En este 1° de Mayo, día internacional de los trabajadores y las trabajadoras
Cuatro propuestas fundamentales a los sindicatos que se reivindican clasistas y combativos, a la corriente sindical CCURA, a las organizaciones que se reivindican revolucionarios y de los trabajadores
Una vez más, como en los últimos años, el gobierno convoca en este 1° de Mayo a sus actos oficiales, y una vez más los trabajadores y trabajadoras, por responsabilidad de las direcciones sindicales y políticas que hablan en nombre de los trabajadores, no tendrán voz propia levantando una política obrera independiente. Mientras el gobierno avanza con su “socialismo con empresarios”, los trabajadores y trabajadoras como todo el pueblo pobre continúa con sus demandas fundamentales insatisfechas, pues las llamadas Misiones ya han alcanzado su techo, los salarios siguen bajos y la inflación continúan su ritmo del 17% anual -la más alta de América Latina. Pero ahora, no sólo no se atienden las demandas, sino que cuando los trabajadores salen a luchar se enfrentan recurrentemente con las fuerzas represivas. Ya no se puede ocultar la represión que vienen sufriendo los trabajadores que luchan por sus derechos, ya no se puede tapar que Chávez no sabe nada o que no tiene ninguna responsabilidad cuando éstas son realizadas por la Guardia Nacional que depende directamente de la Presidencia de la República. Estos actos represivos no constituyen casos aislados, obedece a toda una lógica política en todo el territorio nacional: la GN es el instrumento represivo del cual se está valiendo el Estado en función de la defensa de las propiedades de los empresarios: esto ocurrió ya con los pescadores de Güiria en el estado Sucre que se negaron a que se transformara su puerto en punto de salida de las transnacionales del gas con las cuales PDVSA está asociada, con los trabajadores de SIDOR en Guayana que luchan por la reestatización de la fábrica y por mejores condiciones de vida mientras Chávez trata de “amigo” al dueño de este pulpo imperialista, con los petroleros de Petrozuata en Anzoátegui que pelean por un convenio colectivo justo mientras desde el Ministerio de Trabajo se negocia a sus espaldas con federaciones sindicales golpistas, con los campesinos pobres en el Alto Apure que exigen una verdadera revolución agraria y, ahora, le tocó el turno a los trabajadores de Sanitarios Maracay en el estado Aragua que luchan por la expropiación sin pago de la fábrica desde hace más de cinco meses, mientras Chávez hace oídos sordos. Estas represiones tienen el objetivo escarmentar a sectores de vanguardia más beligerantes que no se atengan a las negociaciones del gobierno con los empresarios nacionales o transnacionales buscando de esta manera disciplinar al conjunto de la clase obrera.
Por eso en este 1° de Mayo, para luchar por una verdadera independencia de clase y levantar una política obrera independiente, hacemos cuatro propuestas fundamentales:
1. En primer lugar, extender y coordinar el apoyo militante a la lucha de los trabajadores y trabajadoras de Sanitarios Maracay y demás conflictos en curso como la de los petroleros por su convenio colectivo justo, mediante una campaña coordinada en común por todas las organizaciones sindicales combativas y las organizaciones que se reivindican de los trabajadores. Hacer un gran fondo de huelga por los trabajadores de Sanitarios Maracay, al mismo tiempo realizando actos y pronunciamientos en todo el movimiento obrero y estudiantil exigiendo la inmediata estatización sin pago alguno y bajo gestión obrera directa. Es necesario poner el centro la lucha de los trabajadores y trabajadoras de Sanitarios Maracay, pues esta experiencia, única en nuestro país, debemos rodearla de solidaridad activa nacional e internacionalmente para llevarla a su triunfo, extenderla al conjunto de las fábricas y empresas en lucha y no permitir que sea derrotada, ni por el aislamiento, el hambre ni los golpes represivos como el que aconteció el 24 de abril. La UNT debe llamar a un paro regional activo en apoyo a los trabajadores de Sanitarios Maracay, exigiendo la nacionalización sin indemnización inmediata de la empresa y en repudio a las represiones de los cuerpos de seguridad del Estado. Es importante que los distintos sindicatos a nivel nacional se solidaricen con este paro y que se impulse una verdadera coordinación regional en lucha por la expropiación sin pago de las empresas que se encuentran en conflicto y su funcionamiento bajo gestión obrera. Esta coordinación regional debe movilizarse por el juicio y castigo a los responsables directos de la represión del 24 de abril. La lucha por la nacionalización sin pago y bajo gestión directa de los trabajadores en Sanitarios Maracay es fundamental, ella marca el camino para una gran lucha nacional por la nacionalización sin indemnización de todas las empresas e industrias estratégicas del país y gestionadas directamente por sus trabajadoras y trabajadores. Con el triunfo de luchas y experiencias de este tipo, la clase obrera se puede ir educando en el manejo de la economía, convirtiéndose estas experiencias de control y gestión obrera en verdaderas escuelas de planificación socialista, que preparen a los trabajadores y trabajadoras para cuando el curso de la lucha de clases ponga a la orden del día la lucha directa por el poder político, y avanzar realmente en el camino de la revolución socialista.
