Es lunes 3 de febrero. La huelga de PANRICO cumple 113 días. Ya se ha convertido en la huelga más larga de Catalunya desde la guerra civil. El ánimo sigue alto, y las iniciativas de los trabajadores para fortalecer su lucha siguen creciendo. A mi me quedan horas para partir hacia Gijón, pero antes asisto a la reunión del Comité de Apoyo que se celebra en la fábrica. Allí me hago una idea del punto en el que se encuentra la huelga, que en contra de quienes querrían verla desmoralizada o agitada, goza de buena salud aún a pesar del lógico cansancio de casi 4 meses de combate.
En las últimas semanas se está redoblando la presión sobre la Generalitat para que imponga las sanciones pertinentes a la empresa por la vulneración del derecho de huelga que supone la traida de mercancias de otras plantas. Se ha conseguido el apoyo institucional de alcaldes del Vallés y varios diputados del Parlament. Y se preparan movilizaciones para que al Govern de CiU deje de salirle tan barato su posición entre pasiva y cómplice de la patronal. También crece la presión sobre la dirección de CCOO, que la está obligando a tener que movilizar su aparato para apoyar la lucha, aunque todavía de forma insuficiente. La organización de los trabajadores se ha fortalecido, con asambleas semanales y observadores de los grupos de activistas en las reuniones del Comité de Empresa. La Caja de Resistencia sigue recibiendo aportaciones y haciéndo posible una ayuda imprescindible para que muchas familias puedan soportar la falta de ingresos.
Y por supuesto la solidaridad. La solidaridad crece en las dos direcciones. Son decenas los actos que se están organizando en toda Catalunya en apoyo a PANRICO. La próxima manifestación del viernes 7 en Sabadell promete ser masiva. Y los obreros de PANRICO continúan apoyando todas las luchas que pueden y buscando la coordinación efectiva con ellas.
En el Comité de Apoyo charlamos sobre los últimos preparativos para la mani. También se organizan los grupos que esta misma madrugada irán al piquete de CocaCola que inician los paros contra el plan de despidos de esta multinacional. Allí han ido unas cuantas decenas de compañeros de PANRICO, y junto a ellos también compañeros de No Pasarán y Pan y Rosas. Querían darles el apoyo, explicarles lo importante que es evitar que la patronal y la burocracia sindical jueguen al divide y vencerás entre las plantas, invitarlos a pelear juntos, a manifestarse todos el viernes en Sabadell...
Este mismo día otro grupo de trabajadores ha salido de madrugada, hacia el norte. Han ido a Navarra, a dar a conocer su lucha a obreros de diversas empresas como la Wolkswaguen. La CGT local les ha organizado allí una charla por la tarde. Compañeros mios, de la CGT Telepizza y el SEI-No Pasarán de Zaragoza, han ido también a participar de esta jornada. La siguiente parada de este pequeño “tour”: Gijón. La fábrica TENNECO-MONRROE, donde sus trabajadores llevan casi cinco meses ocupando la planta en contra de su cierre. Una lucha que cuesta seguir porque los medios estatales no hablan de ella. Una lucha que amerita ser conocida de primera mano. Una lucha que está lejos, casi 700km, pero que merecen la pena viajarlos. Me hago una mochila y me sumo a la “expedición” de este grupo de trabajadores, que después de casi 4 meses de lucha juntos son ya compañeros de combate.
El primer contacto con la Asturias obrera y combativa
Son doce horas de autobús. Para en Zaragoza y alli se sube Asier, delegado de la CGT Telepizza y compañero de Clase contra Clase. Dormimos lo que podemos. Lo que la incomodidad del viaje y la charla sobre la jonada en Navarra de la que ha participado nos permite. Sobre las 7:00 ya clarea y se nota que estamos entrando en Asturias, el verde de las montañas, las copas nevadas... Lo hacemos desde León, otra provincia minera. No podemos dejar de acordarnos de las recientes imágenes de los combates de los mineros en 2012, que llenaron de ilusión y confianza en la clase obrera a miles de los jóvenes que un año antes abarotaban las plazas con el 15M. No podemos dejar de acordarnos que también en estas tierras comenzaron las grandes huelgas contra la Dictadura, las de la minería de 1962. No podemos dejar de acordarnos de que fue justo en estas tierras donde los trabajadores “tomaron el cielo por asalto” por primera vez en el Estado español, con la gloriosa Comuna Asturiana de 1934. Un revolucionario cuando viaja no puede dejar de acordarse de estas cosas.
