Era la ocasión soñada. Mostrar el peso de la Francia en la escena internacional (como contrapeso a su disminución real de influencia en Europa a favor de Alemania), a la vez que distraer de la crisis y de las contra-reformas en curso. Pero de repente el sueño infundado de Hollande se choca con la realidad de la crisis de hegemonía norteamericana, que pegó un salto después de las debacles de Irak y Afganistán. La derrota parlamentaria de Cameron y la aun más inesperada decisión de Obama de consultar al parlamento, dejan a Hollande en soledad en el terreno internacional y fuertemente cuestionado internamente por su negativa a la menor votación parlamentaria, a la vez que crece la oposición a la guerra.
Un impasse diplomático y militar
El 27 de agosto, el presidente de Francia estaba listo a intervenir en Siria. Una semana más tarde Francia se encuentra en un impasse diplomático y militar. Lejos de aparecer como una potencia autónoma, Francia se encuentra a la rastra de Estados Unidos. En efecto, Francia había abrazado una política maximalista que la ha había llevado a tomar el lugar como mejor alumno del imperialismo americano del Reino Unido; todo eso para encontrarse -cuando ya estaba con uñas y dientes bien belicistas en el agua- con la “volte-face” de Obama 31 de agosto.
Hoy, a la espera de lo que hará el presidente norteamericano, Francia tiene hoy las manos atadas. Además todas las variantes que se abren son complejas: si el Congreso norteamericano aprueba el pedido presidencial, Francia será el único país occidental que va a la guerra sin pasar por la decisión de la Asamblea Nacional. Pero si el Congreso le dice que no a Obama, abriendo una crisis de proporciones en la principal potencia mundial, París estará solo en el escenario con la necesidad de recurrir a un plan alternativo cuyos contornos son imprecisos. A este respecto, Hollande dijo que si la decisión del Congreso norteamericano “no fuese positiva, Francia no actuaría sola, aunque sí asumiría su responsabilidad dando apoyo a la oposición siria para que haya así una respuesta”. Sin embargo, la confusión reina.
Mas “gaullista” que la derecha, mas “neocon” que los Estados Unidos
En este affaire internacional, el “progresista” Hollande aparece más “gaullista” que la derecha en el plano interno, a la vez que en el plano externo, él y Fabius, su canciller, incluso aparecen en las declaraciones más agresivos que Estados Unidos. Un record del Partido Socialista que no deja piedra sobre piedra de su pretendido izquierdismo que lo haría diferente de la derecha hexagonal. Si faltaba algo para desnudar el carácter anti obrero, reaccionario y derechista del gobierno Hollande y del PS, la contra-reforma de las jubilaciones con su alargamiento de las cotizaciones así como su política imperialista en Siria lo ponen blanco sobre negro. Este salto en la política imperialista agresiva de la Francia se vino preparando en los últimos años: Francia no ha tenido problema en liderar durante los últimos años intervenciones bélicas en Libia o Mali, tanto bajo la presidencia del conservador Nicolas Sarkozy como del socialista Hollande.
En el caso actual, aunque la Administración Obama se empeña en subrayar que su campaña contra Siria no se parece a la de George W. Bush contra Irak, los argumentos y evidencias presentadas por Washington y París sobre el recurso a las armas químicas por parte del ejército regular sirio son más que discutibles. Varias pistas indican que ambos recurrieron a ese armamento. En este marco resalta el deleznable papel de los social-imperialistas del PS: “perritos falderos” de los Estados Unidos. El país que con Harry S. Truman como presidente ordenó lanzar dos bombas atómicas sobre Japón. Potencia imperialista que utilizó la guerra química en su guerra contra Vietnam al usar el agente naranja, que causó cientos de miles de muertos, que destruyó más de 10 millones de hectáreas de tierra agrícola, en donde las cosechas de arroz fueron arrasadas por más de 80 millones de litros del agente naranja y azul. Los mismos que a su vez ayudaron a Saddam Hussein vendiéndole armamento químico, que fue utilizado en su guerra contra las tropas de Irán del Ayatola Jomenei, por no hablar de su criminal uso del uranio empobrecido contra la población civil de Faluya, al comienzo de la resistencia a la invasión en Irak de 2003. ¿De qué humanitarismo nos hablan señores imperialistas, norteamericanos y franceses? Vuestro cinismo hipócrita, señores halcones Obama, John Kerry, Hollande nos repugna.
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