2. La segunda propuesta que hacemos es poner en pie una coordinadora de todos los sindicatos combativos, con CCURA a la cabeza. Mientras los capitalistas vienen haciendo grandes ganancias y acuerdos con el gobierno, y las demandas fundamentales de los trabajadores y trabajadoras siguen sin cumplirse, se desarrollan importantes luchas por derechos laborales, aumentos salariales y algunas contra direcciones sindicales burocráticas. Frente a esto, la política que ha tenido el gobierno ha sido la de buscar controlar a la UNT, para limitar las luchas de los trabajadores a pequeñas concesiones o exigencias que no afecten el normal funcionamiento de la economía capitalista nacional, incluso llegando a alentar la división de la misma. Por eso, la lucha que se debe plantear hoy es por la más firme independencia de clase, la defensa de los sindicatos clasistas y la UNT, por la unidad de las filas obreras y el cumplimiento de nuestras demandas debe venir de la mano de la coordinación obrera en las luchas, de la acción conjunta de cada vez más capas de trabajadores y trabajadoras, sindicalizados o no, aglutinándose alrededor de un programa unificado de exigencias y movilizaciones. Actualmente se desarrollan múltiples luchas cuya coordinación nacional darían un enorme impulso en este sentido. Entre las más emblemáticas están la de Sanitarios Maracay, de los empleados públicos y de los petroleros, estas dos últimas chocando abiertamente contra el acuerdo del gobierno con los burócratas pro-patronales e incluso golpistas en el sector petrolero. Es necesario montar una mesa de coordinación que prepare la convocatoria a un Encuentro Obrero Nacional, en función de lograr una verdadera coordinación nacional de las luchas desde las bases, motorizada por estos sectores que hoy forman la vanguardia del movimiento obrero, con delegados y delegadas votados por las bases y con mandato de sus asambleas, tanto de los trabajadores sindicalizados como los que no, independientemente de la corriente a la que estén afiliados. Un Encuentro así tendría la fuerza y legitimidad para discutir un plan nacional unificado de lucha y movilización para hacer valer en la escena nacional las demandas de los millones de trabajadores y trabajadoras.