Cuando llegamos a Gijón los compañeros de PANRICO aún están de viaje desde Pamplona. Es la segunda vez que piso esta bonita ciudad. La anterior fue en 2007, para conocer y entrevistar a dos luchadores ejemplares, Cándido y Morala, dos obreros de astilleros de la Corriete Sindical de Izquierdas a los que la justicia condenó a penas de prisión por defender su puesto de trabajo y un futuro para las generaciones de jovenes asturianos que se ven forzados a la emigración desde hace décadas. Fue otro viaje fugaz, como este, pero también enormemente enriquecedor políticamente.
Queremos llegar a MONRROE cuanto antes y no resulta difícil. A cualquiera que le preguntes te sabe indicar, y muchos se nota que conocen de su lucha. No es para menos. En octube la primera manifestación en apoyo reunió a cerca de 15.000 personas por las calles de la ciudad. Y es que defender los puestos de trabajo de MONRROE es una causa de todos los sectores populares de la región, que llevan años sufriendo una durísima sangría de empleo.
Una vez allí nos reciben los compañeros del Comité de Empresa. A la vez que nos presentaos se interesan por la situación en Telepizza, donde el fondo de inversión PERMIRA -que lo controla- ya está amenazando con una nueva resstructuración para hacer pagar a los trabajadores los 600 millones de euros de deuda que tiene. Al poco rato llegan los compañeros de PANRICO, junto con el compañero Josep Lluis de LI y comienza el encuentro con el Comité.
Dos luchas con mucho en común
Antonio, de PANRICO, explica la situación en Santa Perpetua. El ataque que lanzó la empresa, la determinación a enfrentarlo con la huelga indefinida por parte de la plantilla, la traición de los representantes de UGT y CCOO en la Comisión Negociadora fimando los 745 despidos y el 18% de rebaja salarial, su determinación a seguir combatiendo, el apoyo y solidaridad recibida, los intentos de coordinarse con otras empresas como UNIPOST o ahora CocaCola... Un relato detallado que es seguido con atención por todos los compañeros presentes.
Los compañeros de MONRROE nos cuentan también con detalle sobre su lucha. La noticia del cierre les cayó de golpe a comienzos de septiembre y su reacción fue contundente. Se encerraron en la planta en asamblea permanente manteniéndola en producción bajo su control hasta el 31 de diciembre. Por un sistema de guardias han garantizado todo este tiempo que no saliera ni un amortiguador de allí -es lo que fabrican-, ni una máquina, ni un tornillo. Allí están todos, los de producción y los de oficinas, los ingenieros y las trabajadoras de la contrata de comedor... en turnos rotativos vigilando las instalaciones. Un metodo de lucha, el de la ocupación de la planta y el control sobre la producción o el stock que sin duda hay que rescatar para frenar la ofensiva patronal.
Recientemente han conseguido que el juez prohiba cualquier movimiento de maquinaria hasta que se determine la nulidad o no del cierre, algo que debe suceder en los próximos días. Jurídicamente es bastante demostrable que el cierre es ilegal, pues es una empresa con beneficios y la planta de Gijón es de las más productivas y puntera en tecnología e innoación. Pero su baza más importante ha sido el rodear el conflicto de solidaridad y ser punta de lanza de un proceso de coordinación de las empresas en lucha de la región.
Han sido ya varias las movilizaciones masivas en Gijón en apoyo a la lucha contra el cierre. Esto ha forzado a que desde el Auntamiento hasta instituciones europeas, pasando por el Gobierno del Principado, hayan tenido que manifestar su apoyo a los trabajadores, emitiéndo informes en contra del cierre. Esto no se debe a la buena voluntad de los políticos de turno de Asturias o Bruselas, sino a que la presión social lograda hacia muy caro políticamente el que no adoptaran esta posición.
