El martes 27 más de 2.000 docentes en Berlín entraron en huelga – su decimotercera huelga en los últimos diez meses. Los jóvenes docentes en la ciudad son empleados públicos y tienen sueldos más bajos que sus colegas mayores que son funcionarios estatales. Desde diciembre del año pasado están reclamando "trabajo igual, salario igual".

Desde 2004 los docentes nuevos en Berlín ya no son funcionarios: El gobierno de entonces, compuesto por el SPD y "Die Linke", cambió su estatus para reducir los gastos salariales. Ya 9.000 de los aproximadamente 29.000 en la ciudad son empleados – y que tienen, en contraste a los funcionarios alemanes, el derecho a huelga.

El sindicato de la educación, GEW, dice que va a continuar las huelgas hasta conseguir un contrato colectivo para los empleados que garantice el mismo salario que tienen los funcionarios. Pero el senado (el gobierno de Berlín) rechaza cualquier negociación porque, supuestamente, es un reclamo que sólo se puede resolver a nivel nacional. El gobierno nacional tampoco ofrece negociaciones.

El senado está esperando que los docentes se desgasten, pero la dirección del sindicato no está profundizando las movilizaciones. Ni está llamando los estudiantes a una movilización común, ni está vinculando esta lucha con otros conflictos en curso (como actualmente de los vendedores o en el mayor hospital de Berlín). Los gremios oficiales de los estudiantes y los padres están en contra de las huelgas docentes, mientras muchísimos estudiantes y padres de base expresan – todavía pasivamente – su apoyo.

Los trotskistas de la Organización Internacionalista Revolucionaria (RIO según sus siglas en alemán) estamos intentando llenar esta lucha con solidaridad activa y dar impulsos para superar las debilidades de la estrategia de la dirección. La agrupación "Red Brain" (Cerebro Rojo), impulsada por militantes de RIO con secundarios independientes, organizó una huelga estudiantil de solidaridad con 150 personas en mayo y ahora está llamando a una asamblea común antes de la próxima huelga, planeada para finales de octubre.

Además organizamos una pequeña muestra de solidaridad con el magisterio mexicano que está luchando heroicamente contra la reforma educativa. Una declaración de solidaridad fue firmada por la juventud del sindicato GEW y docentes independientes. Lamentablemente la burocracia sindical no quiso que mostremos una pancarta de solidaridad desde el escenario: "Esto es un tema para otra manifestación", dijo un dirigente. Sin embargo, repartimos cientos de volantes sobre la solidaridad internacional con la lucha en México y organizamos un foro de discusión la semana que viene.