La última conferencia del ciclo Esperanzas de Revoluciones, con más de 120 personas presentes esta vez, ha sido la ocasión de confirmar la conclusión que se extrae de los tres encuentros anteriores: existe una real voluntad de debatir las cuestiones del cambio revolucionario de la sociedad y de las formas para llegar a los jóvenes, y los menos jóvenes, estudiantes y trabajadores/as.
Huelguistas de junio del ’36 y camisas negras
Los tres primeros encuentros han tenido como "invitados de honor" a personas que no se ven frecuentemente y no son un gran número de casos, que hicieron de su vida una lucha contra el orden establecido: un espartaquista alemán de origen polaco, para la primer conferencia sobre la actualidad de la controversia entre "reforma o revolución"; bolcheviques determinados a tomar el Palacio de Invierno, para el segundo encuentro consagrado a Octubre de 1917; trabajadores de los Cordones Industriales, para la conferencia sobre el proceso revolucionario al que le puso fin Pinochet en 1973. Para nuestro último encuentro, la elección ha sido continuando sobre el mismo camino en compañía de cuarentaocheros, comuneros, huelguistas de junio del ’36 sin olvidar los sesenticheros
El reto, a la luz de diferentes gestas revolucionarias, que ha experimentado Francia, está en interrogarse sobre las lecciones de estas oportunidasdes perdidas, y de aquellos defectos que han marcado la historia del movimiento obrero más allá de los límites hexagonales, sin prejuzgar a partir de las capacidades de as generaciones posteriores de retomar el combate contra la burguesía y su Estado.
Es en este sentido que esta historia de obreros y revueltas haya sido introducida por Emmanuel Barot, del NPA 31, retomado durante su introducción por Christian Fancompez, del NPA 78, que ha ilustrado la secuencia de los "eventos de mayo" por sus propios recuerdos personales de joven militante. En el transcurso de los distintos momentos de la exposición, quedó bien clara la ligazón entre condiciones objetivas, conciencia de clase, dirección revolucionaria y obstáculos contra revolucionarios que ha sido abordada desde diferentes ángulos, incluyendo particularmente textos clásicos de Marx, Engels, Guérin o Trotsky.
Convocar a la esperanza de las revoluciones para comenzar a militar
El éxito que encontró el ciclo muestra que existe una real necesidad y un público, más allá de los círculos y las redes de militantes, para discutir de política revolucionaria. En efecto, sin esperanza ni horizonte revolucionario, no se puede dar un combate consecuente, ni una alternativa real frente a los sucedáneos radicalizados que se les proponen a la juventud, pero igualmente frente al fatalismo instalado por las falsas alternativas derecha/izquierda en el poder, reforzado por las derrotas sociales que hemos sufrido sin combates a su altura.
Pero no está escrito en ninguna parte, como lo hemos dicho en el texto de introducción al ciclo, que nosotros debamos pagar la crisis en lugar de sus responsables, estos son los patrones y su personal político. No está escrito en ninguna parte que nosotros estemos condenados a pagar la crisis. La revolución, "tomar el cielo por asalto", es entonces posible, y más que nunca necesaria.
Vinculamos este horizonte a una invitación para unirse, en la militancia, al combate de aquellos que luchan contra el sistema, el ciclo fue concebido como una contribución concreta a reforzar la organización de una alternativa de clase y revolucionaria. Desde ese punto de vista, se plantea esta apuesta. Por ahora continuamos esta lucha sobre las empresas, los lugares de trabajo y de estudio. Este también es el mensaje de "esperanzas de Revoluciones" donde hemos debatido hasta el filo de cada encuentro.
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