Y lo más importante y reciente, y que puede convertir a MONRROE en una punta de lanza de coordinación obrera, ha sido la unidad alcanzada con 14 empresas en conflicto de la región. Desde contratas de la mineria hasta otras fábicas del metal. Todos unidos para apoyar mutuamente las diferentes movilizaciones que lleven a cabo cada una y para realizar acciones unificadas como hicieron recientemente con una importante manifestación de todas ellas por las calles de Gijón.
Un aprendizaje mutuo y los primeros lazos para la coordinación
Toda la conversación del encuentro con el Comité y con otros trabajadores después en el comedor ha estado lleno de interesantes dialogos. Un intercambio de experiencias y de ideas que mostraba en pequeño el potencial que tiene la unidad de las luchas obreras. El valor de la ocupación del centro de trabajo, como manejar la presión sobre los políticos e instituciones para que jueguen a favor, la importancia de la asamblea, del control de quien negocia... Un aspecto clave ha sido la importancia de articular la coordinación de todas las empresas en lucha, comenzando por las más próximas a la lucha. En ello el ejemplo de la coordinación impulsada por TENECCO es un gran activo.
También se ha hablado de buscar la coordinación de luchas que como las de PANRICO o TENECCO están mostrando en la práctica otra forma de hacer sindicalismo. Sus respectivos relatos encontraban en quienes escuchaban a obreros que se sentían identificados mutuamente en algo esencial. Ha llegado el momento de plantarse, de decir basta, de no conformarse con el llamado mal menor. PANRICO lo sintetiza en el 0 despidos y 0 recortes. MONRROE en “MONRROE no se cierra”, aún a pesar de que la patronal ha ofrecido altas indemnizaciones de 50 días por año. La defensa de los puestos de trabajo y las condiciones laborales conquistadas durante décadas, esa es la bandera común que expresan estas dos emblemáticas luchas.
En este primer encuentro ha quedado planteada la idea de estrechar lazos y ver qué acciones se podían acordar para llevarlas adelante de forma coordinada, incluso tratando de hacerlo extensivo a otras luchas que están en curso como la de los compañeros de la CocaCola. Una coordinación de los que pelean por los puestos de trabajo y las condiciones conquistadas que desde mi punto de vista debe avanzar tanto a nivel local y regional, como a nivel estatal, para que estas luchas puedan convertirse en un activo para enfrentar los planes del Gobierno y la patronal, y un impulso para que emerga y se regenere el movimiento obrero y sus organizaciones, y que sea capaz de ponerse a la cabeza de todas las demandas obreras y de los sectores populares.
Haber estado sentado en la misma mesa que estas dos luchas ha sido sin duda un honor para alguien que mantiene la esperanza de que la clase obrera puede y va a volver a jugar un papel central en la lucha para hacerles pagar la crisis a los capitalistas. Asier ha intervenido en un sentido similar a lo que yo sentía. Explicando como para los jóvenes trabajadores precarios, que surgan conflictos así, y la posibilidad de que se coordinen entre sí, de que llamen a la unidad de todos los trabajadores en lucha... ayuda mucho para moralizar y poder avanzar en la dificil tarea de organizar en los centros de trabajo a este sector de la clase obrera ultra-explotado, lo que ellos tratar de hacer en Telepizza.
La estancia en la empresa ha concluido con una comida fraternal donde nos han invitado a una riquisima fabada asturiana. Al final del día, antes de marchar de vuelta al autobús y despedirnos de esta Asturias obrera y combativa, hemos tenido tiempo de poder contemplar un rato el Cantábrico que hoy lucía bravo y agitado. Una hermosa imagen que después de esta intensa jornada me la llevo en la retina como símbolo de la fuerza con la que espero que la clase trabajadora de Asturias, Catalunya y el resto del Estado emerga en escena para sepultar la ofensiva que se está lanzando la patronal y sus gobiernos.
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