El jueves 13/2 unos 2.500 estudiantes secundarios y universitarios se manifestaron en Berlín para defender los derechos de los refugiados. Se juntaron frente al ayuntamiento y marcharon hacia el campamento de protesta en el Oranienplatz, donde desde hace más de un año muchos refugiados están en lucha por sus derechos.
El partido conservador CDU, socio menor en el gobierno de Berlín bajo el SPD (Partido Socialdemócrata Alemán), está intentando reforzar un clima racista como parte de la campaña ante las elecciones europeas en mayo, con ataques a los inmigrantes del este de la Unión Europea. Desde hace meses un Senador del CDU quiere desalojar al campamento en Oranienplatz, pero no tiene el consenso de sus socios socialdemócratas quines teman una respuesta radicalizada a cada intento de desalojo, como sucedió a finales del año pasado cuando 600 personas que se movilizaron espontáneamente en defensa.
En este clima racista que buscan imponer desde arriba, los jóvenes (y sobre todo los estudiantes secundarios) desarrollaron una movilización muy dinámica, con asambleas, charlas y obras de teatro en los colegios. Todo fue coordinado a través de un comité formado por grupos de izquierda y estudiantes independientes. La policía berlinesa respondió muy agresivamente a la huelga, deteniendo a siete personas durante la marcha. El mismo día, unos doscientos jóvenes se manifestaron en Múnich.
Los refugiados reclaman, entre otras cosas, el derecho de trabajar, de educarse y moverse libremente dentro del país. Las personas que solicitan asilo en Alemania tienen que vivir en campamentos mientras se procesa sus solicitudes, lo que puede tardar años. En este tiempo, no pueden salir del poblado en que están sin permiso, bajo esta norma el campamento en Berlín sería ilegal.
Estan también los llamados „refugiados de Lampedusa“: inmigrantes que huyeron del ataque imperialista contra Libia y a través del la isla italiana de Lampedusa llegaron a la Unión Europea. El gobierno italiano reconoció a 70,000 de ellos como asilados. Pero sin trabajo ni ningún tipo de apoyo estatal, muchos siguieron a otros países europeos como Alemania. Con su estatús, pueden estar en Alemania, pero solo por tres meses – no pueden trabajar ni solicitar asilo aquí. Ellos también reclaman fundamentalmente el derecho a trabajar.
Para los revolucionarios, es central vincular la lucha de los refugiados – la parte más oprimida y explotada de la clase obrera – con la fuerza del movimiento obrero. En la ciudad de Múnich, un grupo de Non-Citizens (no ciudadanos) el año pasado ocupó un edificio sindical para fugarse de la represión policial contra sus protestas. En Hamburgo, 300 refugiados de Lampedusa se afiliaron al sindicato de servicios Ver.di (pero la central del sindicato no les dejó). Un llamado de activistas sindicales a la DGB (Federación Alemana de Sindicatos), reclamando que la central apoye a los inmigrantes sin papeles con los métodos de lucha de la clase obrera, fue firmado por trabajadores conocidos del transporte público, de los vendedores o de la fábrica de envase Neupack, entre algunas decenas de nombres.
Desde la Organización Internacionalista Revolucionaria (RIO según sus siglas en alemán, sección de la Fracción Trotskista – Cuarta Internacional) apoyamos esta movilización desde el primer momento. Los secundarios de Red Brain (Cerebro Rojo), impulsado por militantes de RIO con jóvenes independientes, fundó comités de huelga en distintos colegios. En la universidad, Waffen der Kritik (Armas de la Crítica), también impulsada por RIO, organizó charlas con activistas refugiados en dos universidades berlinesas.En la marcha en Berlín, Waffen der Kritik llevaba una gran pancarta diciendo ”Por una solución obrera” Nuestro orador llamó al DGB a sumarse a las protestas.
Estas protestas van a seguir en los próximos meses. Ya en diciembre 3.000 estudiantes en Hamburgo entraron en huelga en defensa de los refugiados. Junto con concentraciones más pequeñas en distintas ciudades, hay una base para organizar un día de lucha a nivel nacional en los próximos meses. RIO va a seguir en la primera fila de esta lucha democrática con una propuesta antiimperialista y anticapitalista, en contra del gobierno alemán y a favor de la solidaridad internacional.
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