3. La tercera propuesta es luchar por nacionalización sin indemnización de todas las empresas e industrias del país y bajo gestión de los trabajadores y trabajadoras. Chávez ha realizado diversas "seudocionalizaciones" en sectores de la telefonía y la electricidad del país, como CANTV y EDC. Si bien el imperialismo norteamericano, con Bush a la cabeza, en su inicio hizo llamados de alerta frente a las medidas anunciadas por el gobierno, llamó la atención que hasta sectores de organismos financieros internacionales e incluso aquellos que alentaron el golpe de abril de 2002 y el paro-sabotaje petrolero manifestaron que las "nacionalizaciones se hicieron bien y por tanto no tienen por qué generar desconfianza entre los inversores", tal como lo hizo recientemente el secretario general del BID, Enrique Iglesias. Los dueños transnacionales de las empresas sometidas ahora al control del Estado quedaron complacidos con la compra accionaria, ya que las operaciones se hicieron "de acuerdo con las cláusulas contractuales y con la justa compensación" y en las que "las empresas que aceptaron este proceso quedaron comprometidas con contratos con el gobierno para seguir prestando un servicio". Pero en su contracara y mostrando una nueva dinámica ha surgido un sector importante de trabajadores y trabajadoras, como lo expresó la marcha de 6 mil obreros y obreras del 8 de febrero en Caracas, planteando la lucha por "la nacionalización sin indemnización de las empresas estratégicas y bajo control obrero", y donde el caso más emblemático de esta lucha lo constituyen los trabajadores y trabajadoras de la fábrica Sanitarios Maracay, quienes han ocupado la fábrica produciendo bajo su propia gestión al mismo tiempo que exigen la expropiación sin pago alguno. No en vano fueron brutalmente reprimidos el 24/07 por la Guardia Nacional del gobierno nacional para que su ejemplar lucha no sea imitada. Estos hechos plantean que es posible que sectores avanzados del movimiento obrero puedan intervenir con un programa propio y de forma independiente del gobierno. Mientras Chávez muestra el verdadero rostro de su solemne discurso, pagando a precio del valor de mercado las acciones, tal como se cotizan en la Bolsa de valores de Nueva York, surge un sector de trabajadores que exigen que las medidas se extiendan al resto de las industrias del país sin indemnización alguna y bajo su propia gestión y control.
Frente a las engañosas "nacionalizaciones" del gobierno, hoy es más necesario que nunca la lucha por una política antiimperialista consecuente, como paso importante hacia una política obrera independiente es necesario levantar la lucha por la nacionalización sin indemnización de todas las industrias y empresas estratégicas bajo el control y gestión obrera. Los socialistas revolucionarios debemos pelear por la expropiación sin pago y bajo control de los trabajadores y los usuarios de todas las empresas privatizadas, en el camino de expropiar todas las grandes empresas, la banca y las industrias estratégicas, como la de hidrocarburos, en el camino de un gobierno de los trabajadores que planifique el conjunto de la economía en forma racional y al servicio de las grandes mayorías obreras y populares, acabando hasta el final con la expoliación imperialista de las riquezas del país.
4. La cuarta propuesta, es frente a la política del PSUV de Chávez que busca el enchalecamiento del movimiento de masas y de cualquier intento del sector de los trabajadores que puedan buscar un curso independiente del nacionalismo burgués, luchar por un partido obrero independiente que sea la voz de millones de trabajadores y trabajadoras, un gran partido de la clase trabajadora que pueda inclinar la balanza de fuerza a favor de los explotados. La clase obrera debe confiar solamente en sus propias fuerzas y métodos de lucha: sólo así podrá sellar una verdadera alianza obrera, campesina y del pueblo pobre verdaderamente anticapitalista, que tenga como horizonte estratégico la lucha por conquistar un gobierno obrero, campesino y del pueblo pobre. Frente a la política de un PSUV es imprescindible que los trabajadores se expresen en la vida política nacional de manera completamente independiente, por eso es clave luchar por un partido propio de los trabajadores, un gran partido obrero independiente basado en los organismos de representación y lucha de los trabajadores (sindicatos combativos, organizaciones sindicales clasistas, comités de fábricas, etc.), basado en los métodos de la democracia obrera y que levante un programa claramente anticapitalista, en la perspectiva de un gobierno obrero, campesino y del pueblo pobre como única vía real para dar pasos hacia la resolución de los principales demandas obreras, campesinas y populares, contra toda la falacia del "socialismo del siglo XXI". Por eso, así como estuvimos junto a los millones de trabajadores para enfrentar el golpe de abril y el paro saboteo-petrolero de la reacción interna y del imperialismo, llamamos a los sindicatos clasistas, principalmente a CCURA a que luche por esta política y convoque en lo inmediato un Comité Promotor de un gran partido obrero independiente que se proponga ser la voz de los millones de trabajadores. Este sería un primer paso para avanzar en la construcción de un potente partido obrero revolucionario que luche por un gobierno de los trabajadores y el pueblo pobre, y avanzar hacia una verdadera revolución obrera y socialista.
Juventud de Izquierda Revolucionaria (JIR)
Fracción pública del Partido Revolución y Socialismo (PRS)
¡Por una real independencia de clase!
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