política de colaboración de clases en el seno de la clase trabajadora. En el terreno electoral, un sector apoya las candidaturas “anti-neoliberales” de Roxana Miranda (Partido Igualdad) y Marcel Claude (apoyado por el Partido Humanista), que se pronuncian anti-derecha y anti-concertación, pero en el terreno de los gobiernos “pos-neoliberales” de conciliación de clases como Chávez o Evo Morales; otras decenas de agrupaciones y colectivos tienen una política de “abstención” electoral.
Estos meses serán de intensa lucha política y procesos de lucha de clases. Desde el mensaje presidencial del 21 de mayo y las protestas afuera del parlamento en Valparaíso (donde todos los años confluyen estudiantes de diversas universidades del país), las primarias presidenciales donde concurrirán los candidatos patronales de la Derecha y la Oposición, hasta el Paro Nacional convocado por la CUT el 11 de julio, día que se conmemora la renacionalización del cobre. En lo inmediato hay que unificar las luchas actuales, pues aisladas son más débiles para enfrentar los ataques como recorte de beneficios o las demandas locales en la perspectiva de conquistar la gratuidad ahora, no en etapas con acuerdos en los salones parlamentarios como pretenden las direcciones.
Está planteado intervenir con una política independiente, de unidad obrero-estudiantil, partiendo por unir las actuales luchas que se desarrollan en diversas facultades y universidades del país buscando la coordinación entre ellas, hacia forjar la unidad desde la base de los estudiantes en lucha, buscando expandirlas, y hacia la unidad con la clase trabajadora preparando el común y desde la base el Paro Nacional. Esta es la perspectiva que estamos peleando en diversas universidades y liceos del país junto a la Agrupación Combativa y Revolucionaria inserta en 5 ciudades del país y 12 universidades, y somos parte activa de las luchas actuales, paros y tomas y de las masivas movilizaciones. Junto a centenares de compañeros intervenimos activamente en instituciones de lucha de los estudiantes como Secretarías de Unidad Obrero-Estudiantil, somos parte de Centros de Estudiantes y Cuerpos de Delegados.
En la clase trabajadora, hemos venido impulsando activamente el frente único por Verdad y Castigo a Juan Pablo Jiménez que presentó un bloque de 500 manifestantes en la marcha del 1° de Mayo en Santiago, con unos 250 en las columnas del PTR en las principales ciudades del país. Somos parte activa de las huelgas y empezamos a participar en el proceso de organización y recomposición del movimiento obrero, además de agrupaciones de la diversidad sexual bajo una política clasista.
Para terminar con la herencia de Pinochet, buscamos ligar estas batallas actuales en la perspectiva de preparar una alternativa revolucionaria de la clase trabajadora, de un partido de la lucha de clases revolucionario e internacionalista que prepare el camino a la revolución socialista basada en el poder auto-organizado de los trabajadores, única vía de resolver integra y efectivamente el conjunto de las tareas planteadas.
09-05-2013
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